Traición...

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🎶Find You, Ruelle🎶

Caminaba por las mojadas calles, hacía un buen rato la tormenta caía sin cesar, sus piernas temblaban, sus labios también, y estaba completamente empapado, pero eso no le importaba en lo absoluto, aunque debería. No estaba seguro de cuánto tiempo había estado caminando sin rumbo, solo entre las calles, hasta que vio el sol esconderse entre las nubes de la tormenta, la gente corría para cubrirse de las gotas y se refugiaba en locales, dejando las calles vacías, pero no él y aunque lo quisiera no podría pisar su hogar, así que se quedó bajo las enormes nubes que parecían esconder su dolor, sus lágrimas aún caían por sus mejillas, agradecía que se confundieran con la lluvia porque no toleraría las miradas de lastima sobre él. ¿Cómo había terminado de aquella manera? ¿Por qué precisamente él? Se hizo esa pregunta unas mil veces aquel día, simplemente no podía creer que su suerte fuera tan mala.

Después de rondar la ciudad un rato más, decidió que era hora de volver a casa, no quería preocupar a May, ohh...May ¿Cómo se supone que le diría lo que estaba pasando? ¿Cómo explicar a alguien más algo que ni siquiera tú entiendes? Entró al apartamento con cautela no quiso tomar el ascensor por miedo a encontrarse a alguien en el camino que le preguntara por su actual estado, así que subió corriendo por las escaleras, comenzaba a sentir el frío calar sus huesos. En cuanto llegó a su apartamento entró cerrando sigilosamente la puerta y se dirigió a su habitación a cambiarse de inmediato, pero May no se lo dejaría tan fácil, apareció frente a él con una mano en la cintura y una mirada desaprobatoria, estaba molesta.

— ¿Se puede saber en dónde te encontrabas a estas horas Peter Benjamín Parker? y más vale que pienses bien antes de responder. - Si, definitivamente estaba molesta, pero no la culpaba, solo se preocupaba por él. Se quitó la capucha de la sudadera que llevaba puesta, mostrando por fin su demacrado rostro, los ojos rojos e hinchados demostrando lo mucho que había estado llorando esas horas, May se descolocó por completo y comenzó a preocuparse imaginando el peor escenario.

- Salí a caminar May...perdona, la lluvia me encontró. - Trató de forzar una sonrisa que se quedó en algo menos que una mueca, no podía mentirle, no a ella.

- Pete cariño ¿Qué pasa? Por favor háblame con la verdad. - Ella se acercó y lo rodeó en un abrazo protector, eso bastó para que Peter terminara de derrumbarse, comenzando a llorar desconsoladamente. May tuvo que sujetarlo porque él mismo sentía que toda fuerza en su cuerpo se había esfumado, se aferró a los brazos contrarios tratando inútilmente de que sus piernas respondieran.

- M-Me...ha engañado M-May...estoy solo...- Sus hipidos a duras penas permitían que se entendiera lo que estaba diciendo, pero May que llevaba toda una vida conociéndolo lo supo, lo supo en el momento en que lo vio entrar en ese terrible estado, sabía que tenía que ver con su relación...tenía que ver con Tony Stark.

- Cariño ¿Por qué dices eso? - Trataba de contener su rabia, su sobrino la necesitaba en ese momento, pero ella también quería una explicación menos ambigua de lo que había pasado.

- Y-Yo... quise ir a verlo a su oficina hoy...como una s-sorpresa, así que le pedí a FRIDAY que no le avisara que yo estaba ahí. - May lo encamino hacia el sofá de su pequeña sala, para que ambos estuvieran más cómodos y corrió por una manta, ropa y una toalla para secarlo, sin dejar de escuchar lo que le decía. – Cuando entré me di cuenta de que algo no andaba bien, la oficina estaba algo desordenada, pero eso no fue lo que me sobresaltó...en el suelo estaba su camisa tirada y también la de alguien más... N-No quise creer nada hasta que entré a la habitación contigua, la que Tony usa para dormir cuando tiene mucho trabajo y no desea regresar a casa...- La mirada de Peter había perdido toda luz en ese momento, sus ojos volvieron a aguarse y tragó saliva tratando de darse valor a sí mismo para lo que estaba a punto de decir.- Y lo vi... los vi a él y a ese idiota capitán recostados en la cama, sin ropa, durmiendo juntos.- La rabia en la mirada del joven se notaba a kilómetros de distancia, estaba quebrado, dolido, furioso y decepcionado.

Una vez más...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora