El amor es tontería...

Capítulo 1

Después de una larga semana de trabajo, que mejor que un sábado por la noche con tus amigos? O eso pensaban todos antes de que...

- Chicos! Tengo una idea! - gritó alegremente Mina.

Todos volvieron sus miradas hacia la chica rosada que se encontraba encima de la mesa del salón.

- Juguemos a verdad o reto! - gritó contenta mientras agitaba los brazos.

- No es mala idea... - contestó Kirishima sentandose el uno de los sofás.

Uraraka dirigió débilmente la mirada hacia Deku, que se encontraba sentado a su lado, después volvió la mirada hacia Mina.

- Pero... qué tipo de preguntas valen? - preguntó la morena jugueteando con los dedos.

- De todo tipo! - respondió otra vez Mina con el mismo tono alegre.

- No sé... - respondió Kaminari con tono inseguro- de todo tipo?

Mina rodó los ojos y se cruzó de brazos.

- Venga, chicos! Que hay que no podemos decirnos entre nosotros?! - Mina volvió a su tono alegre- somos una familia!

Todoroki agachó la cabeza y se dió media vuelta.

- Yo me voy... es tarde... - dijo el bicolor con su usual tono serio.

Mina le miró decepcionada y al momento se le ocurrió una idea.

- Es que tienes miedo, Todoroki? - dijo ella en tono desafiante.

El chico se frenó y se dió la vuelta lentamente.

- Hay algo que no te atreves a decirnos? - preguntó Kaminari siguiendo el juego.

Todoroki suspiró y se acercó a los sofás, se sentó en uno se ellos y se cruzó de brazos.

- Está bien... jugaré a esa estupidez de juego... - dijo sin cruzar la mirada con nadie.

- Bien! - dijo Mina bajando de la mesa de un salto- Quién empieza?!

Nadie habló, todas las miradas se cruzaban entre sí, pero nadie se atrevía a empezar.

- Está bien... empezaré yo entonces... - dijo Mina soltando un suspiro- Tsuyu!

La rana pegó un saltó de sobresalto.

- Verdad o.... reto? - dijo alargando la o.

Tsuyu se llevó una mano a la mejilla y dirijo la mirada al techo.

- Verdad.... - dijo después de unos segundos.

- Está bien.... Quién crees que es el chico más guapo de la clase? - se rió Mina.

Las miradas de todos se fijaron en ella, especialmente las de los chicos. La pobre Tsuyu tartamudeó un poco.

- Pues... para mi... creo... Todoroki? - acabó diciendo Tsuyu.

Todas las miradas se fijaron en el bicolor. El chico no añadió ningún comentario.

- En serio?! Él?! - dijo Kaminari acercándose a Todoroki- es una piedra! Da gracias que habla!

- Por lo menos... él tiene neuronas- se apresuró a decir Jiro.

Denki Le dirigió una mirada asesina a la chica y se volvió a sentar en su sitio.

- Muy bien! Quien sigue? - dijo Mina rebosante de alegría - eliges tú, Tsuyu!

Era obvio que ella no quería poner a ninguna de sus amigas en peligro social, así que optó por preguntar a un chico.

- Kaminari.... verdad o reto? - dijo la rana tranquilamente.

- Yo creo que.... verdad! - dijo él demasiado confiado.

Todos miraron a Tsuyu de repente. Era obvio que todo el mundo quería saber secretos de sus amigos. En ese momento, una sonrisa iluminó la cara de la rana.

- Kaminari-san.... - la rana soltó una leve risa- te gusta alguien?

Todo el mundo iluminó la cara y acercaron el oído para escuchar la respuesta de su compañero.

- Que!? - gritó el rubio- te refieres a....

- Si estás enamorado, idiota- le respondió Jiro en un tono extraño.

- Yo... - tartamudeo Kaminari- No sé... puede... no lo sé del todo...

Un grito histérico lleno la habitación.

- Esto se pone interesante! - gritó Mina.

- Bueno... me toca! - dijo Denki intentando cambiar de tema- Todoroki!

El bicolor miró a Kaminari de reojo sin darle mucha importancia al asunto.

- Verdad o reto?! - dijo el rubio mientras se frotaba las manos entre risas.

- Reto... - dijo el con su tono serio.

Kamkanri se empezó a reír malevolamente mientras miraba al bicolor.

- Te reto... a... besar... a una chica de la habitación! - dijo Kaminari todavía riéndose.

Un montón de voces sonaron al unísono tras el reto de Kaminari. Las miradas se dirigían entre las chicas y Todoroki. En ese momento el chico se levantó y con paso normal se acercó al sofá de enfrente. Los rostros de Uraraka y Momo, que eran las únicas chicas sentadas en ese sofa, se sonrojaron.

Todoroki se acercó más hasta quedar sentado en medio de ellas. Ninguna de las dos se movió, nadie de la habitación dijo palabra, excepto una pequeña risa por parte de Kaminari y Mina.

En ese momento, Momo notó como su mejilla se sonrojaba al contacto de los labios de Todoroki. El chico Le dió un beso en la mejilla a la chica, la cuál estaba roja como un tomate. Sin decir nada más, se levantó y volvió a su sitio.