Capítulo 4

2 0 0
                                    

Se escucho un ruido, la puerta de su habitación abriéndose lentamente.

Royal entre sueños abrazó a su chica, comenzó a sentir el ambiente muy pesado. Su corazón estaba acelerado y empezó a sudar frío, probablemente una pesadilla estaba haciendo de las suyas. Mientras la abrazaba, metió su mano debajo de la almohada y sostuvo la pistola, esperando otro ruido. Se escucharon pasos, lentos y cuidadosos. Alguien había entrado a la casa y llego hasta el cuarto de ellos, el resto de los chicos mayores se había fijado también en ello, ya que uno tenía turno de vigilancia a las 4 de la mañana.

Los mayores bajaron cuidadosamente mientras observaban al encapuchado que había entrado a la habitación. Sostenía un cuchillo y la mano le temblaba demasiado, se quedó parado al frente de la cama de ambos chicos y dispuesto a empuñar el arma, alguien de afuera tiró un vaso para lograr despertar de golpe a Royal.

Inmediatamente saco la pistola y disparó. Hiriendo en el brazo izquierdo de aquella persona, quien por el disparo soltó el cuchillo que tenía para detener el sangrado de su brazo.

Henrry y Luciano entraron rápidamente y tumbaron a la persona, haciéndola caer de rodillas. Logrando amarrar sus manos a la espalda. Henry le quitó la capucha de forma brusca y pudo observar de que se trataba de uno de los nuevos que habían ingresado ayer. Ronaldo se quedó en la puerta observando todo, se llenó de ira de solo pensar que pudo suceder si Roy no tenía la pistola en la mano.

— ¿Por qué diablos querías matarme? — Dijo Royal, parándose rápidamente mientras que buscaba algo que ponerse.

Aquel chico no respondió, seguía callado mirando a Lily. La rabia que tenía en la mirada era tan penetrante que la asustó, ella se levantó y se metió al baño con otro pantalón para devolverle el suyo a Royal. Todos los demás seguían paseando en la habitación sin quitarle la vista al moreno, quien no quitaba la mirada en Lily.

Una vez mejor acomodados, interrogaron al chico quien no decía ni una sola palabra. No dejaba de mirar con ojos de rabia a la chica quien ya estaba incómoda.

— Habla de una vez, moreno. No tenemos todo el tiempo del mundo.

— Te sangra el brazo y estás como si nada hubiese ocurrido. — Dijo Henry metiéndole un golpe en la cabeza.

— Me estoy cansando de jugar moreno. — Dijo Royal sentando en frente de el.

El moreno no hablaba, seguía conteniendo su rabia. Lo habían molido a golpes pero aún así, el seguía sin soltar ni una sola frase.

Lily quien se había mantenido distante de toda esta situación, se acercó hasta este chico. Cuando el se dió cuenta de ella, se levantó rápidamente y se abalanzó encima de ella. Ambos cayeron al suelo y este, aprovecho el momento y le mordió parte del cuello.

Los chicos actuaron lo más rápido que podían y lo sacaron de encima de ella, un poco difícil por qué este tipo no la soltaba del cuello. Royal enfurecido lo pateó en el estómago lo que hizo que por el dolor la soltara.

Lo tiraron al suelo de nuevo y Lily sé reincorporó tapándose el cuello, este aún sangraba. Tenía odio en ese momento lo cual la hizo cambiar de ojos, alertando a todos los de la habitación.

— Mounstro inmundo... — Escupió aquél moreno, con todo el odio que tenía. — Deberías de estar muerta, pedazo de basura. Es tu culpa que todos estemos aquí...

— ¿¡Qué mierda te pasa!? — Se exaltó Ronaldo.

— Te mataré, juro que te mataré. Porquería del infierno, eres el mismo diablo ¡Por qué no nos haces un favor y te suicidas! — Se levantó de nuevo, mirándola a los ojos. — Vendremos por ti y te mataremos.

M I S T A K E SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora