Capítulo 58

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18 de Noviembre del 2017


-¿Me dejarías conducir?

Él volteó por unos segundo a ver los ojos de su chica los cuales tenían un gran brillo, ella lo miraba atenta viendo como dudaba en tal vez decirle que sí o no pero se trata de Jacob, aquel hermoso chico que no tiene el corazón como para negarle algo a su princesa.

-¿Te acuerdas siquiera de cómo se hace?

-Creo que sí-titubeó-Por favor, si nunca lo intento, no empezaré a recobrar la vida que tenía

Sabía que ella le decía la verdad y por un momento intento averiguar el motivo por el cual nunca le podía negar nada a _____, ella lo veía atenta hasta que el auto se freno de golpe y vio como él se bajaba del mismo, su corazón comenzó a latir fuertemente y más cuando Jacob abrió su puerta; no pensaba que él fuera aceptar porque tendría tal vez miedo de que ella no supiera qué hacer.

-Toma-le extendió las llaves de su auto-Te toca conducir, sólo cuidalo es el otro amor de mi vida

-Yo...-empezaba a acobardarse

-Nada de yo, querías conducir ¿No? Pues eso es lo que harás-le dedico una cálida sonrisa-Confió ciegamente en ti y se que lo harás bien

Ella con el corazón en un puño literalmente, tomó las llaves y fue hasta el lado del piloto, Jacob veía como sus manos temblaban ligeramente ya que tenía miedo pero si algo empezaba a salir mal, inmediatamente haría una de dos cosas, la primera él mismo tomar el control del automóvil, cambiando a ella en un ágil movimiento al lugar del copiloto, en ese momento soltó una risa interna al saber que eso sólo sucedía en las películas; la segunda opción era la mejor y consistía en utilizar el freno de mano aunque eso pudiera dañar al auto pero sin duda ayudaría a salvar sus vidas.

-¿Estás lista?

-Supongo ¿Listo?

-Ya comencé a rezar desde el momento en que te di las llaves-ellos rieron ligeramente

Sus manos parecía que tenían memoria al igual que su pie dercho ya que comenzó a hacer movimientos que su cerebro no recordaba al cien por ciento, gracias a eso el carro comenzó a moverse ligeramente, por lo que Jacob veía orgullosamente a su pequeña niña porque él mismo le había enseñado a conducir y que recordará vagamente como se hacía, le demostraba que es un buen maestro y ella una perfecta alumna; en ese momento una pregunta se hizo presente en la mente de los dos.

-¿Te Preguntas lo mismo que yo Jay?

-Que si te acuerdas de esto, ¿Es posible que recuerdes lo que hacías en tu trabajo?

-Exacto-lo intento mirar pero Jacob inmediatamente recorrió su rostro-Oye dejame mirarte

-No pequeña, nos puedes matar y quiero que lleguemos bien a nuestra cita

-¿Y tú por qué si me miras? También nos podrías matar

-Yo te miró cariño porque resulta que soy un tipo de Iron Man o Capitán América, entonces tengo todo bajo control

-Creído

-Pero amas y adoras este creído, ¿Sabes con exactitud hacia donde vamos?

-Tengo una corazonada y la seguiré

-Esa es mi chica-depositó un tierno beso en su mejilla

Él no comentó nada, sobre el rumbo que ella debía tomar, ya que tenía la esperanza de que algún recuerdo llegará a su mente, la parte del día que se habían encontrado ya en Valle de Bravo, había consistido en hacer una reconciliación amorosa, de demostrarse cuanto se habían extrañado porque a pesar que vivían bajo el mismo techo, no habían tenido el tiempo para hacerlo y mucho menos la privacidad. Jacob contemplaba como el rostro de su pequeña se tensaba un poco al estar concentrada en el camino.

Por favor, olvídame   (Jacob Elordi y _____)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora