𝒟𝑜𝓃'𝓉 𝐿𝑒𝒶𝓋𝑒 𝑀𝑒 {kookmin}

#14. Salida

La noche anterior fue fabulosa para el pequeño Jeon, puesto que durmió en medio de sus dos papás.

Se despertó con muchos ánimos, pero Jungkook ya no estaba a su lado y eso lo entristeció un poco, se recuperó al instante y salió de las mantas, corriendo a la planta baja.

– ¡papi~! –

– ¡En la cocina, corazón! – el pequeño se encarrero al lugar dicho.

– Aquí tas papi...–

– Hola, buenos días – Jimin seguía con su pijama de conejo.

– ¿papá ya se jue? – preguntó el pequeño.

– Sí cariño, sabes que tu papito tiene que trabajar–

– Yo no quelo que tabaje más – se cruzó de brazos abultando sus labios.

– No te enojes, dile más al rato que ya no quieres que trabaje – sugirió el rubio a su bebé.

– ¡Chi!, mena ilea, gacias api – algo tenia que haber heredado de él, y si de manipular se trataba ese era Jimin.

¿Pero por qué con Jungkook no podía?

No sabía la respuesta a esa cuestión, pero al comenzar a conocer a su hijo, tal vez él lograra hacerlo.

Su desayuno transcurrió en gran calma, con risas y pequeñitas charlas.

Jimin limpió la cocina, el living, las recamaras, él levantaba y Jungmin volvía a tirar. Eso le causaba mucha risa al rubio, pues parecía que Jungmin iba justo de tras de él tirando.

Las tres de la tarde y por fin había terminado de levantar la Casa, estaba exhausto. El pequeño estaba acostado en un sofá con los ojitos apunto de cerrarse.

– Bebé no te duermas, vamos a bañarte – cargó a su pequeño en y lo llevó  a la planta alta. Con delicadeza despojó a su pequeño de sus vestimentas, envolviéndolo en seguida con una sábana delgada.
Preparó la tina, el agua tibia para su pequeño bebé.

Lo ducho con gran calma, con suavidad lavó su cabellito y su tersa piel. Al terminar lo vistió y abrasándolo cayó directo en ese mundo de los sueños. Su pequeño era realmente adorable, recostó el pequeño cuerpo en su cuna y depositando un beso en su frente.

Caminó a su propia habitación, tendría que llamar a su madre para que mandara a la señora Go, sólo para que vigilara a su pequeño en lo que él regresaba.

Tecleando el numero de su madre en su móvil, la llamó.

– Hola mamá, podrías mandar a la señora Go para que cuide unas horas a Jungmin, por favor – habló en tanto su madre descolgó la llamada.

– oh claro, ¿cómo estás mamita?, no pues muy bien cariño, ¿y tú? –Jimin sonrió.

– perdoname mamá... –

– ¿saldras a cenar con Jungkook? – preguntó entusiasmada su madre.

– No mamá, saldré con TaeMin, un amigo de la universidad –

– comprendo, yo le digo a la señora que vaya a tu casa hijo – cortó la llamada, Jimin suspiró, entró a la ducha después de haberse quitado la ropa.

Se sentía bien, por fin saldría un momento, se olvidaría de todo y todos. No quería decir que le molestaba cuidar de su hijo, no jamas, amaba a su pedacito de ser.

La cinco de la tarde y el ya estaba listo, unos jeans azules y uno de los suéter rosas que tanto amaba.
Un poco de maquillaje en su angelical rostro y loción.

La señora Go llegó, a la gran casa de la pequeña familia.

– Ya estoy aquí mi pequeño niño –

– Gracias por venir nana, Jungmin aun duerme, los biberones y la leche, están en la cocina, sientete libre de prepararle algo de comer, espero no tardarme –

– ¿Y Jeon? – Jimin suspiró con gran pesadez.

– Hoy no llega a casa, así que no te preocupes –

– Por eso haces de las tuyas, porqué sabes que no viene – Jimin rió.

– Es un amigo nada más, yo se mi lugar –

– Eso espero mi niño, anda ya vete o se te hará tarde – despidiéndose de la anciana y llevando consigo lo necesario abandonó la casa.

Prefirió no llevar su auto, iría en un taxi, no quería manejar.

En la misma cafetería del día anterior, esperaba a su amigo.

– ¡Jimin! – saludó unos cuantos metros alejado del nombrado.

– TaeMin ...– el chico de cabello lila llegó a su lado.

– ¿Cómo estás?, te ves precioso – y de nuevo con las frases bonitas.

– muchas gracias, tú no quedas atrás, te ves muy bien – regresó el cumplido.

– Gracias, ¿Nos vamos? –

– Sí – TaeMin le tendió el brazo para que lo entrelazara con el suyo, Jimin lo tomó de buena manera.

Caminaron al cine, TaeMin compró las entradas y Jimin las palomitas junto con las sodas.

Una película romántica era lo que verían, dentro de la sala y todas las personas en sus lugares, la película dio comienzo.

Pasada un poco de la mitad de la película, el de cabello lila cogió la mano del rubio, éste al instante la retiró.

La función culminó y salieron del lugar. Lo siguiente fue una feria en un parque con arboles de cerezo. Subieron a unos juegos mecánicos, Jimin quiso participar en "tiro al blanco".

Falló como tres veces, la cuarta se dijo que era la vencida y efectivamente, el dardo dio en el centro. Festejando, con pequeños saltos y risas, se abalanzó contra TaeMin, su auto reflejo del chico fue tomarlo por la cintura, sus labios quedaron a milímetros uno del otro.

– L-Lo s-siento...– el de ojos grises se alejó apenado por su actitud.

– No tengas cuidado –

– tome su obsequio joven – el señor del juego le dio un oso panda – por cierto, hacen una muy buena pareja.

– Nosotros ...– Jimin trató de corregir al señor.

– Gracias, por eso lo amo, es mi complemento – el mas alto lo abrazó.

– Eso es excelente, tengan una bonita noche – el señor los dejó solos.

– ¿Quieres un algodón? – Jimin lo miraba con reproche – ¿Qué? –

– ¿Por qué no me dejaste desmentir al señor? –

– porque en estos momentos no eres Jeon Jimin, en este momento eres Park Jimin, el chico que amo y al que amaré – entrelazó sus manos – Jimin dejame entrar en tú vida, permite que mi corazón sané al tuyo, alejate de Jungkook, yo cuidare de ti y de tu hijo – Jimin estaba sorprendido por esas palabras, el de cabello lila fue acercándose con lentitud al rostro del rubio, encontró sus labios con los suyos, el de ojos grises se sorprendió. Jimin se apartó – lo siento Jimin, no me pude contener –

– Descuida, quiero ir a casa –

– Dejame llevarte –

– No, puedo regresar solo –

– Claro que no, vamos en mi coche –

¿Jimin podrá encontrar el amor en otra persona que no sea Jeon?.

Quiero decirles que esto se va ha poner bueno.

Simplemente hay que saber lo que uno tiene, porque puede venir alguien mas y valorarlo más que nosotros.
Mas al rato subo otro o otros...

Próximamente...