06.

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Capítulo Seis
Perseguida 1/2

Al terminar de leer la noticia se quedó más que perpleja, de seguro y estaba circulando la noticia por todo el mundo, todo era una completa locura. Era casi imposible que una simple plebeya fuera elegida por el corazón de la familia real, la simple inglesa solo se dispuso a tratar de ocultarse entre sus manos, comenzó a correr de manera desesperada por las calles hasta que un brillante Mercedes se interceptó en su camino. Su mirada se perdió entre millones de flashes hasta que una conocida mano la jaló hasta el interior del lujoso vehículo.

—¿¡Pero que!? —

—No es momento de explicaciones Señorita Diana, su majestad requiere de usted urgentemente—

Ella más que asustada asintió suavemente, tenía el peor de los presentimiento. De seguro la Reina se había enterado de cierta noticia, de seguro tendría que lidiar con un fatídico despido. Estaba algo mareada, sentía como su corazón latía a mil mientras que sus manos temblaban, temía de lo que pudiese suceder y los problemas que podría traerle aquellos falsos rumores, al llegar hasta el palacio la joven había sido escoltada hasta el salón de invitados de la Reina donde ésta esperaba con una tasa de té caliente.

—Su Majestad— Espetó algo atemorizada haciendo una reverencia.

—Vamos Diana, siéntate. Necesito hablar contigo—

Trago en seco temiendo lo peor en ese instante, ella tomó asiento temerosa y angustiada, no quería ganarse el odio de la familia real británica por un simple rumor.

—Vi los periódicos el día de hoy, por eso te traje hasta aquí—

—Fue un mal entendido su majestad, el príncipe insiste en escoltarme hasta mi hogar cada día. No pretendo ser una molestia para usted y los suyos—

La Reina algo confundida soltó una suave risa, la joven desconcertada apretó sus manos.

—Mi nieto Harry se ve muy interesado en ti, por lo que personalmente me encantaría que asistieras a la cena real junto a la familia—

Su corazón se detuvo un par de segundos, ¿Acaso todo lo que había escuchado salir de la boca dela mujer más importante de Reino Unido era verdad?

—¿Disculpe?—

—Así es, quiero que asistas como su dama de compañía, la familia real británica estaría muy honrada de tener la asistencia de una de las mejores diseñadoras—

—E-El honor es mío su Majestad, ¿Como una simple plebeya pudo concebir el honor de recibir tal propuesta—

—Porque eres importante para mi Harry.—

...

Sin más los días pasaron con completa rapidez hasta el día de la esperada cena, había confeccionado con sus propias manos una réplica exacta de uno de los vestidos favoritos de Lady Diana, junto a un bello collar de perlas con una gema en el centro, claramente se trataba de una imitación junto con los aretes, mientras que su peinado era un sencillo rodete con un tocado de rosas blancas que el mismo señor Adam le había obsequiado. Gustav se disponía a abrir la puerta del mercedes donde la joven era trasladada, el peli rojo con una sonrisa de oreja a oreja quedó completamente encantado con el aspecto de la joven, desprendiendo la misma luz y carisma que alguna vez su madre poseyó en vida, era tal como ver un retrato de ella pero de cuerpo más fino, la joven se dispuso a tomar del brazo del príncipe y entrar al salón principal donde los preparativos lucían increíbles, estaba segura que jamás había visto algo tan lujoso y maravilloso a la vez.

—Señorita Nicolson, debo resaltar que hoy luce más bella que siempre— Recalcó Carlos algo nostálgico.

—Luce igual que mamá. — Espetó William mientras admiraba a la dulce joven resaltando entre el resto.

—La señorita Nicolson se asemeja más de la cuenta a la presencia de Lady Di — Resaltó Gustav antes de retirarse

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—La señorita Nicolson se asemeja más de la cuenta a la presencia de Lady Di — Resaltó Gustav antes de retirarse.

—Me parece un milagro que tenga el mismo nombre, aspecto, carácter y parecido a Diana. Aunque no dudó que usted señorita Nicolson sea una rebelde.—

Diana » Príncipe HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora