Pasaron tres semanas muy duras para la pareja, Amaia de su casa al hospital y del hospital a su casa, y Alfred con la rehabilitación para volver andar, pero ese día era especial, Alfred recibiría una visita especial, estaba solo en la habitación, leyendo un libro, Amaia le dijo que bajaba a la cafetería, así que se extraño que tocaran en la puerta, espero a que entraran, como nadie pasaba.
Alf: Adelante.
Carlos: Hola papa
Alf: ¡¡¡Campeón, ven aquí, grandullón, que grande, como haz crecido!!!. (el niño corrió a subirse a la cama y abrazar a su padre, Amaia estaba en la puerta, escuchando todo)
Carlos: ¿Ya estas bueno, papa?.
Alf: Casi, hijo, pronto me dejan ir a casa. (lloraba emocionado).
Carlos: ¿Sabes, papi?, que pontito cumpo dos años?.
Alf: Claro, campeón, como me voy a olvidar del cumple de mi niño.
Carlos: Mami me a dicho que alo mejor no hay regalos, porque aun estas malito, pero que cuando vengas a casa, me hará una fiesta... ¿puedo pedirte una cosa?.
Alf: Claro, ¿algún regalo?.
Carlos: Quiero que estés en casa el día de mi cumpe... no quiero regalos, ni festa, quiero que vuelvas a casa...
Alf: (le abrazo con fuerza) Hijo, eso esta difícil, sabes que aún no puedo caminar bien, y hasta que no mejore, no me dejan salir... me encantaría estar pero no creo que pueda...
Carlos: Pues no quero cumpeaños, no quero... (se bajo de la cama, y corrió hacia fuera).
Alf: ¡¡¡Carlos, Carlos, hijo!!!.
El niño salió corriendo y Amaia detrás de él, lo cogió a mitad del pasillo, él se abrazó a su madre llorando.
Am: Cariño, ¿qué a pasado, mi vida?.
Carlos: No quero cumpe, no quero nada, quiro a papi, mami, yo, casa...
Am: Mi amor,... ya hemos hablado de esto,... en dos semanas es tu cumpleaños y papa no saldrá a tiempo, lo celebraremos juntos, en cuanto salga de aquí... (lloraba con él).
Carlos: Nooo, no quero, abuelita, vamonos ya...
JV: Hija, hablaré con él en casa.
Am: Esta bien,... hijo. sé que no lo entiendes, por favor, compréndelo... papa aún no puede salir...
Javiera lo cogió en brazos, y él escondió la cabeza en el pelo de su abuela, Amaia espero a que desaparecieran en el ascensor, cuando regresó con Alfred, este estaba llorando, y había tirado el libro, y la bandeja de la comida que tenia al lado, Amaia, se acercó rápidamente, y lo abrazó, él le correspondió.
Alf: Gracias por traerle... pero... mira lo que a pasado... esta muy grande... no debiste traerle...
Am: Llevaba muchos días pidiéndomelo, no sabía que iba a decirte eso... lo siento...
Alf: Yo soy el que lo siento... mi hijo cumple dos años... en dos semanas... y no voy a poder estar...
Am: Ya lo celebraremos, mi vida, gracias a dios, nos quedan muchos cumpleaños que celebrar los tres juntos...
Alf: Un niño de dos años... que lo tiene todo... y que para su cumpleaños... no pida regalos... sino que estemos juntos en casa... se merece que cumplan su deseo...
En las dos semanas siguientes, Carlitos dejo de jugar, de reír, apenas sonreía cuando llegaba su madre, Amaia intentaba explicarle, pero él se negaba, no quería ni regalos, ni fiesta, solo a sus padres, Alfred que estaba al tanto de todo por Amaia, habló con el medico.
El día del cumpleaños, Amaia empezó a levantar al niño, susurrándole y dándole besitos.
Am: ¡¡¡Feliz Cumpleaños, cariño!!!.
Carlos: Gacias, (se levanto serio a darle el beso a su madre) no quero nada, mami...
Am: bueno, cariño, ya sabes que los regalos de cumpleaños siempre se deben cumplir...
Amaia le cogió en brazos, le tapo los ojos, y oyó.
Ald: ¡¡¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseamos tus papis, cumpleaños feliz!!!.
Amaia apartó las manos de los ojos de Carlos, este cuando vio a su padre, en la puerta, con las muletas, se bajo de su madre, y corrió con él, Alfred lo cogió como pudo.
Carlos: ¡¡¡Papi, papaíto, este es mi degalo, estar en casa, con mi papi y mi mami. Te quero papi, te quero!!!.
Ese día fue el más feliz, Alfred convenció al medico para que le permitieran salir, este al ver la ilusión que tenía por estar con su hijo, le dio el alta con la condición que descansará mucho, y no hiciera ningún esfuerzo.
Se reunió toda la familia, Alfred se pasó todo el cumpleaños, sentado en el sofá, con Amaia al lado cuidándolo en todo momento, finalmente, el niño tuvo fiesta de cumpleaños, y regalos, pero él ya tenía el mejor que se podía recibir, tener a sus padres en casa.
Alf: ¡Qué feliz esta!, Nunca pude imaginar que nos iba a salir tan inteligente, a sacado los genes de su madre.
Am: Jajaja, gracias, la verdad que tenemos mucho suerte con él...
Alf: Amaix... ¿puedo preguntarte algo?...
Am: Claro, ruru, ¿necesitas algo, te duele la espalda?...
Alf: No, estoy bien... Cariño, ¿te apetece darle una hermanita a Carlos?, porque a mí sí, el accidente me a echo pensar mucho... y quiero disfrutar más, nuestra vida familiar... me gustaría que... cuando me recuperará del todo...
Am: Iremos por la princesa...
Alf: Te quiero.
