No recuerdo la última vez que estuve ansioso por algo, quizás fue luego de conocer a la familia Joestar o desde el día de mi nacimiento del cual mi madre hablaba con tanta tristeza.
Mi padre había rechazado mi presencia desde que estaba en el vientre de mi madre y mi madre siempre intento darme el amor que faltaba de mi padre, siempre llenaba cada hueco vacío que existía para que pudiese estar a gusto. Patético.
Un día mientras mi madre le ofrecía de comer lo poco que teníamos, sentí por primera vez el egoísmo. ¿Cómo era posible que prefiera darle de comer a huérfanos que a su propio hijo ? La gente la miraba con lastima, quizás pensaban lo mismo que yo, que era patética y ella solo se limitaba a sonreír.
-Si compartes lo poco que tienes, imagínate cuando tengas abundancia divina. Haz eso Dio, y jamás te faltará nada y así podrás ir al cielo.- Fueron las palabras que me dijo. Fue algo que hasta el sol de hoy, nunca pude entender hasta que vi a Elih.
Elih y yo compartíamos noches pasionales, mezcladas con poesía y versículos. Pero cuando Elih estuvo embarazada, compartía un vinculo inexplicable con ese ser que aún no conocía. Mientras consumía alimentos, se acariciaba dulcemente el vientre, como si fuese un tesoro. Increíblemente eso causo un revuelo de sensaciones nunca antes experimentadas. ¿Quizás se trataba de esa conexión padre e hijo? ¿O la conexión que Elih y yo teníamos? De cualquier forma, eso me hizo pensar que quizás este hijo , sería completamente lo opuesto a mi.
Con el pasar de los meses Elih desarrollaba nuevas conductas y ya no venía tanto a casa como hubiese deseado, a veces su humor no estaba tan bueno y su deseo desapareció.
Aunque para mi sorpresa, esto era mas complicado de lo que pensaba. Investigando, me di cuenta que dichos cambios, eran tan normales como respirar y aunque la rareza de la situación, causo que entrará en estado de asombro y ansiedad, yo Dio, quien estaba acostumbrado a los cambios. Lo comencé a tomar de una forma más natural.
Por lo visto, los niños desde el vientre absorben la energía de sus padres, bajo ninguna circunstancia eso podría ser sano y menos si se trataba de mi hijo.
Mi hijo, ¿Entonces es así como se siente? Esa pregunta retumbaba en mi cabeza una y otra vez.
Entonces, justo como lo había predicho un tiempo atrás, mi proyecto de ir al cielo podría llevarse a cabo de manera exitosa una vez que ese niño naciera.
Me pregunto si realmente Elih lo aceptaría, y en caso de que no fuese así. ¿Qué debería hacer? ¿Asesinarla?
No podría aunque quisiera, ¿Quién se haría cargo de mi primogénito mientras yo hago los preparativos para iniciar la ida al cielo? Sería demasiado estúpido de mi parte asesinarla. Es posible que Elih este de acuerdo con ello y yo no me haya dado cuenta aún. Sí lo pienso de esta forma, quizás sean más fácil las cosas.
No podría saberlo con exactitud, es por ello que también me di la tarea de hablarle sobre mi plan y convencerle del mismo. Estaba decidido.
Poco después Elih envió una carta crucial , la cual hizo que por una vez en mi vida, se me hiciera un nudo en la garganta.
He enfrentado todo tipo de situaciones y sentimientos, pero ahora, no se como podría afrontar esto.

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Cronicas de Dio Brando
Fiksi PenggemarDio Brando ha sido condenado a vivir 100 años en un ataúd, en donde sus recuerdos se enfocan directamente desde su niñez por lo que ha comenzado escribir un diario, sin embargo una vez que su objetivo había culminado se da cuenta que algo falta en...