¤ El primero ¤

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Cómo no, su primer beso...

—¿Tenía que avisarte antes de salir a combatir a un criminal potencialmente peligroso?

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—¿Tenía que avisarte antes de salir a combatir a un criminal potencialmente peligroso?

—¡Pues si, Billy!

Batson suspiró, pasándose una mano por la cara. No le gustaba discutir con Freddy. Sólo había ido a una misión, un ladrón de bancos armado, nada que no pudiera manejar. Y además, Freddy estaba dormido, simplemente no quiso...

—No te pongas así...— Billy se sentó en la cama a su lado.

Freddy se cruzó de brazos con el ceño fruncido.

—Se supone que hacíamos esto juntos.

—¡Y así es!

—Entonces, ¿era tan difícil despertarme? Oye, si tienes un problema conmigi tú solo dilo, no tienes que...

Billy dejó de escucharle, aunque Freddy no paró de hablar. Sus ojos encendidos. Sus labios al moverse. Todo lo demás quedó en segundo plano para Batson.

Desde hacía tiempo que lo roces de manos al tomar una mochila, las miradas prolongadas entre ambos o su silencio cómplice al llegar más tarde de la hora acordada se habían convertido en mucho más que algo de hermanos.

Tal vez ellos podían ser algo más que hermanos.

Incluso cuando Freddy se enojaba— y eso era seguido, pues Freddy podía llegar a ser todo un rey del drama— a Billy le parecía  que tenía cierto encanto.

—Freddy...— interrumpió su verborrea, sonriendole como chico enamorado.

El nombrado volteó a mirarlo y su ceño fruncido se relajó un poco.

—¿Qué? Billy...¿por qué me estás mirando así?— inevitablemente se le colorearon de rojizo las mejillas.

Y Billy sonrió de lado con suavidad.

—Solo ven aquí.

Llevó una mano a la mejilla de Freddy y se inclinó hacia él. Antes de que Freeman pudiera hacer cualquier movimiento, los labios de Billy estaban sobre los suyos. Y luego, entre los suyos.

Porque, ¿para que mentir? Si mientras hablaba lo único que podía hacer Freddy era apartar la mirada para así no perderse en lo ojos de Billy.

O habría delatado al instante lo enamorado que estaba.

—Te tardaste un poco ¿no?— sonrió ligeramente Freddy.

Billy le acarició la mejilla.

—¿Ah sí?

—Oye, que aún estoy molesto contigo— no era verdad.

—Puedo arreglar eso.

Billy se inclinó nuevamente hacia él y volvió a besarle.

....

¡Kya!

Amo a estos dos, real.

Y la imagen me inspiró bastante. Aquién la haya hecho: Te mereces todos los cielos, está preciosa.

¡Gracias por leer!

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| Breddy |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora