capitulo 6

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En la sala, Nono había entablado una conversación con la mayor de las guardianas Campell, la pelirosa Tsuru. Emma había logrado obtener la curiosidad de la ojimorado, Jun y una de las cuatro ojirojo, Nozomi. La décima generación de los Vongola se mantenía callada, observando de reojo a las demás guardianas de como se habían presentado. La división Exitium, de pronto a Uni le dio curiosidad saber el porque de llamarse a si mismos división.

Disculpen— Comenzó llamando la atención la ojiazul.

Hoshi, la rubia de ojos rojos, prima de Ena, fue la primera en prestar atención a la joven cielo. Esta se sintió intimidada por la intensidad de su mirada.

¿Porque al presentarse se refirieron a ustedes como división Exitium?— Preguntó sin rodeos.

Una sonrisa muy brillante a los ojos de la jefa de Millfiore, fue lo que recibió antes de la respuesta.

Eso es, porque la familia esta formada por dos divisiones, la división Concordia y la división Exitium. El nombre oficial de la familia es Aaron D'Campell, pero para las demás mafias hemos cambiado de nombre. El jefe de la división Concordia es Eiji, el hermano mayor de Ena, por otro lado ella es la jefa de la división Exitium; cada uno posee sus propios guardianes.— explicó la pelinegra de ojos amarillos.

Concordia y Exitium, dos ex-arcobalenos ya sabían el significado de ambas palabras.

Provenientes del Latín, Concordia es la armonía y Exitium la destrucción. Nombres verdaderamente peculiares para las divisiones de una familia.— Por primera vez en la hora que llevaban en la sala, Verde tomo la palabra por sus compañeros.

Esta en lo correcto, originalmente Concordia seria nuestro nombre, más el Jefe dijo que Exitium nos venia como anillo al dedo.— La misma mirada que fue dirigida a Uni, esta vez iba hacia Verde, que al igual que la joven se sintió intimidado por esos dos orbes rojos.

El ex-arcobaleno del relámpago se aclaró la garganta al sentir un poco la presión de demasiado rojo sobre él.

Cualquiera estaría así, si viera a cuatro personas con ojos como rubíes, mirándote fijamente tal como si estuvieran apuñalándole con ellos. Sumándole una mirada violeta profunda, junto a dos orbes chocolates, y par más con un color parecido al de un lagarto con la pupila de la misma manera.

Verdaderamente hermoso pero aterrador.

Poco falto para sentir sus piernas temblar, de no ser porque alguien obvio la falta de un miembro de los invitados.

Eh~ falta alguien de ustedes— La joven mujer de ojos azules en el lado de Campell, soltó con un tono algo divertido. —¿No es Hibari Kyoya el que les falta?—

Tanto Vongola como Shimon notaban apenas la falta de la décima nube en la sala, no había rastro de su presencia, sin embargo al conocerle pensaron en que debió hacerse aburrido con la reunión y salir sin que se dieran cuenta.

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Por otro lado, el mismo Hibari caminaba recorriendo la mansión como si estuviera en Italia. La reunión de tanto herbívoro solo para firmar un misero documento le enfermaba, peor aún, tener que aguantar a la teñida que tenia por jefa y a sus amigos quejicas, Yamamoto y Gokudera el perro faldero. Era una suerte que el siempre molesto Sasagawa no gritara, pero poco faltaba que lo hiciera, por si fuera poco le había tocado esperar a un lado de la enana e inútil Chrome Dokuro, la cual ya ni era tomada en cuenta por Mukuro. A ese al menos le agradecía algo, pero jamas le diría que, ni en voz alta.

El Cielo del Mar•[KHR]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora