―Pues bueno―mi madre contestó

Sin pensarlo dos veces me dirigí a mi cuarto a hacer una mochila con lo que creía que iba a ser necesario para este pequeño viaje, algo así como mi cámara, unos audífonos junto a mi reproductor mp3, una botella de agua por si me llegara a dar sed en el camino y si no por si las cosas están muy caras por ahí y unos lentes de sol por si el sol llegase a estar muy fuerte para poder ver con claridad.

Terminando de hacer la mochila, me dirigí a la cocina y la deje sobre la mesa para que no se me vaya a olvidar. Unos diez minutos antes de las diez de la mañana, la hora que me había dicho mi madre que saldríamos a desayunar más o menos, me levanté de la silla del comedor, donde estaba esperando a que los demás salieran, y fui a buscar a mis padres para ver cuánto les faltaba. Los fui a buscar ya que a veces si no vas y los apuras, llegan a tardar hasta una hora más de lo que se tiene planeado y eso me llega a molestar mucho casi la mayoría de las veces No es que yo sea la persona más puntual del planeta, puedo tolerar unos cinco o diez minutos como máximo de impuntualidad, pero realmente me molesta llegar casi media hora después de lo acordado a un lugar ya que siento que me veo muy desinteresado además de que creo que es una falta de respeto para la otra persona, ya que ellos si se tomaron el tiempo de hacer lo que tenían que hacer o a veces posponer ciertas cosas para poder estar puntuales donde se acordó a la hora que se acordó.

El punto era que no quería que eso pasará de nuevo, no quiero perder ni un solo valioso segundo del tiempo que estaré aquí, simplemente no le permitiré a mis padres que hagan eso de nuevo.

En fin, llegué al cuarto de mis padres y sorprendentemente ya estaban listos, al parecer tampoco ellos quieren perder tiempo, pero bueno, pensándolo bien si yo fuera ellos, tampoco querría perderlo, o sea, no salió nada barato el viaje y con eso basta para querer disfrutar, bien dicen, el tiempo vale oro.

­­­― ¿Cómo van? ―pregunté

―Bien, ya casi terminando ―mi padre contestó

―Y tú ¿ya estás listo? ―mi madre pregunto

―Sí, ya solo los estoy esperando, por eso vine ―contesté

―Bueno, pues ya casi, ve a ver si Oliver ya está listo, ya ves que cuando le dices que haga algo termina haciendo otra cosa ―mi madre contestó

Salí del cuarto y me dirigí al cuarto de mi hermano, se encontraba entre el cuarto de mis padres y mi cuarto, la habitación que reservaron mis padres está muy bien equipada, y me di cuenta de eso gracias a que en el camino desde el balcón hasta la habitación mientras observaba todos los detalles que tenía el hotel, me di cuenta que hay unas habitaciones un poco menos equipadas y también más pequeñas, nuestra habitación esta grande a diferencia de esas habitaciones pero aun así no esta enorme, solo hay un poco más de espacio y además tiene más cosas pero en pequeño, todo esto para que pueda entrar todo y también para que todo no se viera empalmado.

En fin, llegue al cuarto de mi hermano y al igual que mis padres ya estaba terminando de arreglar todo lo que se iba a llevar, en pocas palabras, ya tenía listo su celular cargado completamente además de una pila portátil a un lado de su mochila para poderlo usar todo el

Camino y así poder encerrarse en su propio mundo.

A veces es un poco estresante verlo todo el día pegado a ese aparato pero bueno, no le hace daño a nadie.

No puedo quejarme mucho ya que yo a su edad era igual o peor, pero por haber sido igual es la razón por la cual me frustra que sea así.

Muchas de las mejores experiencias que toda mi familia en general ha vivido han ocurrido mientras yo estaba con ellos o cuando iba a ir con ellos, pero como yo estaba pegado a mi consola y no buscaba salir muchas veces de mi habitación, me las perdía, también en algunas fotos familiares, mi abuela y mis tías tienen muchas fotos donde todos mis primos salen y en muy pocas salgo yo, hasta los primos más lejanos tienen más fotos con mis primos que yo, y todo gracias a estar pegado a mi aparato y no pensando que en un futuro me dolería no estar en muchos de los recuerdos de mi familia.

Viaje A AlbertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora