Érase una vez, en un Reino gobernado por un Rey detestable, una joven de nombre Caroline. Tenía quince años y no había conocido otro amor que no fuera el de su fallecida madre. Sin tener otros familiares, cuando Caroline perdió a su único familiar a los catorce años; vagó mucho tiempo por el Reino, siendo despreciada por los aldeanos, quienes sentían envidia por la belleza cautivadora de la doncella. Las jovenes, envidiosas de su belleza, en vez de ayudarla, terminaban de destrozar sus harapos cuando y Caroline dormía y no se daba cuenta. Las madres de estas jóvenes, en vez de brindarle un techo para que Caroline estuviera cómoda, preferían poner un perro en su casa para que la joven no se acercara para mendingar un poco de migas de pan rancio. Y los varones, la despreciaban por ser tan bella pero tan desgraciada y en vez de ofrecer su mano; la escupían y otros abusaban de su vulnerabilidad al no tener hogar y no importarle al pueblo.
La pobre Caroline, vivió en la calle por un año hasta que cumplió los quince y un día, lavando sus ropas en un río del bosque, se encontró con una anciana que nada sabía sobre su situación porque era una ciega que vivía apartada en su cabaña. No se tardó en descubrir que la anciana ciega era una bruja que utilizaba sus poderes para el uso de la cabaña, pues al ser invidente, no podía cosechar el trigo o cortar las manzanas de su árbol.
Ambas vivieron juntas por seis mesea, Caroline se convirtió en los ojos de la ciega, y su pasatiempo preferido era describirle las bellezas de la naturaleza a la bruja. Caroline ya no era una indigente, volvió a recuperar su belleza y su amor por la vida. Y volvió a saber lo que era ser amada y tener una familia.
— Oh, bruja invidente, ¿encontraré el amor algún día? — preguntaba Caroline.
— El amor no se necesita buscar; tiende a llegar sin ser buscado. Tú llegaste a mí sin que yo te buscara, y tú formarás tu familia con alguien que el destino se ocupará de presentarte.
— ¡Usted es tan sabia! El día en que el destino me conceda un esposo y un hijo, usted ocupará el lugar de abuela y le reñirá de una manera más suave que yo, y sus palabras le consolaran cuando lo privemos de algo. Junto conmigo, guiará a mi hijo al bien para que las sombras del pasado de su madre no lo atormenten.
Cada vez que Caroline hablaba sobre su anhelo de formar una familia e incluir a la bruja, a la bruja se llenaban sus ojos de lágrimas, porque quería a esa muchacha como si fuera suya.Pero, la desdicha no tardó en tocar nuevamente la puerta de Caroline. Un día, la anciana salió para ir por agua al río, como solía hacer cada mañana (después de todo, en una de esas idas conoció a Caroline), y el Rey junto con sus cazadores la vieron y por pura maldad la persiguieron para intentar arrebatarle la vida. La bruja, que se guiaba por su agudo oído y sexto sentido, dejó caer el jarrón de agua y corrió hacia su cabaña para intentar proteger a Caroline. Para su desgracia, los cazadores y el Rey la alcanzaron rápidamente porque andaban en sus mejores caballos. La bruja, que estaba tan lejos de sus instrumentos de hechizos, comenzó a gritar desesperada mente a su aprendíz Caroline.
Caroline, desesperada por encontrar cualquier hechizo que detuviera al Rey, tenía sus dedos torpes y las páginas no le proporcionaban lo que buscaba, hasta que encontró un hechizo para convertir en animal al enemigo. Preparó las mezclas y se dirigió hacia los cazadores. Al salir, se encontró con que fue demasiado tarde, su querida amiga estaba atada a su manzano, ardiendo en llamas y gritando toda clase de maldiciones a sus asesinos. Maldijo en un idioma que los cazadores y el Rey no entendieron, pero al finalizar, la bruja dijo que aquella sería su venganza.
Al terminar todo, Caroline intentó hechizar al Rey con sus cazadores, pero al hechizar a uno de los cazadores, sin darse cuenta, la lograron atrapar y llevaron hacia el castillo. En el camino, los cazadores contaron al Rey las desgracias de la joven y que la vida la maldijo sin un razón alguna. Pero, él, cautivado por su buen parecer y porte inocente, se negó a dejarla y la convirtió en su sirviente.
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Cuentos De Hadas
AléatoireCuentos de fantasía que no siempre tienden a tener un final feliz. Segundo volúmen disponible en mi cuenta.