One-Two Shots [RivaMika~LeviMika]

12.- Beso, vainilla y pino.

Disclaimer: Shingeki No Kyojin no es mío.  Los personajes pertenecen a Hajime Isayama.

Rivamika/Levimika one-shot.

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Y la luna no se escondía; lo estaba viendo todo sin pena, cautivada por la pasión humana de dos semihumanos.

Sus manos esperaban tocar ya la piel caramelizada del capitán, mientras que él estaba muriendo por sentir los labios de su subordinada de una vez por todas.

El cuartel estaba oscuro, era noche avioletada, con puntos blancos brillando débilmente tras una capa de nubes. Había pasos fuera y dentro. Había personas observando cualquier detalle posible a su ojo. Todos podrían verlos y juzgarlos.

No era ético que se besara con su capitán, y él tampoco debería de besarse con su subordinada. Ni a Erwin le gustaría, mucho menos a el resto del escuadrón. Las tres fuerzas le juzgarían y todo mundo los vería mal.

Pero, ¿desde cuándo a ellos les importaba tanto la opinión de los demás?

Ella miró los irises casi imperceptibles de su capitán y le quedó claro; no le estaba invitando, ni preguntando, le estaba ordenando que le besara.

Y acató la orden. Igualmente, no podía ni quería negarse.

Su tersa boca coronó con suavidad los labios de Levi; que temblaron al sentir el calor ajeno apoderándose de su piel. Movió su mandíbula hacia un costado y abrió ligeramente su boca, su respuesta animó a Mikasa al siguiente paso.

Recargó su peso en el cuerpo de Levi y se dejó llevar por sus ásperas manos. El aliento se estaba empezando a mezclar, estaba formando su propio gas, cada uno intentaba adueñarse de un labio ajeno apresándolo. Levi pudo sentir movimiento de la mandíbula de ella y cómo su saliva estaba formando su éter.

Las lenguas empezaron a querer divertirse y bailaban entre ellas con rapidez. El calor incrementó achicharrando cualquier ápice de duda y Eros comenzó a ver. El sabor dulzón estaba dirigiendo el hambre; era té con fresa, canela con azúcar, madera y vainilla. Bajo los párpados y las tupidas pestañas los irises se expandían, el negro sin fondo sustituyó al gris plata y sorprendentemente también cubrió al mar verdoso que era Levi. La piel también participó; sudaron a ritmo de la ferocidad de dos individuos con energía de años.

Tocó su cuello y pudo palpar su sedoso y corto cabello, dándose cuenta que también olía a té, a bosque, a pinos y cedros. Él pudo oler las deliciosas notas de lavanda directamente de su cuello y salivó más. Ya no sentía que eran dos personas distintas, sus esencias se estaban fusionando con cada mordida convirtiéndola en semillas y haciendo crecer un jardín.

Regose este por un éxtasis en donde ella lloraba de gozo y él sonreía de nuevo. Sus dientes relucieron con una curvatura de sus labios y sus ojos la vieron con brillo.

Mikasa pudo jurar que esa era la expresión más pura de felicidad que le mostraría Levi. Su semblante había dejado su eterno ceño fruncido y ahora sus cejas parecían más finas y pacíficas de lo que deberían.

Levi sí tenía un rostro hermoso y se lo estaba ofreciendo sin tapujos.

Limpió sus lágrimas con el dorso de su mano y se recargó en su pecho. Su corazón latió y ella pudo escuchar su golpeteo. Levi pasó sus brazos por su cintura y la pegó más hacia él. No quería soltarla.

En el cuartel, la luna no fue la única testigo.

Lo fueron casi todos. Pero todos acordaron silenciosamente que ellos también merecían un beso de amor.

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Volví :)

Nyth, Ara.