El esclavo que se convirtió en el amor de mi vida.

Presentación parte 1

Uzumaki Naruto, un chico que provenia de una de las familias más apoderadas del Estado de Konoha.
Él y su família por ley establecida por parte del clan más poderoso devastado hace algunos años, tenían que asistir a una de las muchas subastas que llevaban a cabo en los últimos 15 años, en dónde ponían a la venta esclavos de buen potencial.
No importaba el uso que se les diera siempre y cuándo les pudieran sacar provecho de alguna u otra forma.

Éste día era uno de los cuales se llevaría a cabo una gran subasta.
Ya qué se murmuraba que expondrian a un miembro de aquel clan exterminado...

Mientras las cabezas del clan Uzumaki se alistaban .
El unico descendiente y heredero, meditaba respecto a la subasta.
Muy pocas veces se presentaba a esa clase de eventos tan desagradables, pero en ésta ocasión se veía en la necesidad de asistir junto a sus padres por el simple hecho de que ahora su clan estaba a cargo del país del fuego y sería una deshonra para su família.

No es cómo si le gustará ir a lugares así.
Tenía curiosidad por el miembro del clan desaparecido hace 15 años.
Era algo realmente sorprendente que alguien sobreviviera a esa gran catástrofe.

Si tenía suerte posiblemente estaría frente a una bestia del clan que tanto decían temer los ciudadanos.
Al pensar en aquello un cosquilleo recorrió su cuerpo, no era hora de ponerse nervioso.
Tenía que calmarse y comportarse tal y como se le había enseñado.
Después de todo era una subasta importante.

Después de pensar en cómo seria la subasta, revisó su reloj.
Había pasado mucho tiempo y sus padres aún no estaban listos.
Posiblemente su madre aún no sabía que conjunto llevar.
Siempre que salían era lo mismo.

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Cuando por fín estuvieron en el lugar dónde se llevaría a cabo la subasta.
Los Uzumaki se dirigieron a una de las mesas resevadas especialmente para ellos, dónde podrían tener una excelente vista del show.

Poco a poco fueron llegando invitados de alto rango económico.
Ya qué no cualquier persona podía asistir a ese tipo de eventos.
Después de unos minutos, la subasta dio inicio.

Primero que nada regateaban con esclavos de bajo rango.
Así pasaron las horas, hasta que llegó el momento por el que todos los presentes habían asistido.

La entrada del esclavo especial de esa noche, la hicieron parecer cómo que en verdad valía la pena cada segundo por el qué habian hecho esperar al público.

A empujones y golpes llevaron al escenario a un joven azabache, quién se resistia con todas sus fuerzas a sus opresores.
El público inmediatamente se emocionó.
El personaje que llevaba a cabo la subasta, dio comienzo con la venta con una gran suma de dinero pero eso no impidió que dejaran de ofertar sumas aún mayores por el azabache.

Naruto quedó admirado por el joven que se encontraba frente suyo.
No podía soportar el simple hecho de qué lo trataran de esa manera.
Ya qué a lo lejos podía escuchar los planes que tenían para él.
Planes que no eran para nada sanos, sino todo lo contrario.

El joven Uzumaki se encontraba en un debate interno.
En un breve momento en el qué posó su vista sobre el azabache se encontró con su mirada la cuál esquivó de inmediato.
No sabía si era correcta la decisión que tomaría, pero cargaria con las consecuencias de sus desiciones.

Alzó su mirada hacía su padre y con firmeza pero con amabilidad le pidió a su padre que le dejara participar.
A lo cuál su progenitor quedo sorprendido, quién diría que escucharía aquellas palabras por parte de su hijo quién decía no gustarle ese tipo de cosas.
Al ver ésa mirada tan suplicante y firmé, no dudó en negarle su permiso, a lo cuál con un asentimiento de cabeza le autorizó el permiso.
No importaba la cantidad exhuberante de dinero que Naruto propusiera, él como su progenitor se lo daría.

Naruto al recibir la aprobación de su padre, se levantó de su lugar y dando un gran azote sobre la mesa llamó la atención de todos y propuso una fuete cantidad de dinero.
A lo cuál el anfitrión pregunto si alguien proponía más.

-Si nadie más ofertará una cantidad mayor...
$$$ a la una, $$$ a las dos, $$$ y a las tres.
Vendido al mejor postor!!

El Uzumaki se dirigió al escenario y reclamó cómo suyo al chico bajó sus pies.

Por su parte la pregenitora de Naruto, se preocupó dándole a conocer a su esposo qué esa desicion podría ser para mal o para bien.

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Después de tan agotador evento, los Uzumaki se dirigieron a su hogar, el cuál se encontraba a los alrededores de Konoha.

Era momento de areglar asuntos con su joven hijo.