Capítulo 3

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A la mañana siguiente nada cambio en la mente de Momo, seguía tan rara como la noche anterior. Ese "buenas noches" pronunciado por el bicolor, encendió las mejillas de la chica por alguna extraña razón.

Yao-Momo abrió los ojos lentamente al escuchar unos fuertes golpes en la puerta de su habitación.

- Yao-Momo! - sonó la voz de Mina al otro lado- nos vamos a la ciudad de compras, vienes?

La chica dió media vuelta en la cama y se tapó con la manta hasta arriba.

- No.... me quedo....- dijo en un bostezo.

- Bueno, pues nos vemos luego! - dijo la alegre voz de Mina, como siempre.

Se escucharon los pasos alejarse y Momo cerró los ojos. Ya no podía dormirse, la luz entraba por la ventana y le daba de frente en la cara.

Se levantó de la cama y se puso las zapatillas, un Jersey y salió de la habitación sin apenas peinarse el pelo. Fue a paso lento hasta la habitación de Jiro, picó a la puerta y nadie respondió.

- Supongo que habrá ido a la ciudad... - se lamentó al ver que estaba sola.

Caminó hasta el ascensor y bajó a la cocina. Cogió un cuenco y una caja de cereales de uno de los cajones. Hechó la leche y se sentó en la mesa. Después de un rato, escuchó unos pasos acercarse.

- JIRO? Fui a tu habitación y no me abriste la puerta! - se quejó Momo.

Analizó completamente a la chica. Llevaba una sonrisa cansada en la cara y una extraña chaqueta amarilla y negra que no reconocía.

- Es que dormí en el cuarto de Denki, ya sabes... por el reto.... - dijo la chica sentándose en la mesa.

- Entonces esa chaqueta es de....- dijo Momo señalando la prenda.

- Si, todavía está dormido, pero quería bajar así que le quité la chaqueta y las zapatillas.... - dijo ella señalándose los pies.

- Ya veo.....- dijo Momo revolviendo el bol de cereales.

La chica de cabello morado miró extrañada a su amiga.

- Qué te pasa? - le preguntó.

Momo levantó la cabeza y la miró a los ojos.

- A mi? Nada, por? - dijo rápidamente.

- Estás extraña.... - respondió Jiro acercándose a ella y quitándole el bol de cereales para que le hiciera caso.

- Bueno... es que he estado rara desde que....

- Ahí están mis zapatillas! - la interrumpió la voz de Kaminari, que entraba en la cocina.

Jiro se rió y le señaló una silla vacía a su lado. El rubio había bajado en calcetines, a causa de no tener sus zapatillas a mano.

- Me congelo los pies! La chaqueta me da igual, quedatela cuanto quieras.... - dijo el rubio sentándose a la mesa.

Jiro se subió la cremallera de la chaqueta y aferrandola dulcemente. Kaminari la observó sonriente. Esa escena, que estaba observando Momo, le despertaba un sentimiento extraño. Envidia? Ella también quería tener eso con alguien, pero... con quién?

- Buenos días... - interrumpió una voz en la cocina.

La voz cansada de Todoroki entró en la cocina y se sentó a la mesa. Jiro Le saludó alegremente con la mano.

- Como acabó ayer vuestro jueguecito?- dijo el bicolor sin mucho entusiasmo.

- Bueno, pues....

Kaminari empezó ha hablar, pero las palabras se arrastraban por la cabeza de Momo. Las miles de preguntas que tenía que hacerse a sí misma. En ese momento su mirada se cruzó con la de Todoroki, ambos giraron la cabeza rápidamente.

- Pero todo el mundo cumplió sus retos al final.... - concluyó Kaminari orgullos.

- Entonces, dormisteis juntos- dijo Todoroki con su habitual tono de voz.

Las caras de los dos se sonrojaron.

- No! Juntos no! - negó rápidamente Jiro- solo en la misma habitación!

A Momo se le escapó una pequeña risa. Y se extrañó al ver la débil sonrisa de Todoroki. Nunca Le había visto sonreír, voluntariamente. Si ya era atractivo por si solo, sonriendo era.... Pero que estaba diciendo!? Momo! Controlate! Todoroki es tu amigo! Solo eso!

Pero de verdad ella quería que fuese solo eso?!

El amor es tontería... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora