Capitulo 8

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Calle.


-¿¡Vale!?-Abrí los ojos como platos cuando me encontré a mi pequeña cuñada parada frente a la puerta de mi casa al volver del trabajo.

Vale se dio vuelta y soltó un suspiro.

-¡Gracias al cielo! Estaba comenzando a pensar que me había equivocado de dirección.-Luego, súbitamente, me rodeó con sus brazos y me estrechó con fuerza. Inmediatamente le devolví el apretón, a pesar de que todavía seguía paralizada.

-¿Qué haces aquí? ¿Te envió Poche?

Ella sonrió mientras se inclinaba sobre el coche de Antonia y acariciaba las mejillas de mi hija con suavidad.

-¿Cómo está la sobrina más preciosa de todas?-Preguntó con una aguda vocecita, y me respondió sin dejar de sonreírle a Anto.-No, Poche no me envió. Quería saber cómo estabas, y digamos que Londres no es el lugar más seguro del mundo para nosotras en este momento.

-¿Por qué no?

-Entremos, te lo contaré todo.

Vale se apresuró a tomar el coche de Anto mientras yo abría la puerta de mi casa con rapidez, e ingresó detrás de mí, mirando todo con ojo crítico.

-Pequeño, pero lindo.

-Poche casi me asesina cuando vio la habitación de Hotel en la que estaba viviendo, y alquiló este lugar. Me encanta-Respondí, comenzando a sentir la felicidad de tener a mi cuñada y mejor amiga frente a mí.- ¿Cómo estás tú? Te he extrañado, duende.

Vale soltó una risita mientras cargaba a Anto en sus brazos y me seguía hacia la cocina.

-Lo sé, yo también te he extrañado a ti. No podía creerlo cuando Poche me contó que te habías ido.

Torcí el gesto, y Vale se instaló en un taburete en la cocina mientras me veía preparar dos tazas de café.

-Estaba furiosa conmigo.

-Estaba destrozada. Créeme, Calle, no te quiero hacer sentir mal, ni mucho menos, pero nunca había visto a mi hermana así. Estaba decidida a tomar el coche y salir a buscarte, a donde sea, pero la convencí de que debía pensar con racionalidad. Inmediatamente envió a los espías a buscarte.

-Fue fácil encontrarme.

-Bastante, sí. Creo que fue por las amenazas de Poche en caso de que no te encontraran.-Me estremecí. Sí, podía imaginármelo.-Estaba como loca, tirando las cosas de los estantes y realmente pensé que se quedaría calva si seguía tirándose el cabello de esa forma.-Vale sacudió la cabeza.-La tienes a tus pies, chica, y nunca pensé que le diría eso a nadie.

Me mordí el labio mientras dejaba una taza de café frente a ella, y le daba un sorbo a la mía.

-No quería lastimarla, Vale, sólo...Hacerla entrar en razón.

-Y créeme que lo hiciste. Eres mi heroína, Calle.

Rodé los ojos mientras soltaba una risita.

-Fue, definitivamente, la decisión más difícil de mi vida.

-Puedo imaginarlo. La amas tanto como ella te ama a ti, ¿Verdad?

-Lo hago.-Asentí, mientras observaba el oscuro líquido dentro de la taza.

-Sabes que lo están haciendo por nosotras, ¿No?

-¿Hacer qué?

-Salirse de la mafia.

Mía || Adaptación Caché Donde viven las historias. Descúbrelo ahora