Diana » Príncipe Harry

10.

Capítulo Diez
Hermandad

Harry Pov's
Mi cabeza daba mil y un vueltas, intentando recobrar la noción del tiempo intenté abrir mis ojos a duras penas exhalando un fuerte aliento a ron añejo del abuelo, vi un vaso en la pequeña mesa que había a mi lado. Supuse que ya era navidad, estaba hecho un desastre, mi traje desalmado, mi camisa sucia con manchas de alcohol y mi rostro sucio con lágrimas, noté que aún quedaba algo de alcohol en la botella, serví este en mi vaso recordando con melancolía la noche anterior, ¿Acaso aquello se sentía tener el corazón roto?

Vi como la puerta de abría bruscamente provocando un quejido de mi parte.

—¡Que demonios haces aquí Harry! La abuela está furiosa. Gritó eufórico mientras lanzaba la botella de alcohol ojos

—Shhh... Habla más despacio, me duele la cabeza Will. Se quejó a duras penas cerrando sus ojos con fuerza.

—¡Claro que te duele la cabeza! ¡Estás hecho un  completo borracho! ¿Que mierda pasa por tu cabeza? ¡Eres un duque! No un niño mimado por mamá

—¡No metas a mamá en esto William! Se que estoy jodidamente borracho, es por ella. ¡Porque arruine toda la oportunidad!

—Por dios Harry, eres parte de la realeza británica no un cualquiera, ¿Sabes todas las fotografías que rondan de ti? ¡Todos estos años intentando reparar tu puta reputación como príncipe!

Entonces sin dudarlo más automáticamente mi puño comenzó a arder al igual que mi sangre, sin pensarlo dos veces golpeé el rostro de Will, él no sabía que era sentirse solo, con el corazón roto, sufriendo por el amor de una chica Yam especial como Diana. Aún borracho privado de mis cinco sentidos recibí uno de vuelta aún más fuerte.

—Tu no sabes lo que siento Will... ¡Tu vida siempre fue perfecta! Grité desconsolado mientras un par de lágrimas se derramaban.

Noté como Will intentando acercarse nuevamente algo arrepentido, pero completamente ofuscado lo empujé contra el sofá para correr hasta la licorera de la habitación y tomar todo lo que tenía cerca.

—¡Harry basta! No conseguirás que ella vuelva bebiendo como un imbécil. Algo brusco sostuvo a su hermano abrazándolo por la espalda.

Era verdad, no recuperaría el amor de Diana emborrachándome como un imbécil, haciéndome daño a mí mismo intentando calmar a mi pobre corazón, solo pude soltar un leve resoplo y dejarlo todo fluir rompiendo en llanto, sacando mi móvil viendo su fotografía, su única y perfecta sonrisa.

—Soy un imbécil Will...

—Ese imbécil es mi hermano, y lo quiero mucho. Te quiero mucho, aunque me golpees. Diría sosteniendo a su hermano consolándolo.

—¿Aunque sea un jodido borracho? Diría secando mis lágrimas con la manga de mi chaqueta formal.

—Vamos Harry, siempre fuimos solo tú y yo desde que mamá partió. No sería quien soy sin ti tonto. Diría con una sonrisa reconfortante intentando calmarlo.

—¿Crees que mamá aprobaría a Diana? Le diría algo temeroso al mayor.

—No le digas a Kate, pero Diana es bellísima, tiene un enorme corazón y una sonrisa única. A mamá le encantaría ¡Te lo prometo!

—Sabes extraño a mamá... Necesito sus consejos, necesito sus abrazos. Diría Harry melancólico.

—También extraño a mamá, estaría orgullosa de sus dos pequeños. De ti, de mi. Sonreiría algo triste mientras abrazaba a su hermano menor.

—Puedo ver el amor de mamá en sus ojos, su carisma, su ternura, su sonrisa.

—¿Sabes Harry? Siempre pensé que Meghan era una bruja, prefiero un millón de veces y más a Diana. Diría riendo suavemente.

—No puedo sacarla de mi cabeza, estoy enamorado, amo su forma de ser, amo a Diana.