CAPITULO 1

1.1K 42 1
                                    

Mi nombre es Tarah Evans, tengo 17 años y vivo en Los Ángeles, con mis padres soy un chica normal,  voy al instituto royal School, soy la chica invisible en el  instituto pero lo que nadie sabe es que soy una espía internacional, trabajo en la ADEI (Agencia De Espías Internacional).

Mis padres son Mateo Evans y Valeria Adams, ellos son unos empresarios millonarios famosos, salen en muchas revistas y todo el mundo los conocen pero nadie me conoce por que no me gusta llamar la atención y tengo que mantener el perfil bajo, digamos que con el tiempo me he ganado muchos enemigos y si me ven me pueden encontrar y hasta matar a mí y mi familia, nadie puede saber que soy espía eso sería muy peligroso.

Cuando tenía 10 años me tratan de secuestrar pero una persona me salvo y esa persona era el jefe de ADEI su nombre es Jorge Ramírez.

Desde ese día él se convirtió en mi ángel guardián, el me  recluto en la ADEI porque vio algo en mí y no se equivocó soy una de las mejores espías de la agencia.

Ahora voy en mi carro a la agencia, Jorge me llamo dijo que fuera ahora a la ADEI.

Mañana empieza las clases  y es muy tedioso tener que ir, una de  las ventaja de ser espía es que te entrenan desde que entras y tienes que aprenderte todo lo que dan hasta de cursos más avanzados de lo que estés, por si un día tienes que ir a una misión no te pierdas nada de lo que dieron, también sé varios idiomas, en estos 7 años me he esforzado en ser la mejor espía y poder llegar en un futuro ser la jefa de la agencia. El tátara abuelo de Jorge fundo la agencia y a estado de generación en generación pero como no tiene descendiente decidió dejármelo a mí que soy lo más cercano a una hija que él tiene.

Ya llegue a la ADEI  por fuera se ve un edificio acabado como si estuviera abandonado en las a fueras de la ciudad, pero por dentro es un mundo que nadie pensaría que existe todo eso adentro.

Entro en el estacionamiento del subterráneo y subo por el elevador al piso 6 ahí es donde están las oficinas, el primer piso es también un estacionamiento pero solo para los vehículos de las misiones, el segundo es donde se desarrollan las armas y demás experimentos, el tercer piso es donde se entrena, el cuarto es donde están los hackers, el quinto es donde nos reunimos para planear una misión o cualquier información que nos quiera dar el jefe, el sexto ya sabemos que es donde están las oficinas y el séptimo piso que es el último es donde se encuentran todo tipo de armas que se pueda imaginar.

Saludo a las personas que me encuentro como es habitual.

-Tarah: Hola Mariana –Le dije sonriendo.

-Mariana: Hola Agente Evans –Me dijo devolviéndome la sonrisa.

-Tarah: Puedo pasar.

-Mariana: claro, te está esperando.

-Tarah: Gracias.

Entre en la oficina es muy linda por cierto Jorge está sentado en su silla de espalda mirando por el gran ventanal, delante de su escritorio hay dos sillas para que nos sentemos cuando nos llama para darnos una misión o darle el reporte, también hay un sofá un poco más alejado con una mesa en el centro, Jorge se volvió y me sonrió dulce como siempre lo hace cuando esta alegre, yo le devuelvo la sonrisa.

-Tarah: Hola Jorge.

-Jorge: Hola Tarah.

-Tarah: ¿Para qué me llamaste?

-Jorge: Te tengo una misión muy importante –Me dijo sonriendo.

-Tarah: ¿Cuál es? Y ¿para donde tengo que ir esta vez? –Le dije seria él sabe que cuando hay una misión no me gusta los rodeos y me gusta ser directa.

-Jorge: Esta vez no tienes que ir a ningún lugar –Lo miro confundida.

-Tarah: ¿Por qué?

-Jorge: Tienes que proteger a uno de tus compañeros de tu instituto está en peligro y lo quieren secuestrar pero lo tienes que hacer sin que se dé cuenta porque él no lo sabe, tienes que hacerte su amiga para que estés cerca de el en cada momento y no te alejes que cualquier distracción costara caro –Me lo dijo mirándome serio dándome una mirada de que no protesté porque sabe que iba a protestar.

-Tarah: Esta bien, acepto –Lo miro rendida, sé que no me podía negar por cómo me miraba, él quiere que coja esta misión me guste o no.

-Jorge: Su nombre es Ethan Dávila sus padres están recibiendo amenazas de que le iban hacer daño a su hijo, ellos piensan que es por quizás una deuda que tengan o por dinero, pero lo que ellos no saben es que eso no tienen que ver, a Ethan lo quieren secuestrar porque quieren matarlo por algo especial que él puede hacer pero que no lo sabe y no te puedo decir que es porque también te involucra a ti y tienen que averiguarlo ustedes mismo yo no se los puedo decir.

-Tarah: ¿Por qué me involucra? Y ¿Por qué no me puedes decir la razón de que lo quieren matar? –Lo miro confundida

-Jorge: Porque quien quiere secuestrarlo y matar trato de secuestrarte a ti hace 7 años y no te puedo tienen que averiguarlo solos, solo te puedo decir que cuando lo sepan les cambiara la vida.

-Tarah: Que!!!! No lo puedo creer, pero saberlo me ayudara a poderlo proteger –Dije asiendo un puchero como una niña pequeña pero me miro serio como siempre lo hace para que no proteste más y lo deje tranquilo. Rendida asiento con la cabeza.

-Tarah: Adiós.

-Jorge: Adiós. Ah y se me olvidaba en tu escritorio esta una carpeta con la información de Ethan que te pueda ayudar –Asiento con la cabeza y me voy a mi oficina.

Al entrar a mi oficina veo la carpeta tal cual me dijo estaba en mi escritorio, mi oficina es grande pero no tan grande como la del jefe y no tiene un ventanal pero tiene el espacio suficiente para tener un mueble donde me pueda sentar para descansar un poco del trabajo. Voy y me siento en la silla y empiezo a leer la información para memorizármela.

Cuando veo la hora es tarde y mis padres casi deben estar por llegar a la casa y se van a dar cuenta que no estoy si no me voy ahora. Salgo de mi oficina y me voy al subterráneo, me subo y lo pongo en marcha.

Cuando estaciono el carro veo que la casa tiene todas las luces apagadas eso quiere decir que mis padres no han llegado todavía. Subo las escalera voy a mi habitación y me doy una ducha antes de acostarme, me pongo la piyama y me acuesto mañana será un día muy largo y con eso caigo en los brazos de Morfeo.

No es una simple espíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora