Ace of Hearts (One piece, Law-Ace)

Capítulo 20: Ace of hearts

La tormenta amainó, anticipando el brillante día que hoy acompañaría a toda la población tras un huracán como aquel. Seguramente, los ganaderos y rancheros tendrían demasiado trabajo para adecentar sus terrenos. Law lo supo cuando al salir de la cabaña ya vestido y una humeante taza de té para comprobar el terreno, se encontró un árbol que había caído contra el destartalado establo de al lado.

- Ha sido violento – suspiró Ace.

- Seguramente habrá desperfectos en el pueblo. Creo que sería mejor que te marches ya, si tu abuelo descubre que no estás en la casa tendrás problemas. Puede que esté muy preocupado por ti tras esta tormenta.

- Es posible que piense que estoy en la cama aún.

- ¿Y si ya sabe que no estás allí? – preguntó Law con preocupación.

- Le diré que me desperté temprano y he ido a dar una vuelta por el rancho para comprobar desperfectos.

- Siempre lo tienes todo pensado, ¿verdad?

- No siempre – sonrió Ace, acercándose a su rostro para poder depositar un dulce beso en sus labios – voy a irme ya, antes de que sí descubran que no estoy ni en el rancho.

- Estás asqueroso – sonrió Law al ver la ropa llena de barro de Ace, al igual que su caballo.

- Gracias – dejó escapar Ace antes de subir al caballo – supongo que... nos veremos por ahí.

- Sabes dónde tengo la guarida.

- Lo mismo va por ti.

- Ya... el problema es que tú juegas a una doble vida entre la guarida y el rancho, a mí seguro que siempre me encontrarás allí a menos que haya salido a hacer de las mías, por lo que volvería en un rato.

- Ten cuidado de regreso a la guarida.

- Sí, sí... ten tú más cuidado de camino al rancho, el trayecto es más largo.

***

¡No encontraba a Luffy! Era cierto que había perdido tiempo lavando al caballo y poniéndole la manta y la comida, pero... no tanto como para que su hermano no estuviera a su espalda molestándole como solía hacer. Seguro que con lo cotilla que era, querría saber dónde fue con tanta prisa.

Era la segunda vuelta que daba a la propiedad más cercana porque no pensaba que Luffy se hubiera alejado demasiado. Normalmente era el encargado de dar de comer a las vacas y a las gallinas del granero de atrás. Cuando acababa, limpiaba y recogía los sacos de comida de los animales para el día siguiente. Su preocupación aumentó cuando su abuelo acudió al establo donde él estaba buscando a Luffy.

- Ace, ¿has visto a tu hermano? – preguntó Garp.

Y ahí estaba la gran pregunta. ¿Cómo debía responder a eso? Parecía fácil, pero no lo era. Quizá Luffy le había estado cubriendo anoche, pudo dar una excusa a su abuelo, una excusa que él no conocía y ahora se enfrentaba a la incertidumbre de qué hacer con Luffy.

Estaba preocupado por él, decir que no sabía nada de él era una buena opción, todos se pondrían a buscarle en el rancho pero preocuparía a su abuelo y sabiendo que tenía una banda de forajidos, Ace dudaba si sería buena idea. Si estaba con ellos y mandaba a todos a buscar, le pondría en riesgo. Por otro lado... mentir y decir que le había visto... era arriesgado. ¿Qué pasaría si estaba en peligro y no llevaba ayuda?

- ¿Ace? ¿Le has visto? Creo que tú has madrugado incluso más que él hoy. No te he visto esta mañana en la cama.

- Pues... sí he madrugado mucho, estaba preocupado por los desastres que se habían podido ocasionar en el rancho tras la tormenta.