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2014, Diciembre 05.

Jimin

Me despierto con ese sueño tan extraño en mente y siento un peso sobre mi cuerpo, levanto un poco mi cabeza y noto que nuevamente estoy en una habitación de hospital.

¿Será que casi me ahogo por quedarme dormido en la tina?

Una cabellera colo rojo se encuentra sobre mi estómago, intento levantarme despacio pero solo logro que el chico se despierte y me mire con ojos rojos.

Madre mía.

-¡San! -Me hecho a llorar y también siento mi hombro mojarse, mientras me estruja.

Suelto un gritito de dolor y San se separa de mí.

-Perdón Jimin, pero estaba muy preocupado porque no despertabas y-

-¿Dijiste Jimin, verdad?

-S-sí... no me digas que tienes amnesia o algo. -Entrecerró los ojos queriendo llorar de nuevo.

Bajé rápido de la camilla y me dirigí al baño, al mirarme al espejo pude por fin ver mi cara.

Este era yo.

Gracias Dios.

-¿Estás bien? -San corrió hacia mi asustado.

-S-si, eso creo, yo... ¿qué me pasó?

-Estaba cerrando la librería cuando pasaste, seguiste de largo y yo iba hacia el otro lado, pero escuché un fuerte golpe y me asusté, así que fui a ver que pasaba y estabas en el suelo, sangre salía de tu cabeza, fue horrible...

-Mi mamá...

-Ella está bien, fui a verla, le dije que te quedabas en mi casa por unos días por que no sabía cuando despertarías y los doctores no sabían que hacer. -San tomó asiento conmigo sobre la camilla.

Ahora que caía en cuenta me dolía mucho la cabeza.

¿Entonces todo fue un horrible sueño?

-Salgamos de aquí. -Susurré.

Después de firmar los papeles de mi alta, lo cual llevó como tres horas en lo que me hacían análisis para dejarme ir, dieron las 8 de la noche. Pude revisar mi teléfono y este no tenía ni un solo rasguño.

Bajé del autobús y caminé todo un pasillo para llegar a mi pequeña casa, cojeaba un poco de un pie pero era lo de menos. Al entrar un olor a humedad inundó mis fosas nasales.

La casa era tan vieja y tenía muchas goteras, así que el agua entraba y caía sobre los muebles.

-Madre, estoy de vuelta.

-E-espera, ya voy. -Escuché que unas cosas caían y luego vi a mi madre en silla de ruedas atravesar la puerta de su habitación, su ropa estaba desarreglada, seguro estaba durmiendo. -C-creí que...te quedarías más tiempo en casa de San.

Mi madre era joven. Tenía 30 años recién cumplidos, pero un día solo enfermó y no puede usar sus piernas, así que yo me ocupo de ella. Es muy hermosa, por lo tanto, me entristece el que no salga de aquí ni haga una vida. Por eso quiero ganar mucho dinero, para operarla y que sea feliz.

-¿Estás bien? -Oculté la venda de mi mano y asentí.

-Iré a mi habitación a descansar, te amo mamá. -Me acerqué y deposité un beso en su frente, pasando a su lado para encerrarme en mi cuarto.

Después de entrar escuché la puerta principal abrir y cerrarse, pero no le tomé importancia, a veces a mamá le gustaba tomar aire fresco.

Me bañé y cambié a mi pijama, por fin todo se sentía real. Mañana sería otro día productivo, clases hasta las 2 pm y luego trabajar hasta las 8, lo normal.

Vería a mis amigos, entregaría el proyecto que me hacia falta y... vería a mi crush.

Mi piel se enchinó de solo pensar en ese horrible sueño que tuve, ¿cómo pude soñar algo tan real?

Pero algo si sabía, quería saber si esas personas eran reales.

Levanté el brazo tanteando sobre la mesita de noche a lado de mi cama, buscando un marcador permanente.

Encendí la luz y cuando lo encontré escribí en mi palma "Jeon Jungkook".

Seguramente lo habré escuchado en alguna clase o algo así y por eso mi cerebro lo ideo todo, mañana lo buscaría y terminaría con este escalofrió.

Apagué la luz y me dispuse a dormir.

...

El sol pegaba en mi cara así que puse mi palma sobre mis ojos, la alejé y noté el nombre que escribí anoche ahí.

Volví a cerrar mis ojos, pero los abrí abruptamente de nuevo.

En mi habitación no tenía ventana alguna.

¿Dónde estoy?

-Hasta que despiertas, ya son las 10 de la mañana. -Otra vez esa voz gruesa.

-¿Taehyung?

Levanté la vista y lo vi, Taehyung estaba ahí parado frente a mi con una toalla en su cintura y un cepillo de dientes en su boca.

Gotas de agua resbalaban por todo su abdomen y me hicieron sonrojar, su cabello rubio se notaba más oscuro que de costumbre y un poco de espuma salía de su boca, apunto de resbalar.

Levantó una ceja y salió de la habitación murmurando un "aquí vamos de nuevo".

Mierda, regresé al futuro.


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BANGTATEEZ

HERE & THEREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora