Injusticias | Norman X Ray

7

Ya habían comido todos y ahora se encontraban en gigantesco jardín. La mayoría de niños, incluidos Norman y Emma, se fueron a jugar al escondite por el bosque; mientras que Ray se quedó sentado debajo de un árbol.

Estaba leyendo el mismo libro por cuarta vez. Seguía preguntándose por qué el albino se comportaba de aquella manera. Cómo si Ray no le hubiese preguntado nada. Era increíble. Ray comiéndose la cabeza intentando saber lo que le dirá el albino, y Norman tan feliz de la vida.

—¡Hey, Ray! ¡Ven a jugar! — Dice Emma sonriente, a lo que él niega con la cabeza. — ¡Venga, por favor! ¡Ven!

— No me apetece.

Emma notó lo que pasaba al ver a Norman mirarle entristecido, como si fuera su culpa que no viniese a jugar.

Ella se acercó al albino susurrando algo al oído, después se fue a jugar con los demás niños. Norman se quedó esperando a que los demás pequeños la siguieran para poder realizar lo que le dijo Emma.

Ray pasó de página y se quedó observando el dibujo hecho a lápiz que se encontraba en la hoja. Siempre que leía este libro lo miraba con determinación. Era maravilloso. Se notaba que lo habían dibujado hace mucho, pero seguía siendo una verdadera obra de arte.

Ocupaba toda la página, pintando por encima de las palabras. Era un dibujo de un cuervo negro, Ray se identificaba a sí mismo con él. Decía que los cuervos son muy solitarios hasta que necesitan algo o es por obligación. También cuando se enamoran pero... eso es otro tema.

Seguía observando el dibujo y le pasó la mano por encima. Se le iba un poco el color negro, pero seguía siendo como antes.

— Me recuerda a ti — Ray se sobresaltó y cerró el libro de mala gana.

—¿Qué quieres?

— ¿No puedo venir a verte? — dijo el albino.

— No — Se levantó de debajo del árbol y, con el libro en la mano, comenzó a caminar, adentrándose en el bosque.

—¿Por qué no? ¿No puedo hablar contigo? — a Norman se le puso una sonrisa en la cara. Se notaba que disfrutaba el momento.

— Déjame en paz, Norman. Necesito estar solo.

— Pero eso también trata de mí, ¿no? — se puso serio, entendiendo de que trataba el tema — Deberíamos hablar.

— No hay nada que hablar, olvida lo que dije y punto.

— ¿Era mentira? — Norman entristeció rápidamente y las ganas de llorar se apoderaron de él, pero tenía que contenerlas.

Ray paró en seco al oír esas palabras salir de la boca de Norman. ¿Pensaba que era broma?

— Pues claro que no, idiota — Dijo mientras se daba la vuelta para poder ver a Norman —. Era verdad todo lo que dije. Pero sé que no es correspondido, así que, por favor, déjame.

Norman no aguantó más y las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos. Ray se quedó perplejo mirándole sin saber qué hacer. Se acercó lentamente al albino y le acarició el hombro.

— Norman, ¿qué pasa?

— ¡¿Qué pasa?! — Dijo alzando mucho la voz — La persona que me gusta piensa que no correspondo a su amor, pues claro que me gustas, idiota. Nunca te lo había dicho porque pensé que te gustaba Emma, y cuando me lo dijiste me quedé sorprendido porque no sabía que te gustase alguien como yo...

— ¿Alguien como tú? ¿La persona perfecta? — Ray sonrió al ver que Norman dejaba de llorar lentamente.

— No exageres, lo único bueno que tengo es que sacó buenas notas — Ray se rió al oír eso.

— ¿Solo eso? Eres la persona más positiva del mundo, ¿Cómo puedes decir eso sobre ti?

Se sentaron otra vez debajo de un árbol en silencio. Norman dejaba poco a poco de llorar mientras Ray le acariciaba el hombro suavemente. No dijeron nada más después de esa declaración tan rara. Sus corazones iban a mil por hora.

Estaban cansados, no querían hacer nada más. Querían quedarse allí, uno al lado del otro, sentados debajo del árbol y sin hacer nada. Con eso les valía.

— Entonces... ¿eso significa que eres mi novio? —Dice Ray en forma de burla.

— S-supongo... — Norman se sonrojó al decirlo, cosa que cuando el pelinegro lo vio, le encantó.

No sabían qué hacer. ¿Se daban un abrazo? ¿Hacían que nada había pasado? ¿Empezarían a tratarse como pareja oficial?

— ¿Se lo vamos a contar a alguien? — Dice seriamente — ¿O es un secreto?

— No lo sé, Ray.

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No sé quejen, este es más largo 😂😂