Story of Ours (HaeHyuk)

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ADVERTENCIA: SPOILERS IMPORTANTES DE AVENGERS ENDGAME.

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Sentía la cara caliente. No tenía que mirarse en un espejo para saber que estaba rojo y sus ojos se habían hinchado de tanto llorar.

Cuando Hyukjae y él decidieron ir a ver Avengers: Endgame con Jinoo y su esposa sabía que iba a llorar. Aún así, no esperaba llorar tanto.

En el momento que los créditos aparecieron, había llorado tanto que no recordaba cuántas veces ni en qué escenas. Todo era borroso y lleno de dolor. Sólo sabía que su superhéroe favorito estaba muerto y él acaba de presenciar sus últimas palabras y su funeral mientras Hyukjae apretaba su mano para tratar de calmar su sollozos. Aunque él lloraba tanto como Donghae.

Quería enterrarse en el pecho de Hyukjae y llorar, tal y como veía a algunas parejas consolándose mientras salían del cine. Pero ellos no contaban con tantas libertades, por lo que se conformó con Hyukjae pasándole un brazo por los hombros mientras lo pegaba a él discretamente.

La conversación con sus amigos mientras salían del cine fue la misma que oía venir de los grupos a su alrededor: sobre lo fantástica que había sido la película y lo mucho que habían llorado.

—Estoy seguro que todo el cine escuchó a Donghae gritar y llorar por Tony —bromeó Jinoo.

Yedi comenzó a reír, Hyukjae hizo comentarios apoyándolo.

Donghae se limpió la orilla del ojo con un dedo, secando la humedad que había ahí –quién sabe si más lágrimas o los efectos de los lentes de contactos–, y golpeó a Jinoo en el brazo mientras reía.

—No grité tan alto, ustedes sólo se dieron cuenta porque estaban sentados a mi lado.

—Cree lo que te haga sentir mejor —decidió Jinoo, dándole una palmada en el hombro.

Se despidieron y ambas parejas montaron es sus respectivos carros. El trayecto hasta su apartamento fue relativamente silencioso. Era usual que salieran de una película tan emocionados que no dejaban de hablar de ella hasta que se iban a dormir, pero esta película en particular había sido tanto por asimilar en tan poco tiempo, que apenas se creían lo que acaban de ver.

Sólo interrumpían la música del reproductor para comentar alguna escena que los emocionaron mucho.

—Cuando Tony regresó del espacio y estaba tan estresado que se peleó con todos y... Dios, cuando se arrancó el reactor y luego cayó al piso... Estuve a punto de llorar pero logré contenerme—admitió Donghae.

—Por "logré contenerme", ¿te refieres a ese momento en el que te agarraste a mi brazo con tanta fuerza que casi me cortas la circulación? —cuestionó Hyukjae, con una sonrisa.

—Te agarré del brazo muchas veces durante la película.

—Estuviste a punto de cortarme la circulación muchas veces también.

Para probar su punto, Hyukjae aprovechó el semáforo en rojo para levantarse la manga a rayas y mostrarle una marca roja y que tenía la forma exacta de la mano de
Donghae, justo en su muñeca. El menor abrió los ojos, sorprendido.

—¡No te quejaste! —reclamó.

—No me molestaba tanto, ¿sabes? Estoy acostumbrado a ti.

—¡Pero podías haberme avisado que estaba usando tanta fuerza! Para dejarte marcas así... ¡Incluso me pusiste la mano encima y me acariciaste mientras te agarraba! —Se quejó Donghae, tapándose la cara con ambas manos, con agobio.

—Trataba de consolarte, es lo más que podía hacer en un lugar tan lleno de personas.

Donghae permaneció en silencio, todavía ocultando el rostro entre las manos, por lo que Hyukjae continuó hablando:

—Llorabas demasiado —explicó—. Me moría por abrazarte y consolarte, pero hubiera sido demasiado, así que hice lo que pude.

—Y "lo que pude" era dejar que te estrangulara el brazo.

—Sí —río Hyukjae.

El semáforo se puso en verde y el mayor arrancó de inmediato. Sólo tardaron un par de minutos más en llegar al estacionamiento del edificio en el que vivían y aparcar. Mientras se bajaban y subían en el ascensor hasta el departamento, se mantuvieron en silencio.

Fue sólo cuando Hyukjae cerró la puerta, que Donghae se abrazó a su espalda con fuerza, enterrando la cara en el cuello del
hombre más alto.

—Ya no estamos en el cine, ni rodeados de personas —murmuró contra su piel, como una explicación.

Hyukjae hizo ademán de darse la vuelta, por lo que Donghae lo soltó apenas lo suficiente para que pudiera encararlo. Un par de brazos lo rodearon de inmediato.

—Pero ya no estás llorando —susurró con suavidad.

—¿Quieres que llore? Porque si pienso lo suficiente en la película volveré a llorar.

—No —Se carcajeó—. Así estamos bien.

El mayor apoyó su frente en la propia, mientras cerraba los ojos. Donghae lo imitó y permanecieron así por un momento, hasta que el más bajo habló:

—Hyukjae. —El aludido abrió los ojos sin separarse ni un centímetro de él, instándole a seguir hablando— Te amo tres mil.

Los labios gruesos se abrieron en una sonrisa brillante y amplia, que mostraba sus encías. Una de esas sonrisas que tanto amaba. Hyukjae aplacó su sonrisa tras unos segundos y se inclinó hasta unir su boca con la de Donghae, en un beso profundo y cargado de emociones. Nada casto ni muy lascivo. Pero tan maravilloso que incendió el corazón de Donghae y por un momento le hizo olvidar todo el malestar que la película le había dejado, reemplazando el dolor en su pecho y la presión en su estómago por cosquillas y revoloteos.

Cuando por fin separaron sus labios, Hyukjae depositó un beso en su frente. Donghae no pudo hacer más que cerrar los ojos y sentirlo. La respiración calmada sobre su cabeza, los labios suaves contra su frente, las caricias de los dedos en su espalda, bajo la tela de su chaqueta y el corazón que latía acelerado bajo la mano que en algún momento había puesto en su pecho. Tan acelerado como el propio.

Cuando Hyukjae por fin lo miró a los ojos, observó las brillantes pupilas dilatadas que lo reflejaban. Juntó sus narices en una caricia suave y respondió:

—Te amo tres mil, Donghae.

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He aquí, al fin, ese fanfic fluff que Dani tanto reclamaba que yo aún no le había hecho, y ¿qué mejor momento que en su cumpleaños okay, dos días después, pero ajá y justo después de Endgame, con una de las frases más bonitas jamás dichas?

Feliz cumpleaños, Daniela❤️

Nota: Escribí este fic hace unas dos semanas, pero decidí esperar a que se levantara la prohibición de spoilers, para publicarlo.