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NamJoon se sienta en la sala de espera para poder atarse los cordones apropiadamente. Los estaban desalojando del camerino tan rápido como terminaban de cambiarse, así que ahora sólo le quedaba ser llamado por su manager para irse. Tenía entendido que los menores habían salido, así que ahora sólo esperaría a que todos estuvieran ahí para volver a casa.

-NamJoon- Yoongi es el primero que cruza la puerta, lo que le sorprende en demasía, ya que tenía entendido que había sido de los últimos en filmar. No está decepcionado, porque hablar con el mayor siempre había sido agradable. De hecho, ya había pasado un tiempo desde que habló a solas con él, y NamJoon extraña esa conexión que les permite hablar por horas y horas, o permanecer en silencio cómodo cuando difieren hasta que uno de los dos vuelve a hablar. Una sonrisa de hoyuelos se asoma por sus labios, retorciendo el estómago de Yoongi, que se siente cada vez más cansado y ahora está sudando por todo el esfuerzo físico.-, verás, hay algo que te quiero decir- algo que te tengo que decir.- se corrige mientras se acerca al menor. NamJoon nota lo mal que se ve Yoongi, pero decide ignorar su estado porque todo suena muy serio y quiere saber que está pasando, así que su expresión sigue intacta mientras el bajito camina hacía él, sentándose en el suelo al frente suyo e ignorando que hay alguien afuera corriendo en el pasillo y gritando.

Yoongi no tiene tiempo para eso, porque ahora quiere ser egoísta y todo lo que le importa antes de que llegue la hora está al frente suyo con una sonrisa de hoyuelos, viéndolo a él y sólo a él; a Yoongi no le va a importar si esa noche nadie lo recuerda como usualmente sucede luego del atardecer, porque NamJoon está al frente suyo y sabe que lo va a recordar, porque comparten algo más que el grupo, o que el sueño de hacer música, o el rechazo al sistema que hace la vida de los jóvenes miserable, porque todo eso lo comparten los siete, pero NamJoon y él comparten esa conexión que sólo sientes con alguien una vez en la vida, aún si para Yoongi esa conexión es romántica y para NamJoon es sólo un cariño fraternal.

-Hey, Yoongi hyeong- Nam susurra luego de ver que Yoongi sólo permanece en el suelo mirándole a los ojos sin poder pronunciar una sola palabra. Decide que lo mejor es dejar la silla en la que está para sentarse en el suelo con el mayor, intentando hacerle sentir más cómodo.-, verás, yo entiendo que hace mucho no hablamos, pero por favor, no estés tan incómodo por ello. No importa que quieras decirme, te voy a escuchar y no te voy a juzgar por nada, ¿De acuerdo?- el nombrado asiente, sus ojos humedeciéndose de pronto cuando sus ojos viajan del rostro del líder al otro reloj de pared. Sus manos se mueven con nervios y hay otro nudo en su garganta que está guardando su voz en su pecho.

A NamJoon no le sorprende que Yoongi llore, mucho menos que se le complique tanto hablar; pero hay algo en el rostro de Yoongi que le incómoda y no puede ignorar, aunque no sabe muy bien qué es, prefiere ignorarlo para poder prestarle mayor atención a lo que sea que el otro quiere decir.

-Bueno, Nam... Yo... Estoy muy feliz- Su voz sale rota, y se esfuerza mucho por tomar aire, por lo que el menor comienza a preocuparse. Además, las largas pestañas se baten de forma extraña conforme sus ojos viajan en toda dirección para evitar el contacto visual, y la sonrisa en su rostro le hace sentir incómodo sin motivo alguno.-. estoy muy feliz por tu relación con Jeongguk, y por la relación que Jeongguk tiene contigo. Te digo enserio cuando te digo que espero que ambos puedan hacerse muy felices, y admiro que puedan tener la fuerza de iniciar una relación mientras siguen sus sueños-, las suaves, frías manos de Yoongi toman su rostro y es como si ambos estuvieran escuchando únicamente al otro. Nam apenas escucha los gritos fuera de la sala y las fuertes pisadas que se dirigen a ellos. Sus mejillas empiezan a sentirse húmedas, y NamJoon se da cuenta de porque el rostro de Yoongi le resulta tan incómodo de ver.-, pero por más egoísta que sea, creo que la vida que tengo es para hacerme feliz, incluso si es un error, o un momento que nadie más va a recordar- Es el hecho de que su rostro se pinta con golpes, raspones apenas visibles que le hacen creer que alguien ha herido al mayor lo que le pone tan incómodo y al mismo tiempo le hace sentirse tan anonado, como si fuese hipnotizado.-, todos ustedes me hacen tan feliz, pero tú eres el más especial, Nam; así que por favor, incluso por error, o sí nunca lo recuerdas, tú también hazme feliz.- El suave susurro sale de sus labios. Es lo único que escucha con claridad además de su corazón. No aparta los ojos de aquellos labios que se pintan de azúl, morado, gris, rosa, una mezcla de colores que le asusta pero no puede dejar de ver. El mayor junta sus frentes y hay un aroma a sal característico del mar que llega a NamJoon y lo embriaga.

-¿Cómo te hago feliz, hyeong?- La pregunta está en el aire antes de que NamJoon pueda saberlo, como si tuviera que pronunciar las palabras que piensa para procesarlas, pero el mayor no lo nota y sólo se separa un poco para rozar sus narices, un pequeño acto que tranquiliza a ambos y hace que el moreno pose su vista sobre las pestañas del bajito, que están húmedas, y a las que una especie de fuerza invisible les arrebata las lágrimas para llevarlas hacia arriba.

Yoongi jamás responde su pregunta. Sólo junta el valor que le queda y sostiene con miedo las mejillas de NamJoon mientras ambos labios se sorprenden por la sensación de tener al otro en ese contacto tan íntimo y especial, uno que dura apenas segundos y hace que Nam pueda volver a tener un sentido del entorno en el que está; los gritos más claros, cada vez más cerca, pero ahora nadie está corriendo hacia ellos.

No es suficiente para distraer a NamJoon. Quiere saber qué está pasando, o porque Yoongi ha hecho eso. Quiere saber si esos son los sentimientos de Yoongi o solamente un capricho que le ha nacido y no pudo evitar, por más que en el fondo sabía que Yoongi jamás lo haría por capricho, quería escucharlo de él.
Sin embargo, cuando sus manos se posan en los menudos hombros para evitar que el mayor huya, sus dedos se pierden en la suave piel, aquella sensación de humedad que entierra sus dedos de una forma que aterra a NamJoon porque no sabe qué sucede. No hay nada que el mayor pueda hacer en ese caso, porque están a punto de encerrarle en la burbuja, así que se separa lo suficiente y le sonríe sin soltar sus mejillas, porque quiere dejar esa imagen de su rostro sonriente en la mente de Nam. Incluso se abstiene de llorar cuando mira sus manos deshacerse en un vapor suave que deja un rastro de burbujas por la habitación antes de perder el conocimiento, algo que había valido la pena, porque todos y cada uno de ellos le habían hecho feliz.

Tan pronto como el rastro de Yoongi desaparece, NamJoon sale de su trance. Está confundido por estar en el suelo, y sin haber atado sus agujetas aún, pero lo está aún más cuando ve a Taehyung siendo sujetado por el personal del estudio, su mirada frustrada y llena de lágrimas le hacen sentir un vacío en el estómago aunque no sabe que fue lo que pasó.

-¡Yoongi hyeong!- Escucha gritar a Taehyung, aunque en realidad no sabe a quien.-, ¡Yo también, también lo siento!

Porque Taehyung lo sabía. Había vuelto corriendo tan pronto como la noticia de que el cuerpo hallado en las playas costeras de Jeju fue identificado como Min Yoongi, Taehyung sabía que debía ir a despedirse.

seesaw ↬ namgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora