Mi corazón late desbocado mientras miro la tijera que se posa sobre la mesa frente a mi. Casi quiero llorar, no he cortado mi pelo desde que mi padre murió hace 6 años, el odiaba que lo hiciera, decía que era parte de mi y como yo, tenía que crecer libre. Mi Madre por otro lado decía que era una estupidez, y la verdad nunca supe si realmente lo pensaba o solo quería llevarle la contra (como ya era costumbre entre ellos). Nunca llegaré a entender cómo alguna vez pudieron ser pareja.
En fin. Aquí sigo, contemplando la horrible tijera esperando que ella me diga que hacer.
Y no, por mucho que la miro ella no habla.
Finalmente la tomó, la miró más fijamente y la vuelvo a guardar en el último cajón del escritorio.
¡A la mierda mi madre! ¡Al carajo todo! ¡No pienso cortarme las pendejas crenias!
No me importan las puntas abiertas, los posibles piojos, el gran gasto en shampoo y acondicionador, y mucho menos lo que diga la gente.
Amo mi pelo. Amo lo que quiere decir para mi y lo que alguna vez fue para mi padre.
Veo a mi madre entrar en la habitación, me observa, niega con la cabeza y se va.
Yo, por mi parte, suspiro, tomo el cepillo de arriba de la cama y me siento frente al espejo. Sonrió pensando, imaginando a mi padre revolcándose sobre su propia tumba o donde quiera que esté por el solo hecho de desafiar a mi madre y ser lo que él siempre quiso que fuera. Libre...
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Los Mundos De Gyo (En corrección).
KurzgeschichtenSin principio, sin final. Pueden tomar este libro como mi diario personal, encontraran aquí desde cuentos cortos hasta desahogos personales mega fuertes. Espero que sea de su agrado y les pido encarecidamente no resubir, gracias.