Después de un par de segundos, ambos mayores salieron de la habitación de su hijo, colocándose en frente de el ahora niñero.
── Lo quiere, joven Lennon. Lo eligió como su niñero si usted se encuentrade acuerdo con ello, por supuesto.
Exclamó la madre con un semblante serio y extraño, como si algo fuese a pasar. Abrazó a John con un poco de fuerza, como si esta supiera algo que él no.
John simplemente correspondió el abrazo algo extrañado. Desvío su mirada hasta los tetricos ojos de Paul.
# ︴
John se encontraba arreglando para su nuevo día de trabajo. Tendió su cama, se arregló y acomodo su ropa en el grande closet, pero este se detuvo al escuchar un escándalo en la habitación que estaba justo en frente de la suya.
── ¡Por Dios, Paul! ¡No puede ser!¿Qué haz hecho? ── Gritó la mujer acercándose al muñeco con suma frustración en su voz.── ¡Espera a que lo sepa papi!
Lennon se acercó con cuidado a la habitación de Paul, asomando su cabeza por la puerta que estaba completamente abierta.
El pequeño Paul estaba sentado en un pequeño banco mientras sus juguetes se encontraban tirados por todos lados.
── ¡No puedo creer que lo hicieras, James Paul McCartney! ── La señora McCartney llevó una mano a su cabeza con total furia.── Mami tiene que irse ahora, y tú tienes que ser un niño bueno. ¡Lo prometiste, Paul!
── Disculpe, joven Lennon.── Habló el señor James colocando una mano en el hombro de el muchacho, haciéndolo voltear de inmediato.── Aquí esta su horario y más reglas para el cuidado de Paulie.── Extendió un par de hojas en donde se encontraban todas las reglas y horarios en las que se aplicaban.── Tal vez le parezca tonto pero es importante que las respete ya que Paul no es como otros niños. Temo que lo hemos mimado un poco en estos años.
── Por supuesto que las seguiré al pie de la letra, señor McCartney. Todo estará bien.── Comentó John siguiendo al señor hasta la planta baja y veía como el chofer guardaba sus maletas en el auto.
── ¡Vámonos, mami! ── Gritó James dirigiéndose a su esposa. ── Por cierto, Cynthia vendrá una vez a la semana para dejar los víveres y por supuesto, también con su sueldo.
Mary bajó las escaleras con Paul en brazos y abrazandolo con algo de fuerza. James solo dejó un diminuto beso en la cabeza de el muñeco.
── Sea bueno con él y él lo será con usted. Si es malo con él-
Su esposa de inmediato se adelantó asustada, interrumpiendo a su marido.── James, él será bueno, ¿no es así?
── Por supuesto, lo trataré como si fuese mi hijo.── Sonrió John con confusión por el extraño comportamiento de la fémina, o más bien, de ambos padres.
Mary extendió a Paul por lo que rápidamente John lo tomó en brazos. Se sorprendió cuando la mayor lo abrazó con tristeza, acariciando su cabello castaño.
── Lo siento tanto, muchacho.── Murmuró con la voz rota.
La pareja se marchó, dejándolo pensando sobre la disculpa que le había dado la mujer.
# ︴
John volvió a meterse a la casa y dejó a Paul en la mecedora, viéndolo fijamente por varios segudos.
── No quiero ofenderte, pero me causas escalofríos.── Tapó la cara del muñeco con una manta que se encontraba a un lado de el asiento de Paul.
John paso el rato leyendo revistas tontas de adolescentes mientras bebía vino y devoraba sándwiches de jalea.
Al anochecer, el joven se levanto de el mueble en donde se encontraba descansando para dejar los trastes sucios. No pudo evitar voltear a ver a Paul y se sorprendió demasiado al ver que no se encontraba como lo dejo hace unas horas atrás. Paul ya no tenía la manta en su rostro de porcelana, esta estaba tirada.
Subió las escaleras con el muñeco y lo lanzó con brusquedad a la sillita de su habitación.
# ︴
Cynthia fue a casa de los McCartney para entregar el sueldo de John y algunas cosas para comer.
── Debo saber algo. ── Exclamó John mirando a la rubia que se encontraba a su lado.
── Sí, soy soltera. Difícil de creer, eso ya lo sé. ── Sonrió con diversión haciendo reír a John. ── Quieres saber la historia de Paul, ¿no es así?
── Muy lista, Cyn. ── Asintió.
Cynthia llevó a John hacia la lápida de Paul para hacerle saber al chico sobre la historia de el hijo de los McCartney.
── Fue un incendio y Paul no pudo salir. Ocurrió el día se su cumpleaños número ocho. Sin duda alguna, es una gran tragedia. ── Explicó Cynthia mirando la tumba. ── El muñeco apareció poco después de eso. Supongo que así lo enfrentan.
── Murió hace quince años. ── Murmuró el castaño. ── Sería casi de nuestra de edad.
── Supongo que esta casa te esta volviendo loco. ── Sonrió la chica. ── ¿Qué tal si te muestro la ciudad? No creo que a Paul le moleste.
── Yo..
── ¡Sh! ¡Anda, John! ── Suplicó la muchacha haciendo un puchero y jalando la manga de el suéter de John.
── Bien, está bien..
# ︴
Después de que su ahora nueva amiga se fuera, se metió a dar una ducha dejando su ropa encima del lava manos.
Al salir de bañarse, se miró al espejo mientras pasaba una toalla para secarlo. Frunció sus labios al pasar los dedos por su cabello castaño; un mechón estaba extrañamente cortado. Bajó la mirada hasta el lavabo y ninguna de sus prendas estaban.
¿Qué mierda estaba pasando?