Sonrisa de gato

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Jane y Nancy se lanzaron sobre Minseok en cuanto lo vieron, ambas chicas llenaron de besos a su hermano mientras el mayor intentaba sacarselas de encima. Era tan extraño verlas comportarse como unas niñas queriendo atraer la atención de su hermano mayor y bueno, Baekhyun estaba seguro que su primo era uno de esos consentidores y ahora que sus hermanas tenían 18 años, eran unas malcriadas por culpa de él.

Por la noche, Min no quiso dormir en la habitación que le preparó y decidió ir con él, como en los viejos tiempo, mencionó mientras se acostaba en un lado de la cama. Debía agradecer que no fuera un colchón pequeño y en realidad era de esa forma porque Baekhyun solía moverse demasiado en la noche y sólo así evitaba caer al suelo, aunque eso no quitaba el hecho de que a veces amaneciera en una posición completamente diferente a como recordaba.

—Si me pateas, te pateo— advirtió el pelinegro.

—Eres tú quien está corriendo el riesgo, Min—ambos rieron.

El primero en caer K.O fue el mayor, Baekhyun comprendía que era por lo cansado del viaje y lo difícil de su situación. En cambio, él todavía se quedó despierto mirando al techo, divagando. Todos sus pensamientos se dirigían hacia una persona y eso lo hacía suspirar.

Tenía que poner un remedio a ese juego tan peligroso que tenía con su gigante. Debía decirle la verdad.

¿Y luego qué?

Luego él seguiría con su vida, necesitaba superar a Chanyeol y conseguir un novio de verdad después de que se deshiciera de esos sentimientos seguiría el consejo de Hwanhee.

Chanyeol no tenía porqué aceptarlo, no tenía que sentirse responsable y a pesar de que Baekhyun deseara con todas sus fuerzas ser correspondido (sí, claro) no podía forzar a su gigante a que se sienta igual.

Si Chanyeol ya no quería ser su amigo, también iba a aceptarlo, Baekhyun sufriría, pero no tanto como todas las veces que ha visto al mayor caminando de la mano con otra persona que no es él, besando a otro que no es él, sonriendo le a alguien más o diciendo palabras bonitas en el oído de otros que no son él.

Sí, Minseok tenía razón.

Él debe enfrentarlo y aceptar lo que venga sea bueno o malo. Sólo de esa forma podrá avanzar y en verdad ya se cansó de estar estancado ahí.

Antes de caer dormido, su último pensamiento fue el de procurar ser feliz al lado de Chanyeol lo que resta de la semana, ya que probablemente fuera la última donde pudieran estar juntos.

—Chicos, es hora de levantarse. Me marcho al trabajo y tenemos visitas —Kibum tocó fuera de su puerta. Minseok fue el primero en quejarse y luego Baekhyun, quien pareció que habló en otro idioma.

—Baekkie, limpia la última habitación disponible, por favor.

El aludido soltó una prolongada queja.

—Me voy y no quiero que dejen solo a Jongdae-sshi

¿Jongdae? ¿Quién Diablos es Jongdae?

Entonces Minseok que estaba enterrado entre las cobijas se levantó de la cama como un resorte.

—¿J... Jongdae? ¡Joder! Baek despierta —comenzó a sacudirlo—. Levántate, por favor.

—Hyuuuuung— se quejó.

—¡Levántate, carajo!



Kibum escuchó un golpe sordo proveniente de la segunda planta, después de un momento la puerta de la habitación de su hijo se abrió y azotó después. Le dio una mirada de disculpa al joven sentado en uno de los sillones de la sala, quien le sonrió. Ambos voltearon la vista a la persona que bajó las escaleras y apareció en su campo de visión.

¿Me prestas a tu novio? [ChanBaek/BaekYeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora