Una vez más...

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Peter se encontraba preparando un par de panqueques, la verdad es que la cocina definitivamente no era lo suyo, pero al menos quería intentarlo. Seguía las instrucciones de un viejo recetario de May, hasta ese momento las cosas parecían ir bien, solo quedaba ponerlos en el horno y esperar. Un ruido lo desconcentró de su tarea, era un golpe que venía de la parte superior de la casa, rodó los ojos y suspiró frustrado, metió los panqueques al horno, se limpió las manos y se quitó el mandil que llevaba puesto. Subió las escaleras apresurado, y entró sin pedir permiso en el cuarto de la pequeña Stark, la cual lo recibió con una sonrisa inocente, parada justo en medio de la habitación.

-Muéstrame las manos Morgan. – Peter se cruzó de brazos esperando que Morgan hiciera lo que le había ordenado. 

- P-Pero papi

-Nada de "Papi" muéstrame las manos Morgan Stark Parker, es una orden, no lo voy a repetir. -La castaña estiró sus brazos mostrando las manos, en una de ellas reposaba un pequeño propulsor como el de su padre y en la otra uno de sus disparadores. Suspiró rendido y se acercó a ella, agachándose para quedar a la misma altura y acarició su cabeza. - Ya hemos hablado de esto pequeña, es peligroso, sabes que puedes practicar cuando te supervisemos.

-Pero...

-Morgan, por favor, solo te pido esto ¿Puedes hacerlo por mí, pequeña? - La menor asintió y le pidió disculpas a su padre, abrazándolo. Hacía exactamente un año que casi la perdía, no podía arriesgarla mucho más, pero desde que descubrió sus poderes había estado imparable, era normal, él lo entendía, solo quería experimentar, tal como él lo hizo una vez cuando recién descubrió los suyos.

🎶Salted Wound, Sia🎶

-Ya veo que alguien está dejándome de lado

- ¡Papá! - Morgan soltó apresuradamente a Peter y corrió hasta Tony, quien lo recibió cargándola en un abrazo, el castaño solo abrió sus labios con sorpresa, traidora.

- ¿Me extrañaste cariño? - Preguntó el mayor apretando las mejillas de Morgan.

- ¡Si! ¡Mucho! - Respondió enérgica. 

- ¿Y tú me extrañaste? - Preguntó dirigiendo su mirada a Peter que se levantaba del suelo, el solo le sonrió y se acercó para depositar un casto beso en sus labios.

-Por supuesto que si Señor Stark. – El mayor lo rodeo con su brazo libre, haciendo de ese abrazo uno familiar.

-Yo te extrañé más, mucho más. - Y volvió a besar sus labios, hasta que un olor bastante peculiar los interrumpió... 

¡Los panqueques que había dejado en el horno! Peter corrió a todo lo que daba hasta la cocina, y sin pensar las cosas abrió el horno y tomó la charola con los panecillos aventándola en la mesa, se había quemado la mano.

- ¡Peter! - El castaño mayor se acercó a él corriendo con su hija detrás, cubrió su mano con una pequeña venda que había sacado del botiquín de emergencia que tenían en la cocina. - ¿en qué estabas pensando? Te lastimaste. - Peter solo agachó la mirada, mirando los panqueques regados en la mesa, podía apostar que estaban duros como piedras.

-Supongo que tendremos que ordenar pizza. – Dijo de forma sarcástica, los tres estallaron en risas, Peter había aprendido a tomarse las cosas con algo de humor en situaciones así.

-Al parecer así tendrá que ser... diablos Peter, un día quemarás la cocina.

-Ok, tampoco exageres. - El mayor se estaba pasando un poquito con él.

- ¿Papi? - Ambos voltearon a verla, no tenían claro a cuál de los dos le hablaba, permanecía tranquila sujetando frente a ella una pequeña cajita de terciopelo negro, Stark contuvo la respiración ¿Cuándo lo había sacado de su traje? Por su parte Peter se había quedado de piedra, abría y cerraba sus labios tratando de articular alguna palabra.

-P-Peter...yo... - Tomó la cajita de las manos de Morgan, esta sonrió emocionada, al igual que Peter. Se hincó en una pierna y abrió la cajita, mostraba una hermosa sortija de color plata, en ella se encontraba grabada una pequeña araña, color dorado y rojo.

- ¿Me harías el hombre más feliz del universo y te casarías conmigo? -el castaño sintió que el aire abandonaba sus pulmones y llevó sus manos a su rostro tratando de callar un grito de emoción ¿Alguna vez has llorado tanto de emoción que sientes que el momento simplemente es irreal? Bueno, pues eso exactamente le sucedía a nuestro amigo arácnido, no solo por el hecho de que el amor de su vida estuviese hincado frente a él pidiéndole matrimonio, sino por todo lo que habían tenido que pasar para llegar hasta ese momento.

-S-si ¡Si acepto! - Tony se levantó colocando la sortija en su dedo anular y Peter se abalanzó en sus brazos, rodeando con sus piernas las caderas del mayor y lo besó como nunca, con tanto amor, con tanto deseo, Morgan miraba la escena enormemente feliz, por fin tenía una familia perfecta, con sus dos padres.

Después del momento de emoción los tres habían salido a caminar por el parque, ahora el menor se encontraba sentado en una de las tantas bancas, contemplaba con alegría como Padre e hija jugaban en los columpios, acompañados por los hermosos colores de la puesta de Sol, y le pareció la escena más perfecta que jamás hubiera visto. Sonrió con nostalgia, recordando todo el camino recorrido, recordó la primera vez que conoció al de ojos Whiskey, recordaba la sensación del amor a primera vista,  los retos que tuvieron que enfrentar hasta que ambos no pudieron ocultarse más a sí mismos que se amaban perdidamente el uno al otro, claro que su relación nunca fue sencilla, Tony había quedado devastado tras su ruptura con Rogers y le costó aceptarlo en su corazón, Peter se había encargado de cuidarlo y ayudarlo en su peor momento. Cuando su relación pasó a algo formal y a petición de Tony, decidieron no exponer su relación a los medios y solo decirles a las personas más cercanas a ellos... pero Tony lo valía, el mantener todo en secreto, lo supo cuando se entregó a él en cuerpo y alma por primera vez, así pasaron dos largos años, hasta esa fatídica noche... Stark ya le había explicado lo que realmente había pasado y no dudaba de él, sabía en su mirada que él decía la verdad, no habían vuelto a saber nada de Rogers y eso lo aliviaba.

Luego de lo sucedido con Morgan hacía un año (y después de haber obtenido la explicación del mayor del porqué los había atacado) regresaron a su relación, solo que esta vez harían las cosas bien, habían aprendido de sus errores, habían hecho pública su relación y ahora todo el mundo sabía quién era el amigable hombre araña, que estaba con Iron Man y que ambos tenían una hija. El mayor lo había perdonado por ocultarle a su hija, y Morgan también lo había entendido, ella estaba más que feliz de tener a sus dos padres juntos, para ella eso valía cualquier perdón. Habían contactado a sus viejos amigos y después de tantas disculpas de ambas partes, ahora todos estaban tranquilos. Pasaron por tantas cosas para llegar a ese preciso momento, Peter lo sabía ahora, mejor que nunca... Su destino siempre fue estar juntos, porque ambos se pertenecían, porque ambos eran el alma gemela del contrario, el amor de sus vidas y ellos merecían estar juntos e intentarlo... una vez más...

Fin...

✿✿✿✿✿✿

Así es queridos lectores, esta historia ha llegado a su fin 🤭 espero que lo hayan disfrutado tanto como yo al escribirla, solo nos queda un epílogo, así que nos leemos pronto.
Gracias por leer, votar y comentar mi historia 😍 ¡Eso me anima muchísimo!

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