3.50 am
"Más te vale que llegue sana y salva, ¿okay?" Francisca amenaza a Nacho y lo apunta con un dedo. Nacho se ríe y asiente enérgicamente con la cabeza mientras mis dos mejores amigas terminan de sacudirse la arena de la ropa.
"Voy a estar bieeeeeen" me quejo risueña.
Nacho me mira sonriente mientras ellas se van. No puedo creer que lo conocí hace dos horas.
"Así que... Niña de la mala memoria." Me dice.
"Memoria de pez." Lo corrijo.
"Memoria de pez." Él repite riéndose. "Entonces eres un pez."
"Algo así." Me río fuerte. Ni siquiera sé por qué estamos hablando de esto, pero cualquier cosa de la que hablemos está bien.
Me acomodo con las piernas cruzadas como indio y él se apoya con un codo en la arena. Me mira directamente.
"¿Ya te dije que me gustan tus ojos?" Pregunta tranquilo.
A pesar de todo el ruido que hay en la playa, no sólo por las olas golpeando en la orilla, sino también por todas las personas que hay, gritando y haciendo tonterías, influenciadas por el alcohol, puedo oír perfectamente todo lo que él dice, con ese tono tranqui que usa al hablar.
Sonrío con timidez y asiento con la cabeza. "Esta es la tercera vez." Le digo.
"¿Y te dije que me encantaría darte un beso?"
"No." Digo despacio y me miro las manos. "Eso no me lo dijiste."
4.50 am
"¡Un cerdo!" Me río. "¡Nunca había conocido a alguien que tuviera un cerdo de mascota!"
Nacho se ríe conmigo y me mira en silencio.
"También tengo un perro, no creas que todas mis mascotas son animales de granja."
"Entre vacas, caballos, pollitos y gallinas, pareciera que un perro es poco común para tener de mascota." Digo. "En tu casa, al menos..."
"Estoy tan acostumbrado, que ya parece normal." Me dice divertido.
"Deben tener muchísimo espacio para tener a tantos animales."
"El patio es bastante grande." Se ríe y asiente.
5.15 am
"Uno... Dos... Tres..." Cuenta susurrando. "Ahora."
"¡Bieeeen!" Exclamo risueña.
Llevamos como quince minutos mirando al faro de un barco, muy lejos dentro del mar. Gira constantemente, y cada tres segundos, concluimos, su luz apunta directo hacia nosotros.
"Uno... Dos..." Empieza otra vez. Lo miro mientras cuenta, estamos cerca. Su sonrisa es linda. Igual que su voz.
6.45 am
"Déjame pensar" murmura y hace como si estuviera muy concentrado, haciendo el gesto de la mano en el mentón y la mirada al horizonte.
"No eres tan rápido, parece." Digo con falsa desaprobación, solo para molestarlo.
Me mira. "Me cuesta concentrarme." Dice.
"Ni siquiera hay ruido," respondo. "apenas se escucha el mar. Y eso relaja, no distrae."
"Oye, es verdad. Ya se fueron todos." Advierte cuando mira a todas partes a nuestro al rededor.
"La pregunta." Le recuerdo.
"¡Ah, sí!" Exclama. "Tu último beso." Dice. "¿Cuándo fue?"
Trato de hacer memoria y recordar hace cuánto tiempo terminamos Matias y yo: Fue a fines Junio. Si ahora es Febrero, ya van 7 meses.
Wow.
"7 meses." Le digo sorprendida. "Ni siquiera había pensado en todo el tiempo que ha pasado."
"¡7 meses es mucho tiempo!" Dice, mirándome con los ojos bien abiertos.
"¿Y tú?"
"Creo que hace como... 2 meses, o un poco más."
Asiento conforme. "Interesante."
7.05 am
"¿Broma?" Musita de pronto.
"¿Qué?"
"Mira." Apunta con el dedo a su izquierda y yo miro en la misma dirección. A unos 50 metros, una persona vestida con overall está recogiendo la basura de la arena. Es un trabajador de la municipalidad, la parte trasera de su uniforme lo dice.
"¿La gente ya empezó a trabajar? Y nosotros seguimos aquí." Digo divertida. "Estuvimos literalmente toda la noche conversando en una escalera.
"No, acuérdate que estábamos sentados en la arena en un principio."
"Ese no es el punto." Me río.
"Quiero darte un beso." Dice de repente.
Siento como si una corriente eléctrica viajara por mi estómago.
Sonrío, y hablo muy despacio ahora: "¿Por qué?"
"Porque eres linda. Y me gusta tu personalidad."
Me quedo en silencio por un momento, evaluando inevitablemente toda la situación.
Sí, lo conocí hace apenas unas horas, pero hasta el momento me he enterado de muchas cosas sobre él, y es que pasar toda una noche conversando con alguien te lleva a un sinfín de temas diferentes. Y él me agrada.
Me gusta.
Y quiero darle un beso también.
"¿Puedo?" Insiste. Estoy segura de que está muy consciente de lo linda que es su sonrisa.
En vez de responder o asentir, yo misma me inclino para darle un beso. El primer contacto me hace sentir como si de repente todo en mi interior se agitara, pero al segundo siguiente mi cuerpo se adormece y me dejo llevar por el beso; tranquilo, sin apuro.
Un beso de verano, totalmente.
"¿Cuándo fue la última vez que diste un beso?" Me pregunta despacio.
Y empiezo a reírme automáticamente.
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No empieces, Eff.
RandomEeeeeeesssto no es una novela :) Tampoco un diario. Es solamente un pequeño surtido de anécdotas que me han pasado alguna vez. Nada, nada de ficción. ¡Por primera vez! -Eff.