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Mi camino continua a lo largo del parque, pero más allá de sentir un aire extraño, el tiempo se detendría, congelando a las aves, el viento y a la gente a mi alrededor. Era inevitable ver a la única persona que aún se movía. Recostada junto a un árbol estaría una chica que me llenaría el corazón de miedo. Por un momento creí que era Mur, sin embargo, al contrario de la luminosidad blanca, ella emana una luz que oscila entre el rojo y el anaranjado, con ojos dorados cual desierto y una cabellera carmesí.

-Hola pequeño conejo ¿Se te perdió la luna? Veo que ya conociste al viejito...

-Lamento interrumpirte... Pero ¿Quién eres?

- ¿Mur no habal de mí? Era de esperarse de esa sabandija- hace una pausa intentando acercarse –Bueno, que grosera. Soy Yanara, hija de Semine la primogénita del sol e hija de Horus el serafín de dos caras... Y estúpidamente la media hermana de la sabandija que conoces como Mur. Pero puedes llamarme Yana– hace una reverencia inclinándose al frente.

-Entonces... Yana ¿Qué es lo que quieres?

-A ti, tontito– acaricia mis mejillas brevemente -Mur se cree muy especial por estar amarrada a ti con ese hilo tonto de su familia, pero la verdad es tan inútil como un caldo de pollo el día más caluroso del verano.

-Lo siento, pero mi corazón le pertenece a Mur, si es a lo que te refieres. Y si lo que dices es verdad, también mi destino, si me permites seguir mi camino...

En un leve estallido de ira me interrumpe acercándose a mi -Recuerda mis palabras pequeño conejo, tal vez estén unidos por ese tonto hilo, pero yo soy capaz de destruirlo. Así que recuerda mi amenaza, volveré y si para cuando eso pase sigues con ella, quemare ese hilo rojo que tienes en tu meñique y te dejare solo por la eterni...

Es violentamente interrumpida por lo que parece una ola -Deja a Aaron en paz Yana- se oye a Mur detrás de mi mientras Yana limpia su cara.

-Tu maldita sabandija ¿Cómo es que apareciste aquí? Deberías estar congelada como los demás

- ¿Se te olvida que soy inmune a eso? Horus también es mi padre, o al menos, lo fue una vez

-Usar agua en mi contra. Eso es bajo hasta para ti ¿No crees?

-Yana, Mur, basta ya, si ponerme entre ustedes va a detenerlas no me importa salir herido- volteo a ver a Mur -Vámonos.

Yana desaparece al consumirse en una bola de fuego. Mur está cansada al llegar a casa -Tu y yo hablaremos por la mañana- Me dice mientras se arropa junto a mí. 

El caballero de la nocheWhere stories live. Discover now