Carta 21

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Creo que son como las 4 de la mañana, no lo sé, sigo desvelada mientras él duerme con su espalda y cabeza apoyada en una de las columnas que hay en esta "habitación"

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Creo que son como las 4 de la mañana, no lo sé, sigo desvelada mientras él duerme con su espalda y cabeza apoyada en una de las columnas que hay en esta "habitación"

Sinceramente, no se puede llamar habitación si la pared que da hacia el exterior está derrumbada, pero el insistió en llamarla así y ¿Quién soy yo para decir lo contrario? Sobre todo, cuando lo dice con esos ojos achicados y entrecejo fruncido que transmite la sensación de estar retandome a decir algo.

Tal vez si mi corazón no se acelerara y mi cara no se calentará con su acercamiento, hubiera podido refutar aquello, pero yo solo susurre un "si tú lo dices" mientras me sentaba en el borde del piso y dirigía mi mirada hacia el cielo nocturno.

Esos síntomas empeoraron cuando sentí su hombro rozar con el mío.

¡Se sentó muy cerca de mí!

Era la primera vez que hacía eso, no el mirar el cielo juntos, sino el tener tanta cercanía, tal vez pueda compararlo con la cercanía que usa cuando quiere asegurarse de que no tenga dudas sobre algo que él explica o cuando impone sus ideas y quiere ver si soy capaz de dar una mejor.

Pero la verdad es que nunca sentí algo tan intenso como en ese momento.

El pánico me invadió poco a poco al ser más consciente de lo que sentía y de lo que pasaba, de repente comencé a pensar "mi corazón tamborilea en mis oídos ¿el podrá escucharlo? Mis manos sudan ¿las mirara por casualidad? Mi cara se siente como una olla en ebullición ¿lo notara?"

Pero él nunca dijo algo referente a eso, estaba totalmente centrado en el firmamento.

Caelus |Ayato Kirishima|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora