Cᴀᴘíᴛᴜʟᴏ ¹⁷

6K 303 16
                                    

Ya ha pasado una semana, y me siguen doliendo los golpes, aunque no tanto. Ya he empezado a comer cosas un poco más sólidas, aunque Calle sigue negándose a besarme, porque dice que mi labio no está completamente curado. No he vuelto a tener problemas en el instituto con nadie, no sé lo que ha hecho Calle para conseguir eso, ni tampoco me apetece saberlo.

Estamos pasando la tarde en nuestro árbol, y Calle esta liando un porro. No tenemos costumbre de fumar, pero esta tarde nos apetecía a las dos. Aunque de todas maneras con mi labio roto no creo que pueda siquiera ponérmelo en la boca sin que me duela.

-Ni siquiera voy a poder fumarme eso - Le digo con resignación. No llevo muy bien las desventajas de tener el labio partido. Calle me mira con una sonrisa.

-Si podrás, ya verás. - Termina de liar el porro y lo enciende, dando una gran calada. Cuando tira el humo, añade: - Ven, acércate

Hago lo que me dice, y me acerco a ella como si fuera a darle un beso. Ella da una gran calada al porro, suelta suelta el humo por la boca, pasándomelo a mí. Yo me lo trago y lo vuelvo a soltar con la cara triunfante.

-¿Ves?

-Hazlo otra vez. - Digo con una sonrisa. Me encanta estar tan cerca de ella. Calle repite el proceso, y luego me mira con los ojos escuros.

-No tienes ni idea de lo que me cuesta estar tan cerca de ti, y sin poder besarte. - Dice, y a mi se me acelera el pulso. Es increíble como consigue que una frase me afecte tanto.

-Pues bésame. - Duda un momento y luego ladea la cabeza.

-Te tiene que cicatrizar bien el labio, para besarte como yo quiero besarte. - Se agacha y me da un beso en la mejilla, y yo la miro refunfuñada y con el ceño fruncido. Ella se ríe ante mi expresión, y acabamos las dos riéndonos. Pensaba que nuestra amistad iba a cambiar después de todo, pero ahora seguimos siendo amigas, con derecho a un poquito más.

-Podría obligarte a que me beses, ¿sabes? - Le digo, y sonrió maliciosamente, y ella me devuelve la sonrisa.

- No lo creo, Poché - La empujo hacia atrás de modo que queda apoyada en el tronco del árbol, y me siento a horcajadas sobre ella.

-¿No? - Si no quiere besarme, haré que me bese. Ella sonríe, prepotente. Me inclino hacia ella, y quedo a unos pocos centímetros de su boca. - ¿Segura que no quieres besarme? - Le susurro. A ella se le borra la sonrisa y adopta una expresión que no puedo descifrar.

Me coge de la cintura, y cierra los ojos. Sé que está muriendo por dentro, y ahogo una risita. Me acerco más a ella, rozo mis labios con los suyos. Ella abre la boca y me da un beso suave en mi labio superior, pero yo no quiero un beso suave en mi labio superior. Le devuelvo el beso con mas fuerza, y introduzco mi lengua entre sus labios. Noto como me vuelve a recorrer la corriente eléctrica por todo el cuerpo, y se me acelera el pulso cuando ella también une su lengua a la mía. Por fin consigo que me bese de verdad.
De un momento a otro me da la vuelta quedando ahora ella encima de mi, empieza a bajar repartiendo besos por mis mejillas, hasta llegar a mi cuello. No puedo evitar soltar un jadeo cuando se concentra en succionar la piel de esa parte tan sensible para mi.

Nuestra respiración es un completo desastre. Ella se acomoda más a mi cuerpo y empieza a bajar repartiendo besos por mi pecho. La respiración se me acelera aún más cuando siento que se acerca a mis senos.

Sus manos que habían estado quietas a los costados de mi cabeza, ahora están sujetando firmemente mis muslos. Ella me abre un poco las piernas para posicionarse entre ellas. Suelto un gran gemido, cuando se pega a mi, dejandome sentir su erección através de la tela de su pantalón contra mi centro palpitante de excitación.

-Ahh. - Gimo fuerte, al sentir sus dedos rozando mi zona intima por encima de la tela de mis short's. Ella me mira, tiene los ojos muy oscuros, las pupilas dilatadas y la respiración muy agitada. Yo poso mis manos en su cara y la arraigo hacia mi, para besarla. Me vuelve la conciencia cuando siento que baja el cierre de mi short, e inmediatamente me doy cuenta de lo que está por pasar. Rápidamente pongo una mano encima de las de ella, para impedir que de el siguiente paso.
Ella me mira desorientada y con la respiración herratica.

-¿Que p-pasa? - Dice con dificultad. Yo la miro extrañada ¿Enserio lo quiere hacer aquí?. Ella parece caer en cuenta de la situación, y cierra los ojos fuertemente. - Perdón, Poché... yo... no se en que estaba pensando... perdón. - Yo solo sonrió, y muero de amor en ese instante. Le acaricio las mejillas.

-Tranquila, no es solo tu culpa, de hecho... yo también quiero estar contigo Calle, pero...-

-Es muy pronto, lo entiendo - Me interrumpe, pero puedo percibir la tristeza y resignación en su voz, piensa que no quiero estar con ella, lo que ella no sabe que que me muero por hacer el amor con ella.

- No, no es eso, es solo que no me parece el escenario apropiado para nuestra primera vez juntas, ¿no crees?-

-Sí, tienes razón. Pero no puedes culparme, eres muy tentadora - Me dice con picardía, haciendo que me sonroje. Se acerca a mi, y me da un beso tierno en los labios. - Es hora de irnos a casa - Primero se levanta ella y me extiende su mano para ayudarme a levantar.

- Y eso que no querías besarme eh - Le digo en forma de juego. Ella finge estar molesta pero le sale mal.

- Idiota. - Me dice sonrojándose un poco por mi comentario anterior.

-Te quiero mucho, Calle. - Y la quiero, de verdad. Nunca había podido sentir esto por nadie, y aquí estoy, sonriendo como una tonta delante de esta chica maravillosa. Le quiero. Ella adopta una expresión más sería, y me aparta el pelo de la cara.

-Y yo te quiero a ti. - Se acerca a mi y me da un beso rápido, antes de agarrarme de la mano para empezar el camino a nuestras casas. - Y ahora tengo unas ganas increíbles de que se te cure ese labio. - Me dedica una sonrisa prepotente y yo me fundo por dentro.

-¿Tienes planes para mi labio?- Le devuelvo la sonrisa.

-Unos cuantos. - Me ruborizo y recuerdo la noche de la fiesta de Paula, me pregunto ¿Qué habría pasado si mi madre no hubiese entrado en mi habitación?. Bueno, supongo que lo sabré cuando se me cure el labio, y esta vez el tequila no va a participar.

Cuando llego a mi casa, mis padres están en una discusión, para variar. Mi madre está fuera de si, y creo que están hablando, chillando mejor dicho; sobre pasar las navidades por separado. No aguanto más oírlos, así que me subo a mi habitación a escuchar música, y a conectarme.

Cuando miro el correo, veo que tengo un e-mail de Johan. Lo abro para ver que dice.

*Hola poché. Te escribo por que voy a ir con unos amigos a un pueblo cercano al tuyo, y he pensado que podría acercarme hasta allí y así podemos salir a tomarnos algo tu y yo. ¿Qué dices? Seria el próximo fin de semana, la tarde del sábado.

Espero tu respuesta, Poché. Un beso.*

A Calle no le va a hacer ninguna gracia que quede con mi exnovio, sin embargo me pongo a escribirle una respuesta.

"Hola Johan. Me parece perfecto. En este pueblo no hay lugares tan interesantes, pero podemos vernos igual.

Hasta el sábado entonces*

 Cᴏɴ ᴏ sɪɴ ᴛᴇǫᴜɪʟᴀ - Cᴀᴄʜé (Tᴇʀɴɪɴᴀᴅᴀ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora