Dulce tentación

Pacto con el diablo

- ¿vienes a traerme tu renuncia? -

- no... - el rector lo miro entre intrigado y enojado.

- ¿entonces vas a alejarte de mi hijo? - de verdad era algo serio el señor ¿Cuántas veces debía decirle que no iba a renunciar al amor de su ángel?

- ¡No! - respiro profundo y continúo - vengo a hablar con usted de Jeonghan, vengo a decirle que debe mantenerse a raya de ahora en adelante, no solo de nuestra relación, también de las decisiones que Hannie tome... - verlo desenfundar un palo de golf fue suficiente para hacerlo temblar y quitarle el valor que con mucho trabajo había reunido - entiendo lo mucho que quiere mantenerlo a salvo - 

- ¡tú no entiendes nada! - grito y apretó el agarre en el metal.

- ¡podría calmarse y escuchar! - casi rogó dando un paso atrás (por si acaso) - tengamos una conversación como adultos - dio un segundo paso más hacia atrás.

- no tengo nada de que hablar y no quiero escuchar nada de ti - el rector era tan testarudo - intento proteger a mi hijo de alimañas como tú - le apunto con el palo y los ojos llenos de fuego.

- ¿y eso le a funcionado perfectamente en el pasado? - no quería dar un golpe bajo, mas era necesario si quería obtener su total atención.

- ¿¿Cómo dices?? - si creyó que antes lo veía con odio, no había palabras para expresar como lo miraba ahora y si fuera más inteligente cerraría la boca y correría lejos.

Pero siempre le habían dicho que no era muy inteligente...

- él me lo contó, también lo mucho que le dolió ser una decepción para usted -

- ¿qué?...yo no, yo nunca, no de mi Hannie - por primera vez el rector bajo la guardia, probablemente debido a lo que que escucho.

- pues él cree que en el fondo aún esta decepcionado de él - su ángel era un chico inteligente y dulce, no necesitaba creer lo contrario, cualquier persona podía cometer un error, no por ello debía sentirse manchado o insuficiente.

- ¡no! estaba decepcionado de mi, de no ser suficiente como padre - el mayor parecía abatido y preocupado...realmente preocupado - no de él -

- no falló como padre - ninguno de los dos merecían sentirse culpables.

- ¿Qué no fallé?...¿Qué no fallé? ¿Qué clase de padre no se da cuenta de que su hijo tiene problemas? ¿Qué clase de padre no nota que alguien le hace daño a su hijo? ¿Qué clase de padre no sabe que su hijo consume drogas?...¿Qué clase de padre se entera de todo eso por una llamada del hospital? porque su hijo tuvo una sobredosis - estaba gritando, parecía molesto, iracundo pero la desesperación y el dolor se sentían en cada una de sus palabras...

- la clase de padre que sorprendentemente es más humano de lo que pretende ser - el rector dio una risa cansada tomando asiento en uno de los sillones, agotado.

- no entiendes nada Choi... - en vez de protestar el nombrado tomo asiento en el otro sillón en espera de que el rector siguiera hablando - Hannie es todo para nosotros, nuestro bebé milagro, nuestro pedazo de cielo... - la voz del rector había cambiado totalmente a un tono más suave - mi esposa anhelaba ser madre, por desgracia los primeros intentos fueron en vano, tratamientos de fertilización, implantes de óvulos fecundados, lo intentamos de todo...después de tres abortos y ver a la mujer que amaba llorar hasta el agotamiento, la obligue a que dejara de intentarlo, quería que ella se diera por vencida... - el profesor no lo interrumpió, tal vez el rector necesitaba un desahogo y merecía uno - nada fue fácil, nuestro matrimonio estuvo a nada de terminar... - de nuevo su expresión se relajo en una sonrisa nostálgica - y un día, una llamada de un centro de adopción lo cambio todo - los ojos acuosos del mayor eran una prueba clara del inmenso amor que sentía por su hijo - verlo tan pequeño y frágil en los brazos de su madre; ver las primeras lagrimas de felicidad en los ojos de ella, ese fue el mejor momento de mi vida...y luego una noche casi lo pierdo - el rector se limpio los ojos - me jure jamás permitir que nadie arruine su vida - ahí estaba de nuevo el rostro habitual y testarudo del rector.