Hoy ha sido el punto de partida
de una nueva era a comenzar.
Cuando de sus ojos han brotado
las lágrimas que desde ahora me impulsarán.
Su firme mirada y su silueta igual,
han hecho este día conmovedora gala
de, a través de esa flaqueza, un modelo
que tiene sus raíces en su fuerza para continuar.
El hormigueo en los ojos me hace cosquillas.
Con el corazón ceñido mantengo la mirada
a quien crea de este recorrido el epitafio
al terminar de latir de mi historia el alma.
Empezando por el principio de mejorar.
Incierto pisar de mis años sobre la borrosa vida.
Mas ahora clara estrella ilumina los caminos,
seguir ese hilo de luz, es el porvenir que por mí brilla.
Incluso tan alto lucero emite un rayo de luz
que aproxima su esplendor a la tierra opaca.
Y algún día, en ascenso transforma el grano
de la avidez hacia la senda plateada.