Lucifer: La historia jamás contada del Arcángel Samael

Cabello y las primeras lágrimas del Lucero

Sigue con su vida; asimilando lo que era la voluntad de sus Padres, no queriendo volver a nadie perderse en un destello; prefirio hacer como nada. Brindando amor y calor a sus protegidos y a los demás hermanos, con el tiempo hubieron más arcangeles: Gabriel, Uriel, Rafael, Raguel, entre otros.(AUnque esto útltimo será un poco más adelante)

Llegó a plantearse olvidar a sus hermanos "caidos", pero simplemente no podia con ello, siguió el juego hasta que una noche despertó con el recuerdo de la voz de sus hermanos, sus lamentos al ser des-creados, solo unos instantes y luego silencio...

Se incorporo en su lecho apreciando internamente el que al ser un serafín, no; el Serafin Supremo, y para todos los demás el primero en ese puesto (Antes de los demás nombramientos) y segundo hijo; tuviese una habitación para él solo. Cosa que había compartido con Tamiel y Asael al ser Serafines, pero ahora al ser borrados de la faz, el quedo como el único.

Vislumbro la "oscuridad" del día de Plata y salio sintiendo la brisa correr por su cabellera y rodear su cuerpo al salir de sus aposentos. Camino hasta admirar el lucero de Plata que iluminaba el descanso de los seres celestiales.

Sintió como su cabello cubría ahora levemente su rostro, dando oportunidad a que esa serena expresión que solía mostrar a todos, desapareciera y fuese suplantada por una expresión dolida y a los pocos instantes un par de lágrimas que brotaban de sus orbes ónix.

Era la primera vez que experimentaba ese sentir, pero aquello le liberaba en cierta manera por todo el pesar que tuvo al perder a los hermanos que más queria

Invocó en su mano, tal como le habían enseñado aquellos que ya no estaban, uno de sus más filosos cuchillos y tomó un mechón de cabello el cual corto sin inmutarse aún más de los hipidos que ocasionaba su llanto.

No había vuelta atrás, pero lo haría por honrar a sus hermanos, recordando en su mente las palabras de Samsaveel en una de sus afrentas de entrenamiento.

—"Cortar tu cabello no te hace perder esencia Samael, solo te hace más serio y centrado, eso es lo que debe tener un lider; eso es lo que debes aspirar tú"
Por ellos, por el deber que ahora cargaba sobre sus hombros y alas, lo haría.

— " No olvides sonreir, porque de la felicidad vivimos"

Esas fueron las palabras de Tamiel, las cuales cumpliría sin medida

— "No dejes atrás a los débiles, dales un poco de prioridad y vigila su progreso"Las lecciones de Akibeel lo guiarian

— " Que esa curiosidad no te meta en problemas, pero que fortalezca quien eres"Y las últimas palabras de Asael, dichas después de una aventura, la admiración de sus hermanos, le daría fuerza

Su corte estaba terminado, su apariencia solo cambio un poco, su cabello ahora estaba recortado y al alba habría cambiado.
_____Al llegar el alba fue rutinariamente hasta donde se preparaba el coro y la orquesta celestial, sin quitar esa sonrisa que portaba diariamente y saludar a cuanto viera, aún cuando estos se quedaban observando la nueva apariencia de su hermano mayor

— Buenos días hermanos, los veo pronto en la alabanza de día~