Capítulo 13.

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Al separarnos una pregunta se me vino a la mente; ¿A qué se refería con que era prohibida? Se lo iba a preguntar, pero justamente el ambulancia frena y se para la sirena. Ya habíamos llegado al hospital. Bajé después de que sacaran a Michael, seguida de Luke. Se lo llevaron corriendo y Luke empezó a correr detrás de la camilla. Yo le seguí. Al entrar le busqué con la mirada. Estaba en el mostrador con una enfermera.

-… No la que no lo entiende es usted –dijo Luke alterado.

-Señor, no puede ver a su amigo hasta que el doctor avise, seguramente vayan a revisarle y si lo necesita, lo meterán en quirófano. Así que, es muy probable que tarden –Luke parecía que iba a volver a replicarle algo, pero le interrumpí.

-Muchas gracias –le sonreí a la enfermera. Cogí a Luke del brazo y lo llevé hasta la sala de espera.

Nos sentamos en las sillas más alejadas para estar solos.

-¿Llamo a Calum? –pregunté nerviosa. Él asintió. Sacó su móvil y vi cómo marcaba el número de Ashton. A los cuatro toques Calum me respondió la llamada.

“-¿Qué pasa, enana? –preguntó como siempre, a lo cual sonreí como una tonta.

-No muy buenas noticias… –suspiré–. Ven al hospital.

-En veinte minutos estoy allí –colgó.”

-En veinte minutos está aquí –informé a Luke, no me di cuenta de que estaba hablando por teléfono, pero me escuchó y asintió. Esperé a que acabase de hablar para preguntarle lo que no paraba de pasarse por mi cabeza.

-¿A qué te referías con prohibida? –le pregunté inclinándome hacia delante, con curiosidad.

-Eres la hermana de Ashton, me mataría. Si se enterase que has estado sentada en mis piernas, solo porque no había otro sitio, aún así me mataría. Yo… Lo siento… –dijo mirándome. Yo le sonreí–. Ni siquiera debería haberlo hecho, ni siquiera sé si yo te gusto –le asentí diciéndole que sí, que me gustaba, que me encantaba.

Él me cogió la mano y la apretó. Yo solo estaba roja, como siempre, asimilando lo que había pasado hace unos minutos y lo que está pasando ahora. ¿Dónde ha ido a parar el Luke punk chico problemático? Apoyé mi cabeza en su hombro y miré el reloj de la sala. Las 16:05, más o menos. Esperábamos en silencio hasta Calum llegase.

Miraba la sala. Las paredes eran de mitad hacia abajo, azulejos de cuadrados pequeñitos grises; de mitad hacia arriba, pintado de blanco. El techo era blanco. Unos enfermeros se paseaban por el pasillo hablando. Un doctor estaba hablando con una familia, la que parecía ser la mujer de la víctima se tapaba la boca llorando de felicidad; porque si fuera de tristeza no estaría así, digo yo que estaría tapándose la cara entera, se tendría que sentar para tranquilizarse poco a poco, pero este no era el caso. Al fondo, salía una nueva familia; un hombre y a su lado su mujer con una niña entre los brazos. Giré mi cabeza hacia la izquierda para ver a los que estaban sentados en las sillas, una pareja de ancianos se levantaron a ver a la familia en la que me había fijado hace un segundo. Una mujer estaba sentada, con las piernas cruzadas, intentando no llorar, con la camiseta de quien sea en la mano. Ella lloraba de tristeza, se notaba.

El hospital puede ser el mejor lugar del mundo o el peor.

Giré la cabeza hacia la derecha y vi a Calum entrando, mirando hacia nosotros. Su expresión era un poco extraña.

-¿Qué ha pasado? –preguntó al llegar dónde nosotros, sentándose a mi lado, inclinado hacia delante para poder ver a Luke mejor.

-A Michael le han dado una paliza, estaba inconsciente cuando lo encontró. Seguramente habrán sido Ethan y Jake –dijo Luke–. Ella les vio salir desde detrás del gimnasio y fue a ver, y le vio allí en el suelo –yo asentí.

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