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2024, Abril 09.

Jimin

Ya me encontraba en el lado del copiloto de la camioneta del tipo raro.

Me sentía incómodo pero su auto olía a menta, eso me relajaba.

-Bien, como dices no saber nada de nada entonces supongo que tampoco recuerdas mi nombre.

Asentí a pesar de que no podía verme por estar conduciendo.

-Soy Taehyung. -Me miró unos segundos sonriendo y regresó su mirada a la calle. -Kim Taehyung.

-M-mucho gusto, yo soy Jimin.

Taehyung rió por lo bajo.

-Está bien Jimin, seguiré tu juego, por ahora.

El resto del tiempo lo pasamos en silencio hasta que llegamos a una cafetería que se notaba lujosa, ni con el salario de 1 año podría pisar este lugar.

Bajamos del auto y mi boca casi rozaba el suelo, entramos y todo era aun más hermoso por dentro, con tonos rosa pastel y dorado.

Pedí un frappé de mokka y aparte un café cargado, Taehyung solo pidió un pay de queso.

-Entonces, Jimin. ¿Cómo crees que haya ocurrido todo esto?

-No lo sé. -Bebí demasiado rápido el café y me quemé un poco la lengua. -Yo estaba cruzando la calle anoche y... de un momento a otro desperté aquí.

Tomé tres sobres de azúcar y lo vertí en el café, con una cucharita lo revolví mirando el pay de Taehyung.

Ese era mi postre favorito.

- ¿Quieres? -Preguntó dudoso y yo asentí tímido.

Tomé la cucharita que me extendió y corté un pedazo de aquél postre, me lo llevé a la boca y comí, diablos, era el mejor pay de queso de la historia.

Taehyung me miraba con una cara de sorpresa.

-¿Qué pasa? -Pregunté limpiándome con una servilleta, seguro estaba manchado.

-E-es que a Jungkook no le gusta el pay de queso, lo odia, diría yo.

-Pues yo no soy Jungkook.

-Ya lo veo.... -Se quedó callado unos segundos y luego me miró de nuevo. -Apresúrate, te llevaré a mi departamento, saldré, tengo otros asuntos.

Asentí y después de acabarnos el pay y los cafés nos fuimos.

La cuidad donde estaba era muy diferente, la curiosidad y por supuesto mi derecho de saber donde estaba era muy fuerte.

-¿Qué lugar es aquí?

-Japón. -Respondió Taehyung mientras esperábamos en un semáforo. -Ah si, este es el teléfono de Jungkook, mi número está ahí, por si algo sucede.

Tomé el aparato que me ofrecía, no la reconocí, pero se veía bastante avanzado. Lo desbloqueé y miré la hora y fecha.

Algo andaba muy mal.

-T-taehyung, el teléfono está mal, aquí dice que estamos en el año 2024. -Le regresé el aparato, pero él no lo tomó por que ya estábamos avanzando.

-Tu de verdad... ¿sigues jugando? -Lo miré asustado. -Este es el año 2024, zopenco.

-N-no, no puede ser verdad, es el 2014. Tiene que ser el 2014. -Mis lagrimas comenzaron a salir de nuevo y Taehyung me miró preocupado.

-Mira, no sé que ocurre, pero trataré de averiguarlo así que mantén la calma. Báñate y duerme un poco.

Se detuvo frente a un gran edificio azul y con las manos temblorosas bajé. Taehyung me guiñó un ojo y aceleró, dejándome solo sobre la acera.

Según lo que me explicó es el cuarto piso, departamento 444.

Entré a la gran recepción y una chica detrás del mostrador me sonrió.

-Hola Jungkook, que bueno verte de nuevo.

-H-hola...eh -Miré su gafete. -Sam?

-Ayer hiciste un desastre, pero todo tranquilo, lo limpié. -Me dio un pulgar arriba.

Sonreí mostrando culpa.

-Siento haber causado problemas.

Ingresé al elevador y justo antes de que se cerrara la puerta...

-Ah, gracias por detenerlo.

Me moví al otro extremo, alejándome del tipo que había entrado.

Tocó el botón del segundo piso así que no dije nada y comencé a escanearlo de pies a cabeza, sus botas negras con cadenas, su pantalón negro pegado, aretes largos, cabello teñido de violeta, y una camisa igualmente negra.

Me miró con una ceja arriba y se acercó peligrosamente a lo que yo me pegué más a la pared del elevador.

-¿Por qué tan tímido, conejito? -Sonrió con lascivia, dándome mala espina. -Ayer no la pasamos tan mal como para que me evites.

-Y-yo...

-Humm... -Se acercó a olfatearme. -Mi cama aun huele a ti, a tu sudor, a tu esencia.

Sus manos apretaron mi trasero y las puertas se abrieron. Salí corriendo de ahí.

Abrí la puerta del departamento, que por suerte estaba justo frente al elevador y me metí aun con la mirada de ese tipo encima de mí.

Jungkook es una persona un tanto...sociable.

Comencé a explorar el departamento, llevándome gratas sorpresas, encontré el baño y una gran tina para relajarme.

Me desnudé y entré al agua tibia después de agregarle un poco de jabón para hacer espuma con olor a fresas.

Después de unos minutos, era tanta mi relajación que me dio sueño.

Todo se volvió negro.

-Yoongi, ¡tienes que parar, esto no lo traerá de vuelta!

-¿¡Tú que sabes!?, ¡todo es mi culpa, si él no vuelve... entonces nadie podrá quedarse!

-¡Esto que estas haciendo no es lo correcto!

-Jungkook, apártate antes de que te haga daño...

-N-no, tu no me harías daño.

Jungkook salió volando por los aires hasta golpear con la pared, sangre brotó de su cabeza. Yoongi tenia los brazos extendidos hacia él.

-Te lo dije Jungkook, yo solo traigo muerte conmigo.

-Jimin...

-Jimin...

-¡JIMIN!

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HERE & THEREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora