Capítulo 4

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Desayunaron hablando entre ellos, Momo no se atrevía a mirar a Todoroki a los ojos, y si se cruzaban sus miradas otra vez?!

Terminaron de desayunar pronto. Momo se levantó para ir a lavar los platos, recogió la mesa y llevó la vajilla hasta el fregadero.

- Déjame a mi.... - escuchó la voz seria de Todoroki levantándose de la mesa.

El bicolor se acercó al fregadero y cogió uno de los trapos. Momo le miró sin decir palabra, se fijo en sus ojos y luego en su extraña quemadura. De verdad que quería saber su origen, pero no se atrevía a preguntarlo.

- Yao-Momo! - se escuchó la voz de Jiro- vamos a ver una película! Te apuntas?

- Iré después... - contestó ella cogiendo otro trapo.

Jiro se levantó de la mesa y salió de la cocina seguida por Kaminari. Momo se había quedado sola con el bicolor, y un incómodo silencio reinaba en la habitación.

- Quiero hablar contigo.... - la voz de Todoroki paralizó a la chica.

Yao-Momo tardó en reaccionar, pero después de unos segundos abrió la boca.

- Así? - dijo intentando parecer lo mas tranquila posible- sobre qué?

Todoroki seguía con la mirada hundida en el cuenco que acababa de secar. El chico agachó la cabeza y Momo pudo notar como apretaba los puños.

- Todoroki.... estás bien? - dijo ella notando el estado de frustración del bicolor.

- Sí.... solo.... - el chico levantó la cabeza- hablamos luego, vale? - dijo el bicolor posando el cuenco y el trapo.

- Claro.... - dijo extrañada Momo.

El bicolor salió de la cocina y se dirigió al ascensor. Momo fue hasta el salón, donde Kaminari y Jiro veían una película. Ella se sentó y observó la televisión.

"dímelo! Por qué lo ocultas más"

" No puedo decírtelo, te matará y ami también. Nunca me permitiría sentir nada por nadie"

Momo observaba anonada la escena de la película. Las facciones del protagonista le recordaban a Todoroki hace un rato. Un disparó atravesó la cabeza de uno de los personajes de la película y Jiro y Kaminari comenzaron a reír.

- Por qué os hace gracia?! - dijo Momo asustada.

- Se veía venir! - contestó Jiro- Su padre no le permite sentir debilidad por nadie y aún así lo hace!

- Nunca hay que fijar tu punto débil en una persona- respondió Kaminari- sería muy fácil acabar con él.

Mientras los otros dos observaban la película, Momo no paraba de pensar en la escena de antes, nunca había visto a Todoroki así, tan enfadado y triste a la vez.... Era una reacción que nunca había visto en nadie, y menos en él.

- Voy a mi habitación ha hacer una cosa, vuelvo ahora....- dijo Momo levantándose.

Al levantarse del sofá, vio como las Jiro y Kaminari estaban cogidos de la mano disimuladamente. Momo río por la bajo y le dedicó una última mirada a su amiga.

- Y creo que tienes que decirme algo, verdad Jiro? - se rió Momo alejándose por la puerta y observando el tono sonrojado de su amiga.

Picó al ascensor y subió hasta su piso. Se acercó a la puerta de su habitación y echó un vistazo hacia la puerta de Todoroki, quería ir ha hablar con él, pero no se atrevía. Levantó la cabeza firmemente y caminó a paso con decidido hasta la puerta del chico, pero según llegó allí, la cobardía la invadió.

Se quedó delante de la puerta como una boba, esperando que se abriera sola. Levantó la mano temblorosa y antes de que pudiera picar, la puerta se abrió de débilmente dejando un pequeño hueco.

Momo abrió la puerta un poco más y asomó la cabeza. La luz estaba apagada así q no veía nada.

- Todoroki.... estás aquí? - dijo ella metiendo un pie en la habitación- querías hablar conmigo?

Momo entró en la habitación y encendió la luz, no había nadie en la habitación. Entró y arrimó la puerta, pero sin cerrarla del todo.

- Todoroki? - repitió ella un poco más alto.

La chica recorrió la habitación con la mirada. Se fijó en un escritorio de madera no muy llamativo, en él había un cuadro. Se acercó a él y observó a una mujer de pelo blanco que sostenía en las piernas a un niño pequeño de pelo bicolor.

- Hola, Yaoyoruzu- la chica pegó un salto al escuchar la voz.

Se dió la vuelta rápidamente y observó a Todoroki en el centro de la habitación. El rostro de Momo se volvió rojo y no por que le había pillado husmeando sus cosas, sino por que el chico iba sin camiseta.

Todoroki estaba plantado en la habitación con unos pantalones blancos de pijama y una toalla colgada alrededor del cuello. Tenía el pelo mojado, lo que significaba que se había acabado de duchar.

- Lo siento....yo....- dijo Momo nerviosa.

Todoroki se acercó a ella, pero fijo la mirada en el cuadro. Soltó un suspiro y después se giró hacia Momo.

- Si quieres vuelvo después... - dijo ella intentando ocultar su sonrojo.

- Puedes quedarte - dijo él acercándose a un cajón y cogiendo una camiseta- no me importa.

El bicolor se puso una camiseta y se sentó en la cama. Momo quería preguntarle por la mujer de la foto y si aquel niño era él, pero viendo su reacción al ver la foto con sus ojos, lo era buena idea.

- Querías hablar? - dijo ella acordándose de la razón de su visita.

Todoroki asintió débilmente con la cabeza y dirigió la mirada al suelo. Otra vez volvió a apretar los puños arrugado su pantalón. Momo se sentó a su lado.

- Todoroki.... si te pasa algo, puedes contármelo..... - dijo ella con tono calmado y comprensible.

- No creo que pueda.... - dijo él chico con un extraño tono de voz- sabes quien es mi padre?

- Si, Endeavor.... no? - dijo ella extraída de que sacara ese tema.

- Exacto.... pues.... él es muy exigente conmigo, y digamos que..... no quiere que yo tenga debilidades- dijo Todoroki apretando más los puños.

Momo no sabía que responder, se había perdido. No soportaba ver a su amigo así, no quería verle así. Momo Le colocó una mano en el hombro.

- Todo el mundo tiene debilidades, Todoroki....

El amor es tontería... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora