Esperandote Tras la Distancia

3.Capitulo

(Cuatro meses antes)

--Como último año, viajaremos a Australia, exactamente a Sidney-- Dijo mi profesora de Ingles.

Al fondo de la clase se oían las críticas de siempre, siempre contra las palabras que salían de la boca de los profesores.

--Devereis de elegir una pareja puesto que os alojareis de dos en dos en casas de alumnos Australianos-- Dijo.

Me encantaba la idea de poder salir de el único continente en el que había estado durante diecisiete años.

No es que yo fuese muy sociable pero tal vez haría buenos amigos, e inconscientemente me recordaba a mi misma hacer amigos nuevos, puesto que sino lo hacía me pasaría el viaje sola, no quería estar con los idiotas de mis compañeros, no me caían bien y no quería que a causa de estar con ellos me malinfluenciasen y fuese otra como ellos, me gustaba ser diferente.

Desconecte de mi pequeño mundo al oir que me llamaban con cierto tono desesperado.

--¡QUE!-- Grite.

--Lo siento, n-no quería gritarle-- Continue.

--No importa, pero hazme el favor de atender, o usted será expulsada de la clase-- Amenazo con cara de pocos amigos.

Asentí y deje que la profesora continuase.

Salté de un susto al notar una mano en mi hombro derecho. Miré hacia la persona que llamó mi atención.

Sabía quien era pero igualmente me había asustado.

--Ann, tu te pondras conmigo ¿no?-- Dijo una de mis mejores amigas con la que estaba en clase.

--Obviusly baby-- Canturree con un tono divertido.

Me sonrió, le devolvi la sonrisa y volví a ponerme derecha.

--Anne, ¿con quien te vas a poner?-- Me preguntó mi profesora.

--Me pondré con Amaia James-- Dije.

La profesora escribió las últimas parejas formadas en un cuaderno y repartío la programación de el viaje.

Después sonó el timbre, dando a entender a los alumnos que las clases habían finalizado.

En unos segundos me vi corriendo con mis amigas detras, hacia la salida, entre cientos de alumnos revolucionados y emocionados dando la bienvenida a el verano.

Después de empujones, puñetazos accidentales y de más, fuimos a comer todas juntas a nuestra pizzería favorita, como todos los viernes, esto ya era tradición entre nosotras.

Al llegar, cojimos mesa y todas nos sentamos.

Leire sacó un boligrafo y una libreta de su mochila y apunto los ingredientes de pizza que cada una de nosotras le pedíamos.

Se hacercó al mostrador y después de apartar la vista unos segundos volvi a fijarme en que venía con una gran bandeja y con las pizzas en ella.

--¡PIZZAAA!-- Grito Amaia.

Todas reimos fuertemente a causa de la emoción de esta.

La comida pasó interesante y agradable, estuvímos hablando sobre el viaje.

Todas estabamos muy emocionadas puesto que tendríamos que cojer el vuelo dentro de tres días.

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Holaaaa

Estuve pensando en subir el Lunes pero no pude subir.

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