Cap.5 detrás de la verdad

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-yo soy un Demon y si ustedes los humanos vuelven a meterse en mis asuntos me aseguraré de que lo paguen muy caro.

De repente vi que al león le salen alas y se fue volando lejos de mí, los guardias intentaron alcanzarlo, pero no lo lograron. Corrí lo mas que pude, pero no era tan sencillo volaba muy rápido. No tuve mas que volar también, intentando que nadie mas me viera en ese estado. En la ciudad había mucho disturbio porque nadie se concentraba en algo fijamente.

El logro percatarse de mi presencia y que lo estaba siguiendo, en ese momento estaba emocionada y aterrada. Lo seguí hasta que decidió descender y volver a su forma humana. Estaba llena de dudas que sentía que muy pronto serian aclaradas. descendí cerca de él, pero mantuve cierta distancia no quería que la emoción del momento me pusiera en peligro. Al estar ambos en el suelo él se acerca a mi bruscamente por reflejos me alejo.

- ¿por qué me sigues?

- por curiosidad, es que algo en ti me llamo y quiero saber mas de todo de alguna forma saciar mi curiosidad.

- ¿curiosidad? ¿de qué manera yo ayudaría en eso? O mejor aun ¿no temes que tema por intrusa? Ya has visto lo que puedo hacer ¿no sientes temor?

- No, no te tengo miedo, e visto lo que has hecho y hasta el momento te vi con cara de león y volar, y esto último hasta yo lo puedo hacer.

Me miro incrédulo, rio para si mismo y lo vi relajarse. Su apariencia no me resultada aterradora era casi adorable.

- Podría ser que tu...

- ¿podría ser que yo...que?

- Nunca había encontrado uno de los nuestros, que estuviera aquí por ese pecado- me dijo mientras se veía muy pensativo, su actitud en ese momento me desconcertó- ¿realmente no sabes nada de ti, del por qué vuelas? – yo solo negué, no sabia a que se estaba refiriendo realmente. No entendía que el quiso decir con mencionar "los nuestros"- esto es realmente sorprendente, solo te hare una pregunta ¿quieres saber el por que tanto tu como yo y otros podemos volar y hacer cosas que los humanos no podrían hacer, aunque quisieran?

- Por supuesto, es lo que quiero saber desde que me fui de mi pueblo.

- Eso está bien, pues sígueme ya que este lugar no es seguro para contarte todo lo que se que necesitas saber, pero hay un problema.

- ¿Cuál problema?

- Tendrá que confiar en mí, puedo notar que no estas cómodas, pero si tuviste la osadía de seguirme hasta aquí arriesgándote a morir creo que podrás arriesgarte un poco más ¿o no podrás?

- Claro que lo are, además si intentas hacerme daño, solo té diré que no he llegado hasta aquí sin arriesgarme lo suficiente como para no haberme manchado las manos ya. -Dije esto recordando lo que ocurrió en mi pueblo con Mirna.

- Bueno que esperas sígueme, aunque realmente no quiero hacerte daño.

Después de caminar por un largo rato, a la vez de que el intentaba d que los soldados no lo volvieran a capturar llegamos al bosque nos adentramos un poco y luego el se sentó debajo de un árbol y yo me senté frente de él.

- Es tan estresante tener que estar ocultándose de esos guardias ni siquiera podre volver a mi casa. Eso es tan tedioso. -Dijo mientras soltaba un gran suspiro- empecemos ¿desde cuando estas aquí? ¿sabes eso verdad?

- creo...que estoy aquí desde que nací por que la que me encontró, me dijo que me encontró aun cuando era un bebe.

- ¿desde qué naciste? Eso quiere decir que cometiste unos de los peores pecados, que puede cometer un Demon.

- ¿pecados? ¿Demon? ¿Qué es lo que quieres decir con eso? ¿Qué ser condenaría a un bebe al nacer? Y más aun ¿Cómo un bebe puede cometer un pecado? ¿sabes lo irracional que eso se escucha? – reí por lo último.

- No te rías, lo que te estoy diciendo es verdad, permíteme explicarte. Los Demon somos unos seres que procedemos de un planeta llamado Jilmania, suena raro para ti que siempre te has criado con humanos, pero esto es la realidad. Estamos liderados directamente por el Gran Consejo tres seres superiores nuestros, pero hablar de ellos es demasiado. Nos regimos bajo unas reglas un tanto extremas y si esas reglas se desobedecen pueden condenarte a varias cosas desde latigazos hasta el exilio.

- Eso es mucho ¿no crees?

- Lo es, pero al final del día ellos son el consejo. Son demasiado poderosos como para enfrentarlos. ¿enserio quieres saber cuál fue tu pecado?

- Si, dime que fue. – sus rodeos me estaban molestando, aunque al parecer lo que me quería decir era algo fuerte tal vez por eso se estaba tomando su tiempo.

- El pecado que cometiste fue matar a tu madre al nacer. Es algo injusto lo sé, pero para el consejo es algo imperdonable.

- que mate a mi madre al nacer. Eso es muy injusto ¿sabes lo horrible que es condenar a un inocente?

- De todas las reglas que han impuesto ellos esa esta sin duda alguna entre las peores. Pero te diré algo solo se puede condenar a un Demon que al nacer solo si este es príncipe, esto según las leyes de los Demon.

- ¿Príncipe? ¿no estas queriendo decir... que yo soy una princesa? – dije lo último siendo bastante sarcástica.

- Si, es exactamente lo que quise decir.

- ¿sabes qué? Estas loco. Solo estoy perdiendo mi tiempo contigo, si esto para ti es divertido pues para mi no lo es- me levanté y comencé a alejarme de él.

- Si crees que miento, puedo demostrarte que todo lo que estoy diciendo es verdad. Pero si te vas ahora no sabrás nada y nada de lo que has hecho va a valer la pena.

Me voltee hacia el lentamente, se veía sincero, aunque nada de esto no es normal o simplemente yo no soy normal - ¿realmente me demostraras que esto que dices es real?; el solo asintió, el ya me lo había dicho tendría que confiar en él. – está bien ¿Cómo vas a demostrarlo?

Primero acércate – me extiende su mano, me acerque a el y luego el me atrajo a su cuerpo rápidamente y me beso. Mientras me besaba mi mente se lleno de recuerdos que jamás pensé tener, vi que una linda mujer me sostiene y me llamo Dagata, luego vi como murió mientras me sostiene. Luego de eso el se separo de mí, estaba en un trance mi mente era un completo caos. Pude ver esos tres hombres gigantescos, uno de ellos me sostuvo y luego fui arrojada a aquel maizal donde Mirna me encontró desterrada a la tierra a vivir una vida miserable.

- Mi nombre significa ángel que trae luz y muerte y desde que nací a ella le traje su muerte, a Mirna le traje su muerte y tal vez si me hubiese quedado con Henrry tal vez él también hubiese muerto.

Ya no se ni que decía, caí de rodillas al suelo mi mente daba vueltas mi sangre hervía. Me sentía fatal, esto era mi realidad, tanto que la busque la e encontrado al fin y es muy miserable, solloce lentamente. Una voz masculina se escuchó a mis espaldas, logrando sacarme de aquel trance en el que me encontraba.

- ¿te encuentras bien? – al parecer le preocupo en la situación en la que entre. – te estaba llamando, pero no respondías. Al parecer fue traumático para ti descubrir todo eso en un día.

- Si, lo ha sido y mucho. – me levanté del suelo y me sacudí el polvo.

- Estarás bien te lo aseguro no hay mal que dure para siempre, ven sígueme te mostraré algo.

- Está bien ¿Qué es?

- Solo sígueme y ya verás- me dice mientras saca sus alas y empieza a volar.

- ¡¡¡Espérame!!! – saqué mis alas y empecé a perseguirlo aun no dominaba bien mis alas, aunque tenía que admitir que mis alas eran hermosas y volar m hacía sentir bien.

DEMON UNA RELIDAD SOBRE OTRA [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora