Cronicas de Dio Brando

Deseo

Hola a todos, este es el primer fanfic que hago de JoJo Bizarre Adventure, desde hace un tiempo había querido escribir una historia de DIO que siga el orden cronológico de su diario, es por ello que tome la decisión de hacer las crónicas de que hubiese pasado después de haber conseguido la ubicación para ir al cielo, así como también la posibilidad de haber conseguido una mujer con la cual pudiese tener un hijo que no fuese  experimento. Sin más que agregar espero que lo disfruten tanto como yo.  

"Vuélvete un humano noble y orgulloso que pueda ir al cielo."

Una vez más me atormentaba esa frase que solía decir mi madre, de manera tan gentil y desagradable.

Me molestaba, no, me aborrecía el hecho de escucharla hablar una y otra vez sobre el cielo.

¿Cómo es pensaba deliberadamente en el "cielo" luego de soportar tanta violencia de un hombre tan miserable?

Me resultaba repugnante incluso pensar en las atrocidades que pudo haberle hecho mi padre a mi madre antes de yo pudiese recordar, ¿Cómo es que le hacía daño a la mujer que dio a luz a su hijo y cuido de él como si fuese lo más preciado para este mundo?

Tal escoria, no merecía ese trato.

En algún momento de mi vida, incluso pensaba que, si no lo asesinaba, terminaría siendo cambiado o vendido por una botella de licor barato.

Por suerte, él murió, sin nada, miserable como siempre.

Y a pesar de yo haber sido el causante de su muerte, en ningún momento he sentido culpa por ello, lo merecía, y no por venganza, llamémoslo más bien justicia divina.

Pasaron al menos 100 años para poder darme cuenta de que mi madre no estaba tan equivocaba con la idea de ir al cielo, tanto que lo hice. Sí, conseguí la forma de ir al cielo cumpliendo todos los requisitos que necesitaba. Aun lo recuerdo, coordenadas 28 grados 24 minutos norte, 80 grados 36 minutos este en luna nueva.

No hubo falla, lo logré. Y en ese momento había quedado claro para mí que era ir "al cielo"

Luego de tanto tiempo investigando y buscando alguien digno para ello, pude tomarlo con calma, no había prisa ni pánico, mi cuerpo el posee vida eterna tiene todo el tiempo necesario para ello.

Y por supuesto, Pucci, quien es mi amigo confiable era el indicado para esta misión. Le he dado todas las herramientas necesarias para que cuando llegue el momento, pueda cumplir con el objetivo de manera exitosa.

Sabiendo esto, ya no necesitaba una pluma y ni ese diario, ya había obtenido todo lo necesario así que lo tome y lo guarde en una de las habitaciones de la oscura mansión donde solía descansar.

Ese mismo instante pude sentir un gran sabor amargo de todo lo que había plasmado en aquellas páginas.

En aquel entonces, mi objetivo ya había tomado un giro diferente, luego de tantos años de haberlo pensado y de tantos experimentos realizados, había decidido dejar un legado, tener un heredero, pero no podía ser con cualquier mujer, no. No podía cometer ese error nuevamente.

Tenía que ser alguien inteligente.

Una mujer con codicia, la misma que tenía Dio, lujuriosa y deseosa de poder, pero a su vez pura. ¿Estoy en mis cabales? quien sabe. Lo cierto es que mientras escribía en mi diario, supe que alguien tenía que comenzar el nuevo mundo y lo más apropiado sería que fuese de mi linaje.

¿Acaso existe una mujer con esa característica?

¿Dónde podría localizar alguien así?

La lascivia estaba calentando mi cabeza de solo imaginar que podía existir un ser tan incitante en el mundo.

Si bien muchas mujeres fueron ofrecidas como comida, otras tuvieron la suerte de terminar rendidas a mis pies, pudiendo así acostarse conmigo. Pero de lo que pudo haber pasado luego de ello desconozco por completo, sobre todo teniendo en cuenta que la raza mitad humano y mitad vampiro aún no estaba en posibilidades de ser engendrada. Esto lo escribí en mi diario, sin dejar tanto detalle, pero ¿Acaso algunos de esos posibles hijos tendrían la posibilidad de heredar siquiera una cuarta parte de mí?

Es por ello que quería intentarlo, quizás como un experimento más, pero con la mujer cuyas características se basen en lo que deseo y no con algo trivial.

La búsqueda comenzó en las madrugadas en donde enviaba a la anciana a zonas tétricas, en donde mujeres esbeltas y peligrosas rondaban por la ciudad. Sin embargo, Dio había olvidado cortejar o fingir ser gentil con una mujer, y no era para menos, luego de 100 años encerrado en un ataúd. Simplemente le pedía mujeres como si se tratase de un encargo.

Era inútil, en su primer intento de tomar una mujeres resultaban ser demasiado débiles, lloronas y terminaba asesinándolas.

Y así pasaron noches, meses y unas cuantas lunas llenas buscando a la mujer de tales características.

Lo único sensato más era cortejar y enamorar. Pero Dio no deseaba amar, en lo absoluto. Pensar en sentimientos era un poco descabellado luego de tantas atrocidades que había cometido.

Solo quería un hijo mío, que tuviese un poder inigualable para así poder enseñarle todo lo que había aprendido en estos 100 años.

¿Qué tan difícil podía ser eso? Las preguntas hacían que mi cabeza diera vueltas y divagara perdiéndome por completo del objetivo.

Tome una copa de vino y sentado en el sofá deje que todos los pensamientos que esa noche se adueñaron de mi mente, me abandonaran con cada gota de alcohol que corría por mi garganta

Una vez que terminé, dejé caer mi cuerpo en el sofá y hundí mis pensamientos en un sueño encantador o por lo menos eso creía.