Un Marido Infiel (Christopher Velez)

Capitulo 1✔

Esa era la última noche que lo espera despierta. Siempre se decía lo mismo. Siempre decía que no lo iba a esperar más, que no pasaría por alto sus llegadas tarde, que le reclamaría, pero nunca lo cumplía. El era su marido y ella lo amaba. Escuchó el sonido de un carro y la puerta del garaje cerrarse, unos pasos se aproximaban por las escaleras. Cerro sus ojos y se hizo la dormida.

Christopher entró en la habitación, miró hacía la cama donde su esposa dormía y siguió al baño. Se acostó a su lado dándole la espalda y se durmió. Ella se giró y a través la oscuridad observó a su marido. Esa era otra noche en donde El no la tocaba. ¿Pero qué podría esperar si de seguro llegaba satisfecho de estar con su amante? Le dio la espalda a su esposo y con lágrimas en los ojos se quedó profundamente dormida.

Todas las mañanas ocurría lo mismo: Se levantaba temprano, ella hacía el desayuno y lo acompañaba a comer, y luego él simplemente se marcharba diciendo "Nos vemos en la noche" si un beso, ni un te amo, sin ninguna palabra cariñosa.

Ella se encontraba en la ventana mirando hacia el exterior en donde los niños jugaban y corrían por toda la calle. Llevaba toda la mañana sentada frente a la ventana pensando en que hacer para que Christopher la mirara igual que antes, para que la tocara como tiempo atrás lo había hecho y para que dejara a su amante y que así el volviera a su lado. Pensó en que tal vez unas vacaciones les vendría de maravilla y así podrían renovar su amor, pero de inmediato cambió de opinión Christopher nunca dejaría su trabajo. Seguía pensando en algo cuando el teléfono empezó a sonar causándole un susto.

-Hola- Respondió entusiasmada y creyendo que a lo mejor era su marido quien la llamaba.

-Hola Alice- Sus esperanzas murieron cuando escuchó la voz de Adam del otro lado de la línea.

-Adam, como estas?- Contestó ella Trantando de sonar alegre pero con miedo de fallar en el intento pues en ese momento no se sentía para nada feliz -Perdóname por no llamar antes pero... -Sus disculpas murieron con el entusiasmo de Adam.

-Olvídalo, no te preocupes. Oye estaba pensado en que a lo mejor esta noche podemos salir tu y yo... Ya sabes a tomar algo por ahí. Y no me digas que no, que tu marido podría llegar temprano, porque hace meses que llega tarde -Hizo una mueca de dolor al escuchar las palabras de su amigo. Adam y Alice eran mejores amigos desde la secundaria y Adam siempre había sido directo en todo.

Alice pensaba en inventar que se encontraba un poco enferma, pero una idea se le pasó por la mente. Talvez si Christopher llegaba a casa y no la veía se preocuparía o se interesaría un poco por ella. Acepto gustosa y quedaron de verse en café del centro.

Eran las cinco y trece cuando Adam llegó. Disculpándose por su tardanza le dijo a Alice que se pusiera en la ventana para que observara mejor y así ellos pudieran criticar como hacían cuando eran adolescentes. Estaban riéndose de una señora que llevaba un traje naranja al igual que su pelo, cuando a Alice se le congeló el rostro. Al otro lado de la calle caminaba su marido abrazando por la cintura a una rubia con vestido azul, se tomaron de las manos. Su estómago dio un brinco y creyó que se iba a desmayar.

-Ven, vamos a seguir a ese idiota- La sugerencia de su amigo la tomó por sorpresa. Aún asombrada, Adam la tomó de la mano, dejó unos cuantos billetes en la mesa y se dispusieron a seguir a Christopher. Iban unos metros atrás, viéndolos sonreírse y hablar muy cerca, cuando el se giró, asustada creyendo que el la había visto, Alice se disponía a salir corriendo, entonces Adam la tomó de la mano e hizo que girara chocando contra su rostro y besando sus labios.

En estado de shock y con los ojos muy abiertos Alice se separó de él y no dijo ni una palabra. Adam se veía tranquilo, muy relajado. Dio un vistazo por encima de la cabeza de Alice y le tomó la mano para que lo siguiera.

-Siento mucho lo del beso, así fue como una vez ayudé a Stella, cuando estábamos en la búsqueda de un peligroso criminal. No me di cuenta, ni siquiera lo pensé, solo lo hice. Perdóname -Alice miró a Adam. Stella era una investigadora privada y Adam le ayudaba en sus casos, no le extrañaría que hubiese tenido que hacer eso para salvarle el pellejo. Ademas Alice sabía que Stella llevaba enamorada de Adam por muchos años, no sería algo extraño que fuera solo una excusa para besarlo. Negándo con la cabeza y diciendo que no tenía importancia, siguieron hacia donde Christopher se había ido.

Girando en la esquina, ella se detuvo abruptamente al ver el lugar donde su marido había entrado con aquella rubia. Era un hotel. Adam llevó a Alice casi arrastrándola hasta la entrada y al instante se congelaron al ver esa escena: Christopher abrazaba y tomaba de la mano muy cariñosamente a la chica mientras caminaba hacía el elevador. Las puertas se abrieron y ambos entraron. La última imagen que Alice observó de su marido fue cuando atrajo a su pecho a la rubia y la besó muy apasionadamente.

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Aquí el primer capítulo disfruten
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