𝒟𝑜𝓃'𝓉 𝐿𝑒𝒶𝓋𝑒 𝑀𝑒 {kookmin}

#13. Reencuentro de viejos amigos.

La mañana siguiente, como siempre despertó estando solo en esa cama tan grande.
Se estiró por completo, mirando el techo de color durazno.

Pensó en lo que ya no hacia, pero que le encantaba hacer, una de esas cosas era salir de compras. Pensándolo bien, ya le hacia falta ropa a su pequeño y a él.

Se levantó de la cómoda cama decidido a ir de compras, primero iría a preparar el desayuno.

Aprovecharía que el latoso de su bebé seguía en el mundo de los sueños.

Cepilló sus dientes, abrió su gran closet, se vistió con unos jeans negros y una polera blanca, peinó sus rubios cabellos.
Decoró sus ojos con un poco de sombras cafés claro, enchino sus pestañas y aplico rímel, se miró al espejo y realmente le agradó el cambio.

Ordenó la cama, levantando alguna que otra cosa en el suelo y por fin se dirigió a la planta baja.

Colocándose su delantal  y doblando las mangas de su gran suéter se dispuso a prepara el desayuno; Hot cakes con mucha miel y una espumosa leche con chocolate.

Al poco tiempo de terminar el desayuno, escuchó a su pequeño llamarlo desde arriba.

– ¡Papiiiiii! – tenía un excelente pulmón para gritar – ¡Papiiiiii!

– Ya te escuché corazón – al pequeño le brillaron los ojitos al ver a su papá.

– Te mes muy monito...

– gracias bebé, tú también tienes que ponerte bonito, hoy iremos de compras y comeremos en la calle –

– ¡Chiiii! – el niño brincaba en su cama –

– vamos a cambiarte, desayunamos y nos vamos – rápido cambio al pequeño, con unos jeans iguales al suyo y un suéter azúl.

Bajaron y comenzaron a desayunar.

– Abre la boca Jungmin – el nene se reusaba a comerse la fruta a fuerzas quería comer los hot cakes – Jeon Jungmin...

– No appi, yo quelo ho capkes...

– Si no comes la fruta primero, no habrá – el pequeño con un puchero y a regañadientes abrió la boca – eso es, mi niño es bien obediente... – hací trascurrió su desayuno entre risas, avionsitos con los trozos de fruta, hasta culminar sus alimentos.

– ¿Ya nos vamo? – Jimin enjuagaba los platos.

– Ya casi cariño, sólo termino y ya nos vamos –

– Apulate papi...– sonrió para él mismo, su hijo era tan adorable.

Término de lavar los platos y de secarlos. Tomo su pañalera con lo necesario de su pequeño.

– Ahora si nos vamos – salió de casa con su hijo en brazos, subió al bebé el los asientos traseros del auto y él abordó el del conductor – ¡Vámonos! –

– ¡Yupi! – durante el trayecto al centro comercial, iban cantando canciones infantiles, tiempos como esos le encantaban a Jimin.

Estar con el ser al que más amaba y por el cual daría su vida.

Jimin aparcó el auto en el estacionamiento del centro comercial.

Bajó del vehículo con su hijo en brazos.

– ¿Me mas a copal juguete? – preguntó el pequeño al rubio.

– Puede ser, pero primero vamos a comprar ropa, ¿Te parece?–

– chi papi – se introdujeron a la Primera tienda de ropa y calzado.

Trascurrió el tiempo demasiado rápido, compras y compras, salieron de la ultima tienda cansados.