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No siento temor al caminar hacia la oscuridad por esta vez
[10/10/19]

Hoy como cada mañana se veía en aquella ventana, dio un beso al viento y sonrió con tristeza, su cara fúnebre (así es como le llama su jefe) era de costumbre, pasaron ocho horas y volvió nuevamente a su único hogar, tomó pastillas para dormir como cada noche pero no le funcionaron, diez y treinta pero seguía sin tener sueño alguno, se paró y buscó lo que en años había dejado de usar, drogas y algunas inyecciones que deseaba le ayudaran, claro era que no, pero no le importó en lo absoluto.

[Alucinaciones]

Nuevamente aquellas drogas habían hecho su efecto, sentía como mi hermano me abrazaba en la cama que tanto fue testigo de nuestros secretos, abrí los ojos y realmente una sonrisa fue lo que le mostré, me beso cálidamente los labios que sentí una corriente tan agradable recorriendo por todo mi cuerpo, me acarició la mejilla y se despidió. Pesadillas era lo que no esperaba, sangré, lágrimas y una gran herida era lo que mantenía a mi hermano en aquel lugar, "es tú culpa, él morirá y todo por tu estupidez", aquello se repetía en mi y no sabía que hacer, estaba muriendo y viviendo en vida mi propio infierno.

[11/10/19]

La molesta alarma anunciaba otro día sin sentido, se paró y fue directo a la ducha, salió de casa y fue nuevamente a aquel lugar, nada había cambiado, se fue nuevamente a trabajar y al terminar regreso a su hogar para volver nuevamente a drogarse y poder ver aunque sea por imaginación a su hermano.

Ming Hào nuevamente había vuelto a pasos agigantados a su oscuro pasado, drogas, heridas y soledad que era rellena de imaginación proporcionada por las sustancias ingeridas a su débil cuerpo.

Memorias de olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora