Mi Tesoro Preciado

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Ya había terminado la clase. El Mista se había quedado castigado porque le copió la tarea al Fugo y salió pillado. Mi amo me pidió que lo espere a la salida del colegio, y me ordenó que no me vaya a la casa, o a ningún lugar sin él.

En eso, me senté en la escalera de la entrada, esperando a mi amo, y llega un cabro super feo cuatro ojos de otro curso, me ve ahí con la falda desordenada. Se me acerca, y después llegan más tipos. Eran como seis weones, entre ellos el ql que me había perforado las chichis. Me acorralaron y me agarraron de la muñeca.

-¡Así que eres un travesti! Que valiente venir así al colegio, hace rato que te teníamos mala, somos los de La Sqadra- Dijo el weon de lentes rojos y pelo celeste.

-Te vamos a sacar la chucha y después a meterte la pichula asies.- dijo un tipo de pelo verde con aparente retraso mental.

-Nopo mamon, tení que hacerle la wea primero, y después lo dices.- Dijo uno rubio con pelo de vieja, después de aforrarle una cachetada al de pelo verde.

Entonces me agarraron entre todos y me empezaron a golpear. Pero no me gustaba para nada, no era lo mismo que con el Mista, que se sentía rico, esto era horrible, se sentía doloroso y asqueroso. Empecé a gritar "Mista, Mista" pero el culiao con pelo de mujer y antifáz me cubrió la boca, luego me sacó las calcetas el infeliz y lamió mis patas.

De la ventana, salta el Mista, con el Buccellati, el Fugo y el Naranjas y se agarraron a vergazos con los de la Sqadra. El Abbacchio no, ese estaba ahí mirando como me pegaban y se cagaba de la risa.

Al final, quedaron los otros peleando, y el Mista me pescó y me llevó al hospital porque yo estaba para la cagá. En el camino, nos fuimos en una micro de evasores, porque no andábamos con el pase escolar. En el camino, me abrazaba y acariciaba el pelo.

-Perdóname weon, por todo lo que te pasó. Fue mi culpa, si no te hubiese obligado a todo eso, esto no habría pasado. ¿Me pERD0NAS?

Tomé su rostro con ambas manos, y lo miré fijamente a los ojos, dedicándole una sonrisa con las pocas fuerzas que me quedaban.

-Te perdono. No habría aguantado tanto si no te quisiera.

Entonces el Mista me abrazó y me besó tiernamente.

-Ya no quiero que seas más mi esclavo sexual, eres mi tesoro preciado. Ahora quiero que seas mi novio. Te amo Giorno yo... ¡Chucha ese era nuestro paradero! Nos pasamos.

En el hospital, vieron mis heridas y me ingresaron inmediatamente a urgencias. El Mista se quedó afuera en el registro, pero había un problema: No tenía mi número de identificación, por lo que dejaron retenidos los documentos del Mista por mientras yo era atendido.

Estaba en una camilla, acostado mientras las enfermeras curaban mis heridas, algunas recientes, otras eran marcas permanentes. Tuve que mentir, dije que las heridas recientes eran de los de La Sqadra, y las cicatrices de mis padres. Ni cagando iba a delatar al amor de mi vida.

Al cabo de unas horas, dejaron entrar al Mista, el tomaba fuertemente mi mano, y me decía que jamás me volvería a hacer sufrir de esa manera. Lo que él no sabía, es que yo no sufría para nada, al contrario, gozaba cada golpe, grito y embestida que me daba, como me decía cosas sucias, como me azotaba... amaba ser su sumisa.

Pero una relación sana y bonita. Nunca me la había planteado. La verdad, desde pequeño que he recibido abusos, mi madre nunca me quiso, y mi padrastro me dejaba colgando en calzoncillos de la antena del techo en pleno invierno. Nunca supe lo que era el amor, y yo pensaba que lo que Mista me hacía era el amor.

Aquella noche me dejaron en observación, ya que la intensidad de mis heridas no era menor. El Mista pasó la noche ahí, en una dura silla junto a mi, tomando mi mano. Nunca alguien se había preocupado tanto por mi, después de todo, creo que si es amor lo que Mista y yo sentimos, y quisiera nunca alejarme de su lado.

Él es lo que mi alma necesita para estar completa.

A la mañana siguiente, Mista no estaba. Miré el suero que me habían puesto en la vena, la verdad es que según el doctor, estaba en estado de desnutrición, por lo que debía alimentarme con esa sonda a la vena por unos días más.

Luego, entra un hombre gigante e intimidante por la puerta. Como de 195, cabello rubio y ojos rojos muy impotentes. Entra con toda la naturalidad y confianza del mundo.

-Al fin encuentro a mi hijo perdido

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Vuelvo a actualizar esto.Gracias por apoyarlo aunque solo sea shitposting. Los aprecio.
Gracias de verdad 💕👌🏻

4 Sombras Del Mista [Mista x Giorno- Shitpost]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora