G IDLE One Shots [SMUT]

MinQi

–Rápido Minnie— me dijo Yuqi ansiosa— aquí, rápido.

Abrimos la puerta del camerino, y estaban las luces apagadas, pero lo mejor de todo, estaba solo. Las otras miembros estaban detrás del escenario, esperando nuestro de turno para dar nuestra presentación en The Show que sería en unos pocos minutos.  Nos escapamos con la excusa de que iríamos al baño, y a Soyeon no le gustó la idea de que nos ausentaramos faltando tan poco para subir al escenario, pero le prometimos que no tardaríamos mucho. Soojin volteó y  nos miró con una sonrisa de complicidad, no se tragó el cuento de que solo íbamos al baño, al parecer es la única que sospecha de lo que ocurre entre Yuqi y yo.

—Hazlo rápido— me apresuró la bonita de Yuqi susurrando. Abrimos la puerta, entramos e inmediatamente la cerramos y atoramos el seguro, pero antes nos aseguramos de que nadie nos hubiera visto.

En medio de la oscuridad la tomé de sus bonitas mejillas y la besé, sus labios correspondieron con desesperación el beso y ella fue retrocediendo hasta que la pared le impidió seguir marchando hacia atrás. Dejé un camino de besos por todo su cuello y después me arrodillé en frente de ella. Ella levantó su vestido hasta su ombligo más o menos, ofreciéndome una agradable vista de sus blancas y bonitas piernas y de su ropa interior; magreé la piel de estas últimas y las besé delicadamente, ella separó sus rodillas y yo seguí regando de besos esa suave piel, y fuí subiendo los besos en dirección hacia el interior de sus muslos, entonces me detuve justamente donde sus muslos terminan y empieza su pelvis,  posicioné mi cara en frente de sus bragas e inhalé esa preciosa fragancia  tan característica de ella cuando de encuentra húmeda.

Sin perder más tiempo besé por arriba de la tela su intimidad, ella respondió con un quejido, seguí besando y mordiendo suavemente y estirando la tela con los dientes, pude percatarme de lo mojada que estaba, ya que al momento en que mi lengua se deslizó por la tela saboreé su sabor y se impregnó con su líquido, y, por supuesto, yo lo tragué con deleite.

Para no alargar más las cosas, y teniendo en cuenta el poco tiempo que había, enganché los dedos en el borde de las bragas de Yuqi y lo estiré para deslizarlo por todas sus piernas hasta sus tobillos, ella entonces se recargó de espaldas en la pared y separó las piernas todo lo que pudo, lástima que la luz era tan escasa que no pude permitirme apreciar su linda intimidad mojada.

Puse ambas manos en cada lado de las caderas de ella y atraje su pelvis hacia mi cara en un movimiento rápido, mi lengua recibió su clítoris que estaba hinchado y duro, ella mordió la manga de su ropa para retener cualquier gemido o sonido que pudiera delatarnos. Atrapé ese botoncito entre mi lengua y mis labios para succionar de él como si fuera a recibir algo por hacerlo, ella se estremeció y puso sus manos en mi cabeza, acariciando mi cabello y mi nuca mientras que con los ojos cerrados y el rostro hacia el techo ella expresaba silenciosamente la plenitud que le hacía sentir.

Separé sus rosados labios con mis dedos y exploré con mi lengua cada pliegue, probé cada uno de sus rincones, saboreé cada gota de licor que desprendía de esa bonita flor para mí y que era una muestra de lo mucho que gozaba entregarse a mí de esta manera. Escucho sus aceleradas respiraciones, su vientre se tensa y sus piernas tiemblan; seguí rosando con mi lengua cada borde y mezclando mi saliva con su perfecto elixir que chorrea por mi barbilla y por sus piernas, empecé a estrujar su trasero con mis dos manos, abriendo sus nalgas y cerrandolas, apretando y manoseando sus redondas mejillas y de vez en cuando dándoles una palmada, y seguí sobando el bonito culo de Yuqi durante todo el ritual lánguido.

Ella guío los movimientos de mi cabeza con sus manos y yo me deje guiar, a ella le gusta que mis lamidas sean rápidas y casi siempre de arriba hacia abajo. Los fluidos que ella desprende se vuelven más abundantes, me llenan la boca y me los trago todos sin desperdiciar una sola gota. Yuqi empieza a agitar sus caderas en señal de que el clímax viene muy cerca; yo sigo efectuando el laborioso trabajo con mi lengua, escucho sus jadeos, ella enreda sus dedos en mi cabello, con la punta de mi lengua cosquilleo al rededor de su clítoris, lo presiono, aprieto con mis labios y sacudo mi lengua hacia los lados de éste para acelerar el evento que inevitablemente nos acontecerá.

Bastaron unos pocos segundos para hacerla venir en mi boca; ella miró hacia el cielo y en un intento fallido de liberar su júbilo silenciosamente se le escapó un grito afligido que aunque trato de contenerlo le fue imposible.

Sus caderas seguían teniendo espasmos y yo no quería desprender mi boca de su sexo, pero el tiempo nos acarreaba. Subí sus bragas hasta su lugar, ella dejó caer su vestido para que colgara normalmente y la besé en sus húmedos labios para intercambiar el delicioso sabor de su victoria, abrimos la puerta y salimos del lugar.

—¿Porque demonios tardaron tanto? ¿A donde fueron?— reclamó Soyeon molesta y acomodando el micrófono que tenía en la mejilla.

—Te dije que fuimos al baño— dijo Yuqi tratando de sonar a la defensiva y haciéndose la ofendida, claro que jamás lo logra.

—¿Ah sí?— intervino Soojin burlonamente.

—Sí— respondí fulminando con la mirada a Soojin y tratando de poner fin a la conversación que sé que no va por buen camino.

—¿Y esas rodillas rojas, Minnie?— se burló Soojin de nuevo.

Shuhua y Miyeon que permanecían en silencio se miraron boquiabiertas y estallaron a carcajadas. Soyeon, que esta vez acomodaba sus aretes, miró hacia mis rodillas, que, en efecto, estaban rojas, y rodó los ojos sonriendo. Soojin chocó las palmas con Shuhua y Miyeon y luego me guiñó el ojo. Yuqi se quedó con la boca abierta, como con la intención de decir algo en su defensa pero sin palabras que le colaborarán, ésta chica simplemente no puede defenderse por si sola.

Yo asesiné con la mirada a la idiota de Soojin y a esta no pareció importarle en lo absoluto, si no que con una gran sonrisa me felicitó levantando el pulgar. Idiota.