Capítulo VI: Epílogo.

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Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

Me levanté más temprano de lo habitual, tenía que estar en la librería a las nueve de la mañana. Para ser sincero, no quería llegar tarde. Ser una figura pública me obligaba a dar un mejor ejemplo.

Actualmente tengo treinta y tres años, he escrito dos novelas con las que firme mi contrato con una editorial, la misma en la que mi abuelo trabaja.

Mi segundo libro es más exitoso que el primero, tanto que hoy daré una firma de libros y contestare algunas preguntas de mis lectores. Sin duda una de mis actividades favoritas.

Mi trabajo en la constructora que fundé en honor a mi hijo es menor, ahora me concentro más en escribir, esta fue mi manera de superar ciertos eventos traumáticos que prefiero no mencionar.

Al salir de la ducha cepille mis dientes, pase mi mano por mi cabello y me miré atentamente al espejo. Algo me hacía lucir más viejo de lo que en verdad era.

Fui por mis gafas de lectura y después de recoger mis llaves y mi celular cerré la puerta de mi casa. Decidí caminar, la librería estaba cerca y no quise perder tiempo en el tráfico de la ciudad.

Mis dos libros han sido basados en experiencias propias, algo que no he revelado, y que probablemente solo los que me conocen y leyeron los libros se dieron cuenta. 

En la entrada ya me esperaba una sonriente mujer, la encargada de la librería. Ella estaba realmente feliz de que hubiera aceptado su propuesta, dijo que cuando anunció que estaría aquí, mi libro comenzó a aumentar sus ventas. Me sorprendió, ya que desde hace un año no se vendía como hasta ahora. El libro lo termine de escribir unos meses después de la muerte de mi hijo y fue publicado antes de que acabará el año.

Ya han pasado tres años, y creo que por fin puedo decir que he podido continuar con mi vida.

La encargada me indica mi lugar, una silla de madera detrás de una mesa mediana.

—Hay café y galletas— me dice con amabilidad. Asentí y sonreí.

La gente poco a poco comienza a llegar, para las nueve, la sala está llena. Yo espero pacientemente a que los encargados den inicio a la firma. Solo pasan unos minutos más y todo comienza.

Inicio hablando un poco de mi, también sobre el libro, aunque es algo que ellos tal vez ya saben. Se ríen discretamente de mi última comentario porque es verdad.

Una chica de cabello oscuro y ojos grises levanta su mano, aún no es momento de las preguntas, pero dejo que me diga lo que piensa para aclarar sus dudas, después de todo, de eso se trata este evento.

—¿En cierto que sus dos libros tienen conexión?, Algunos dicen que solo ha cambiado el nombre de los personajes, pero habla de la misma mujer.

Agachó la mirada y rasco mi cabeza nervioso, no soy bueno mintiendo, así que no tiene caso que lo intente —Es cierto, me han descubierto.

—¿Cuál fue su inspiración?— preguntó esta vez un chico, por su físico, parecía estar iniciando la preparatoria.

—Mi exesposa.

—¿Entonces se trata de una historia personal?, ¿Esta inspirada en su vida?

—Bueno— las miradas sobre mi logran hacer que los nervios en mi floten hacia el exterior —Si, en realidad, fue algo que me sucedió.

—Las partes que son narradas por Hayami, ¿Es en verdad desde su perspectiva o solo lo imaginó así?— suspiré, no era mi intención que sucediera. Pero al parecer mis lectores ya saben que los protagonistas de mi libro somos en realidad mi esposa y yo.

—Nunca se lo he preguntado directamente, solo lo imaginé.

—¿Actualmente, ella ha encontrado alguien más?

Negué con cierta tristeza —Ella amaba demasiado a su esposo, jamás ha salido con alguien de nuevo desde su muerte. Y no es por falta de prentendientes, al contrario, siempre suele rechazar a uno que otro.

—¿Ustedes son buenos amigos?

—Si, lo somos.

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Entre al lugar donde seguramente la iba a encontrar en estas fechas del año. La floreria Yamanaka, con suerte y los dos habíamos decidido ir a la misma hora.

Ella estaba ahí, viendo los girasoles que tanto le gustaban a nuestro hijo, gusto que heredó de su tío. En las manos ya llevaba las flores favoritas de él. Decidí llevar lo mismo, me saludó con una sonrisa tímida al verme.

—Naruto-kun, me da mucho gusto verte.

—A mi también— miré a la pequeña Himawari y sonreí, ella se escondió detrás de su madre al igual que sus hermanos. Los gemelos solían ser demasiado traviesos, aunque algo tímidos. Me entristecía el hecho de que no hayan conocido a su padre y a su hermano mayor.

—¿Irás hoy a dejar esas flores?

—Si, más tarde.

—Espero verte pronto Naruto-kun, siempre es agradable encontrarme contigo— ella se giró sobre sus pies dejando que su largo cabello danzara en cámara lenta para mí, sus hijos no tardaron en seguirla —He leído tu libro Naruto-kun— volteó hacia atrás y me miró, me sorprendí ante sus palabras —Creo que no has cautivado por completo mi esencia.

Sé que era una broma, y reí al verla feliz —Lo siento, entenderás que antes no podía preguntarte cómo te sentías.

—Ya lo creo. Adiós Naruto-kun.

—Adiós Hinata.

Ino suspiro del otro lado del mostrador —Siempre es lo mismo con ustedes.

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Por si no quedo claro, la historia eran fragmentos del libro que escribió Naruto 😌

Decidí que dejaría a su imaginación lo que sucederá en el futuro de ellos dos, si bien son buenos amigos, ustedes los pueden imaginar cómo algo más ;)

Espero les haya gustado la historia, muchas gracias por su apoyo, sus votos y sus comentarios 💖

Como perder al amor de tu vida- Naruto FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora