Capitulo 4

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Poche.

-No puedo creer que Calle se haya ido.-Sebas fruncía el ceño, mientras tamborileaba sobre mi escritorio con los dedos.

-Yo sí que puedo.-Murmuré sombría, y volví a llevarme el vaso lleno de whiskey a la boca.

-Vale va a ponerse como loca cuando se entere.-Sebas abrió los ojos como platos.-Ay, mierda, hasta quizás decida imitarla.

-¿Por qué haría eso?-Pregunté, paladeando el extraño sonido de mis propias palabras. Mi voz sonaba monocorde, sin inflexiones. Sin sentimientos.

-Hace meses que viene insistiendo con eso de cambiar de bando, ya sabes, ser de los buenos, igual que Calle.

-Átala a la cama. Es lo que debería haber hecho yo.-Susurré, sin ninguna intención de bromear, pero Sebas esbozó una sonrisita.

-Quizás lo intente.-Respondió, para luego ponerse serio de nuevo.-Sabes que volverá, ¿Verdad?

-No, no lo sé.

-¿Hablaste con German?

-Sí. Calle pasó por allí cerca de las seis de la mañana, recogió a Anto y se fue. No quiso decirle nada.

-Poche, Calle te adora, esto no será para siempre.

-Claro que no lo será. Iré a buscarla, y la traeré a rastras si no coopera.

-¿Otro secuestro?

-Si me veo obligada a hacerlo...

Sebas suspiró, y se dejó caer sobre su silla.

-¿Y por qué no les hacemos caso?

-¿Qué?-Lo miré como si le hubiera salido un tentáculo en medio de la frente, y Sebas sonrió levemente, con aquella aura de tranquilidad que siempre lo rodeaba, y que tanto me exasperaba a veces.

-Dejar la mafia. De eso hablo, Poche.

-No podemos hacerlo.

-¿Por qué no?

-Porque...no. ¿Qué haríamos, Sebas?

-Tú eres abogada, y una excelente empresaria. Sólo deberías comenzar a hacer las cosas de forma...legal. Y yo, bueno, podría estudiar psicología, ya sabes, siempre he querido hacerlo. Sabes que esto es lo que debes hacer para recuperar a Calle, Poche, recuperarla de verdad, sin nada de secuestros. Podríamos irnos de aquí, muy lejos, a algún lugar en dónde nadie sepa quiénes somos. Comenzar de nuevo. ¿Nunca lo consideraste, Poche?

Sí. Claro que lo había considerado. Lo había hecho tantas veces.

-Borrón y cuenta nueva, ¿Eh?

-Exacto...

-No es tan fácil, Sebas. ¿Qué haríamos con todo aquí?

-Venderlo. Legarlo. Lo que quieras.

Recosté mi cabeza sobre la silla giratoria, y cerré los ojos durante unos segundos.

-Tomará tiempo.

-Lo sé, un par de meses quizás.

-¿Eso quiere decir que no veré a Calle en un par de meses?

Sebas se encogió de hombros.

-Creo que ayudaría a tu causa ir a buscarla cuando ya hayamos terminado con todo, pero si no crees soportarlo...

-Bien. Esperaré. Pero le haré saber que sé en dónde está, no la quiero tan tranquila.

Sebas me rodó los ojos.

Mía || Adaptación Caché Donde viven las historias. Descúbrelo ahora