En mi corazón yace un recuerdo que le dice a las estrellas: «No olvides recordarme, mi amor.»
La historia es totalmente idea original de @FanficsDeQueen
No puedes hacer ninguna adaptación sin consentimiento de la escritora. Quedan prohibidos los pl...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
“Buenos días, John”
La brisa leve que entraba por la ventana de su lado izquierdo le sacudía las hojas de su libreta en repetidas ocasiones, la misma cantidad de ocasiones en las que John se daba cuenta, sin embargo, seguía ignorando por no dejar de pensar en Jocelyn. Las clases del señor Pattinson eran de sus favoritas y afortunadamente él mismo profesor le impartía a la clase de John dos de sus materias preferidas: matemáticas y geografía. Pero ese no era el asunto dentro del aula, el profesor le echaba un vistazo a John de vez en cuando para asegurarse de que en realidad le estuviese poniendo atención. El chico tenía la mirada fija hacia el pizarrón y también estaba pendiente de seguir con la mirada algunos movimientos del profesor, pero el señor Pattinson no estaba seguro de que la mente de John se encontrara dentro del lugar. El profesor le siguió observando y John continuó pensando en Jocelyn. Nigel se estaba aburriendo, en realidad no le interesaba mucho poner atención a la exposición del profesor porque a Nigel no se le complicaba en lo absoluto la geografía, tenía fácil tomar un libro y aprender todo del tema sin problema alguno; y lo mismo para John. Quería romper el silencio del castaño para mostrarle algo que había comprado el día de ayer con su salario de dos días ayudándole a su padre en su taller de mecánica.
—¡Chss, chss! —Nigel llamó, pateando la silla de John, pero el chico no se percataba todavía de su alrededor— ¡Chss, John! —le volvió a llamar
En esa ocasión John ladeo el rostro disimuladamente hacia su derecha. Detrás de él se sentaba su mejor amigo, Nigel Bullen, un chico rubio de Liverpool que se había mudado meses después de nacer a Leicester por motivos económicos. John se asombró de que ya no tenía sus apuntes completos y de que la brisa había arrugado la hoja de su libreta ¿Cuánto tiempo había pasado? John de nuevo reacciono al golpe en su silla que Nigel había provocado para que respondiera ahora por fin a su tercer llamado. Aprovecho que el profesor partía su tiza a la mitad y se dedicaba a hacer un apunte sobre el pizarrón, para mirar a Nigel y ponerse a su disposición ante la urgencia aún desconocida del chico. John bajo la cabeza cuando la mano de Nigel le rozo el antebrazo, entregándole con insistencia un pequeño cuadernillo, que más bien parecía una historieta o alguna clase de libro de bolsillo.
—Lo compre ayer —susurro Nigel, también vigilando al profesor e indicándole con un movimiento de muñeca que lo tomara
John tomo el librito y se lo llevo hasta debajo de la mesa de su pupitre, en donde a escondidas lo dejo sobre sus piernas, dándose cuenta de lo que era en realidad.
—Una revista para hombres —John de nuevo se dirigió a Nigel a escondidas—. ¿Dónde la compraste?
—En el puesto de revistas del viejo Morris, tiene muchas y las esta dando a mitad de precio —le respondió a escondidas Nigel, John arqueo las cejas al observar la primera página—. ¿No son hermosas?
—Sí —John seguía atento a las imágenes de la revista, pasando lentamente cada hoja—. Pero ayer conocí a una chica más hermosa que todas ellas —y levanto la cabeza ¡Oh, Jocelyn!
