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Cuando la gente ve momentos de su vida en cámara lenta parecen simples patrañas hasta que lo sientes en carne propia. La casa en la que has vivido toda tu vida esta en llamas. La chica que amas siendo arrastrada por ti sacándola de los escombros. Nunca creí que esto pasaría... Solo me gustaría esa mañana no haber peleado con Mur.

Yana solo se ríe sobre la pila de libros que solían estar en el librero en la escalera. Las llamas parecen estéticas. Hasta Mur ha perdido el brillo blanco que tanto la caracteriza.

- ¿En serio pensaste que esto se resolvería en dos días?

- ¿In sirii pinsisti qui isti... ? Deja de quejarte. Si hubieras tomado mi advertencia en serio, sí se hubiera resuelto en dos días. Pero solo eres un idiota demasiado enamorado para verlo.

- Me basta serlo. Tengo a alguien a quien acudir si tengo problemas, así como alguien que me haga compañía. ¿Tu qué tienes? De seguro crees que tu poder lo es todo. El poder del fuego solo crea destrucción. Así como todo el caos que generas a tu paso.

- Palabras fuertes de un chico sin poder que podría evaporar si quisiera. Así que cuida tus palabras pequeño conejo.

- Si puedes evaporarme entonces ¿Por qué no lo has hecho?

- Te lo dije. Te quiero a ti. Pero prefieres a la insignificante de Mur. Los humanos vivirían en la noche si su torpe familia hubiera hecho algo bien para variar y hubieran ganado contra el sol. Solo se rebajaron a una tregua y entregaron a la humanidad.

El fuego parecía dispersarse y Yana empezó a sucumbir bajo el efecto intensificado de la gravedad. Posada contra el suelo sin ningún remedio. Apareció flotando un ser extraño con la noche tatuada en la mitad de su cuerpo y la llama del sol en la otra mitad.

- Yana, niña estúpida e irreparable. Deja de envidiar a tu hermana y deja a la humanidad en paz.

- Padre, ella empezó. Se metió con los humanos. Ese de ahí es "amado" como ella lo llama.

- Lucius lo permitió. Así como permitió que sus madres se involucraran conmigo. Así que no me hagas arrepentirme de estar con la tuya.

- Horus, supongo- por fin me atrevo a hablar -Yana le dio una muy extravagante presentación.

- Aaron, el otro humano destinado al secreto del cosmos. Y mi yerno al parecer. Lucius te eligió bien puedo notar. A diferencia de mi no te has guiado por el poder.

- Si se refiere al uso del engaño y avaricia... Si, creo que somos bastante distintos.

- Balla boca la tuya chico. Creo que hasta yo he te subestimado. Ya veo el por qué Mur está contigo.

- Mur está inconsciente. Así que no podrá responder eso en un rato al menos.

- ¡Yana! – se voltea violentamente hacia ella -Las luchas entre hermanas me empiezan a desesperar. Podrás decir lo que quieras sobre tu superioridad por tu poder, pero ella sigue siendo tu hermana... Y mi hija.

En un estallido de fuego, se van dejando solo la destrucción ya causada por Yana. El fuego arde, se me mueve con el viento. Se escuchan las sirenas, el sonido de los autos en el trafico se intensifica. El caos comenzó.

El caballero de la nocheWhere stories live. Discover now