¡Perseguido por la muerte!

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Bien, habían pasado más de una semana en la que su dulce y amado ángel se mantenía en su departamento, no es que no lo quisiera ahí ni mucho menos, solo que empezaba a darse cuenta de que su armario estaba lleno, habían algunos cojines en los sofás que él jamás había visto y muchas otras cosas que no recordaba tener en casa...como una extensa línea de productos para el cuidado de la piel o las nuevas sábanas de la cama.

- ¿Hannie? -

- ¿si? - la sonrisa de su novio bastaba para hacerlo sonreír.

- ¿no es difícil tener que ir por tus cosas cada mañana? - no quería que se atrasara y llegará tarde por algo así.

- un poco... - la forma en que la punta de su pie dibujaba líneas en el suelo lo hacía ver tan lindo...tan tierno...tan vulnerable...tan jodidamente caliente...

Antes de darse cuenta ya lo tenía acorralado contra la pared mientras besaba la línea de la mandíbula y sus manos se metían bajo la ropa del rubio.

- mmmg...prof...profesor - si utilizaba ese tono era el final para su cordura, no había vuelta atrás y ni por qué ambos llegaran tarde pensaba detenerse.

- ¡aah, mi bebé! - la voz ronca del profesor Choi podría prender las lámparas de todo el departamento.

El menor se aferraba al cuerpo muy bien formado de su novio y futuro esposo...era tan fuerte, tan posesivo, tan dominante que resultaba jodidamente lindo.

Después de saciar a la increíble bestia que reprimía por dentro, la culpa siempre lo golpeaba, ahora ambos llegarían tarde a la universidad...era el mayor debía ser un ejemplo de compostura, de integridad, de responsabilidad, pero ¿como podría resistir a su precioso ángel?

- lo lamento, te llevaré a tu departamento a recoger tus cosas, así al menos no faltaras a la clase del profesor Kwan - era lo menos que podía hacer por su bello ángel después de ese arranque de lujuria.

- gracias ¿pero no se hará más tarde para ti? - acarició su rostro y su cabello, se perdía en sus ojos que lo miraban con tanto amor.

- cálmate Seungcheol, acabas de...aish...maldición... - como podía ser tan lindo y tan perfecto.
- solo iré al baño un momento - el menor no pudo evitar reír suavemente por lo dulce que era el mayor, siempre preocupándose por él y si no supiera que su padre podría ponerle las cosas difíciles si faltaban ambos a la universidad se montaría en él nuevamente y le demostraría porque era parte del club de equitación...





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El profesor Choi vio regresar a su novio con mucho material en sus manos, salió del auto rápidamente al notar que perdía el equilibrio mientras bajaba las escaleras.

- ¿planeabas llevar todo esto a la universidad, en autobús? - el menor asintió con tranquilidad.

- e llevado cosas más grandes, como a Seungkwan una vez que estaba enfermo y lo tuve que cargar hasta su casa, tuve que tomar dos autobuses, afortunadamente ahora está más cerca por si ocurre de nuevo - en definitiva no volvería a prestar su auto a sus irresponsables amigos en especial a Jun.

- sabes, creo que es demasiado complicado que cada mañana tengas que venir a recoger tus cosas...así que... -

- no tienes que preocuparte por eso - era tan considerado como hermoso - ya eh llevado casi todo -

Dulce tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora